Balance de la implementación de la Paz
Buenas noches.
Han pasado ya seis meses desde cuando el Congreso de la República, por amplias mayorías, aprobó el Acuerdo de Paz del Teatro Colón.
Seis meses de tranquilidad. Seis meses donde el miedo ya no está presente. Ahora es la esperanza la que recorre los campos de Colombia.
El cese al fuego bilateral y definitivo ha funcionado. Desde su inicio, hace 6 meses, no ha habido un solo enfrentamiento entre nuestras Fuerzas e integrantes de las Farc. Ni un herido, ni un muerto. Más importante aún, no ha habido ni UN SOLO incidente o ataque contra la población civil.
Los escépticos, los que viven de sembrar pesimismo y desconfianza, decían que eso no iba a ser posible. Pues lo hicimos posible.
Al mismo tiempo, hemos trabajado sin descanso para poner en marcha las leyes, reformas y programas que harán realidad la paz.
El Congreso trabajó incluso durante los días de vacaciones navideñas para acelerar la implementación. A todos sus miembros, muchas gracias porque el éxito de todo proceso de paz depende en gran medida de su rápida implementación. Eso da certeza y construye confianza.
Se aprobaron 3 reformas constitucionales y el Congreso estudia 4 más. De estas la más importante sin duda alguna es la que crea el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición que garantiza los derechos de las víctimas.
También se adoptaron 3 leyes y 4 están en curso.
Cumplimos con más del 80% de las normas que dan la seguridad jurídica necesaria para terminar el desarme e iniciar la reincorporación de los guerrilleros a la legalidad.
Las facultades que me dio el Congreso para expedir decretos ley en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz se vencen hoy. Las hemos usado con el máximo cuidado y la mayor responsabilidad para ceñirnos estrictamente al espíritu de la Ley. Hemos firmado más de 30 Decretos Ley.
Con ellos, por ejemplo, creamos la unidad de búsqueda de personas desaparecidas. Todos sabemos que averiguar lo que pasó con sus seres queridos es una necesidad vital para las familias.
Está el Proyecto de Tierras que formaliza la tenencia de la tierra, garantiza la propiedad privada y da acceso a tierra a los que no la tienen.
O el que crea los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial para llevar los servicios del Estado a las regiones donde nunca habían llegado. Son inversiones escogidas con las comunidades. Gracias a ellos vamos por fin a comenzar a pagar la deuda que tenemos con nuestro campo.
Está el Decreto Ley que permite que las empresas paguen sus impuestos construyendo directamente las obras que requiere la comunidad para que la infraestructura llegue más pronto.
También creamos la figura del pago por servicios ambientales para que las comunidades rurales que cuidan nuestros bosques y nuestras fuentes de agua reciban un ingreso digno que reconozca su aporte.
Establecimos nuevas normas para que más docentes calificados lleguen a las zonas donde antes no podían llegar. En fin, estamos avanzando.
De otro lado, también hemos avanzado en el desarme completo y definitivo de las Farc.
A pesar de los retrasos que hemos sufrido, entre otros, por cuenta de los problemas logísticos en la construcción de las Zonas Veredales, el proceso de entrada a las Zonas fue ordenado, seguro y se llevó a cabo sin mayores problemas.
Casi 7.000 hombres y mujeres de las Farc se ubicaron en 26 zonas, con el acompañamiento de las Naciones Unidas y bajo la protección de nuestras fuerzas armadas.
El proceso de entrega de armas, cedulación y preparación para la reincorporación de esos 7.000 excombatientes también se ha iniciado.
Sin embargo, debido a los retrasos acumulados por cuenta de los problemas que ya mencioné, de común acuerdo con las Naciones Unidas y las Farc, decidimos que la entrega de las armas se terminará no mañana como estaba previsto, sino dentro de 20 días.
Este cambio en la fecha no afecta de modo alguno la firme decisión y el claro compromiso del Gobierno y de las Farc para cumplir con el acuerdo. El Mecanismo de Monitoreo y Verificación Internacional seguirá ejerciendo su papel hasta certificar que la última arma de las Farc ha sido entregada y retirada del territorio nacional.
También decidimos prolongar la vigencia de las Zonas Veredales de Transición y Normalización por dos meses más, hasta el 1 de agosto de este año. Este tiempo adicional nos permitirá poner en marcha debidamente el proceso de reincorporación a la vida civil y sin armas de los exmiembros de las Farc.
Serán 20 días adicionales para el desarme y 60 para la reincorporación. No es nada para terminar bien 53 años de enfrentamiento y violencia fratricida.
Compatriotas,
Lo he dicho en varias ocasiones y quiero repetirlo hoy con toda la claridad y contundencia. Vamos a sacar adelante la paz para beneficio de nuestros hijos. Vamos a cumplir lo acordado. Vamos a multiplicar los frutos de la paz que ya sentimos y vamos a llevarlos a todos los rincones del país.
Cumplidos estos primeros seis meses desde la firma del Acuerdo, podemos decir sin lugar a dudas que la paz es irreversible.
No vamos a volver atrás. Por ningún motivo vamos a volver a las épocas terribles de la violencia, el miedo, los asesinatos y las masacres. Colombia está dejando atrás esa historia de sangre y dolor para siempre.
La paz ha sido, es y será nuestro puerto de destino. La paz es el camino a la reconciliación, a las oportunidades, al desarrollo, a la tranquilidad y a una democracia más sólida y profunda. Desarrollar y hacer realidad todas las oportunidades que nos trae la paz es un inmenso desafío que nos convoca a todos los colombianos.
No importa la ideología, no importa el credo o la etnia, la edad o el género. La paz nos convoca a todos. Es nuestro deber responder a ese llamado y aportar nuestro granito de arena, desde donde estemos, para construir ese bello país que queremos tener para nosotros y dejarle a las próximas generaciones.
Hace 3 años ustedes me dieron en las urnas un mandato claro y directo: Buscar y alcanzar la paz. Hoy quiero renovar mi compromiso con ustedes, con ese mandato, con la paz, hasta el último día de mi gobierno… y de mi vida.
Los invito a todos a que respondan al llamado a la paz y la reconciliación.
Somos un pueblo. Una nación. Una patria inmensa y hermosa. Honrémosla.