Asesinatos en medio de la presencia militar en Putumayo
El viernes 13 de marzo, hacia las 12:00 p.m., se conoció la muerte de John Janier Melo, de 30 años, en la comunidad de La Pradera, inspección de Arizona, municipio de Puerto Caicedo. Jhon era oriundo del Dovio Valle, y desde hace varios años vivía en Puerto Asís, y habría sido asesinado por la estructura armada conocida como “La Mafia“.
El miércoles 11 de marzo sobre la cuenca del río La Paya fueron recuperados tres cuerpos, dos niños y una niña (15 años), quienes habrían muerto en enfrentamientos entre el Frente Carolina Ramírez de FARC EP y el grupo denominado “La Mafia”. Según se ha conocido el domingo 1 de marzo en horas de la mañana, en la cuenca del río la Paya, municipio de Puerto Leguizamo se produjeron enfrentamientos entre estas dos estructuras armadas.
Según versiones conocidas por nuestra Comisión de Justicia y Paz, el número de muertos en este enfrentamiento habría sido mayor, sin que hasta el momento ninguna autoridad competente se haya pronunciado al respecto.
El pasado jueves 5 de marzo, hacia las 4:00 p.m. en la comunidad Mexico, corredor Puerto Vega Teteyé, municipio de Puerto Asís, fue asesinado un joven, quien fue encontrado con las manos amarradas, vestía jean azul, camiseta blanca y tenis azules. La persona no pudo ser identificada y sus restos fueron trasladados a Puerto Asís.
Esta serie de muertes serían responsabilidad de la estructura conocida como “La Mafia”, quien mantiene fuertes disputas por el control territorial con la estructura del Frente Carolina Ramírez.
A pesar de la fuerte presencia militar de la Brigada XXVII de Selva, de Policía y la Fuerza Naval del Sur, en el departamento se siguen presentando casos de asesinatos, amenazas y desplazamiento en los municipios del medio y bajo Putumayo.
Detrás de la ola de muerte y terror, se encuentra Héctor Orlando Bastidas Bravo, alías “Bonito”, hermano del narcotraficante Miguel Antonio Bastidas Bravo, alias “Gargola” quien fue capturado en junio de 2019.
De acuerdo con información oficial este narco está vinculado con el coronel del ejército, Elkin Alfonso Argote Hidalgo, quien se habría encargado de protegerle.
Reportan que Héctor Bastidas alias “Bonito” asumió el mando de la organización de su hermano, fortaleciendo las alianzas y control en la zona fronteriza y aumentando la presión sobre comunidades rurales para el tráfico y comercialización de cocaína.
La respuesta del Estado está resultando ineficaz para garantizar la integridad física y psicológica de las comunidades rurales en el departamento de Putumayo.
Es difícil de comprender el poder criminal empoderado en medio de tanta presencia militar.
Bogotá D.C., 14 de marzo de 2020.
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
Imagen: Archivo.