Asesinato de Ramiro Vasquez, reiteración de amenazas de incursión armada a los asentamientos
A pesar de las advertencias, a pesar de las decenas de comunicaciones, a pesar de las reuniones de alto nivel, a pesar de nuestras propias Constancias Históricas, presentadas desde hace cinco años a raíz de la “Operación Génesis”, coordinada desde la Brigada XVII en una supuesta actuación militar contrainsurgente contra las FARC EP, que generó el desplazamiento forzoso de más 10 mil personas, la mayoría de ellos afrocolombianos, habitantes del bajo Atrato, así como, la comisión de decenas de Crímenes de Lesa Humanidad; hoy las mismas estructuras con el mismo pretexto y justificación militar, dentro de una estrategia encubierta, han asesinado a uno de los repatriados y retornados al Cacarica, RAMIRO VASQUEZ, tratos crueles a otro poblador, pretenden imponer a los habitantes del Cacarica el cultivo y procesamiento de la hoja de coca y la disolución de los Asentamientos – zonas humanitarias-.
Bogotá, 20 de febrero del 2.002
Doctor
ANDRES PASTRANA ARANGO
Presidente de la República
Doctor
GUSTAVO BELL LEMUS
Vicepresidente de la República
Doctor
ARMANDO ESTRADA VILLA
Ministro del Interior
Doctor
GUILLERMO FERNÁNDEZ DE SOTO
Ministro de Relaciones Exteriores
Doctor
ROMULO GONZALEZ TRUJILLO
Ministro de Justicia y Derecho
Doctor
JUAN MAYER
Ministro del Medio Ambiente
Doctor
LUIS CAMILO OSORIO
Fiscal General de la Nación
Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZON
Procurador General de la Nación
Doctor
EDUARDO CIFUENTES
Defensor Nacional del Pueblo
Doctor
CAMILO GOMEZ
Alto Comisionado de Paz
Ref: Asesinato de RAMIRO VASQUEZ, reiteración de amenazas de incursión armada a los asentamientos – Cacarica
Reciban un respetuoso saludo
A pesar de las advertencias, a pesar de las decenas de comunicaciones, a pesar de las reuniones de alto nivel, a pesar de nuestras propias Constancias Históricas, presentadas desde hace cinco años a raíz de la “Operación Génesis”, coordinada desde la Brigada XVII en una supuesta actuación militar contrainsurgente contra las FARC EP, que generó el desplazamiento forzoso de más 10 mil personas, la mayoría de ellos afrocolombianos, habitantes del bajo Atrato, así como, la comisión de decenas de Crímenes de Lesa Humanidad; hoy las mismas estructuras con el mismo pretexto y justificación militar, dentro de una estrategia encubierta, han asesinado a uno de los repatriados y retornados al Cacarica, RAMIRO VASQUEZ, tratos crueles a otro poblador, pretenden imponer a los habitantes del Cacarica el cultivo y procesamiento de la hoja de coca y la disolución de los Asentamientos – zonas humanitarias-.
En su conocimiento los recientes hechos de intimidación, amenazas, tratos crueles, y asesinatos que se presentaron en el Territorio Colectivo del Cacarica en desarrollo de la nueva incursión armada dentro de la estrategia encubierta del paramilitarismo en el que participaron 300 hombres armados con M-60, metralletas AK, Galil, vestidos de camuflado, algunos con insignias de las AUC, radios e insumos para el procesamiento de la hoja de coca, entre los que se encontraba como uno de los comandantes VICENTE MUENTES, así como, jóvenes habitantes de Turbo, Necoclí, Apartadó, las changas, algunas mujeres, dos hombres de civil encargados de la preparación de la cocaína.
* Jueves 7 de febrero a las 10:00 a.m. dos campesinos de las comunidades retornadas del Cacarica, CAVIDA, fueron detenidos en la vereda Villa Hermosa – La Raya, dos horas a pie del Asentamiento “Nueva Vida” y a dos y media de “Esperanza en Dios”, por un número de aproximadamente 200 hombres armados vestidos de camuflado que provenían de San José La Balsa – La Balsa, donde se encuentra una base armada dentro de la estrategia encubierta del paramilitarismo.
Los dos campesinos salieron a trabajar hacia las 8:00 a.m. del Asentamiento Nueva Vida y se dirigieron a la zona de trabajo ubicada en Villa Hermosa La Raya, llegando a este caserío, fueron obligados a detenerse, a uno de ellos lo bajaron del caballo, les quitaron los machetes, les requisaron sus documentos de identidad y cuadernos de trabajo.
A los dos campesinos los separaron. A uno de ellos, que se encontraba con problemas de movilidad en sus piernas, lo intimidaron y lo interpelaron por el Proyecto de Vida, durante tres horas.
“Hace rato quería hablar con ustedes. Ustedes piensan de seguir viviendo en esos asentamientos? “(…)”Ustedes ahí, solo viven de la pobreza, van a vivir muy pobres” “En esos asentamientos no hay salud, no hay vivienda, no hay educación, no tienen futuro”(…) “Ustedes se dejan guiar solo por esas ONG, que reciben mucho dinero a costilla de ustedes (…) “Nosotros tenemos un proyecto social muy bueno y queremos invitarlos a una reunión, en los asentamientos o en un sitio en el monte o si no en la base de San José de La Balsa” (…) “Si los acompañantes se oponen como en el mes de junio, vamos a tener que hacerlo con la fuerza, así tengamos que fusilar a algunos de los que los acompañan o de los monos que están ahí” (…) “Usted está seguro, que en los Asentamientos no hay milicianos” (…) “Nosotros vamos a los Asentamientos, si conseguimos a un miliciano allí, a usted lo matamos” (…) “Nosotros venimos buscando semilla de coca y repartiéndola a los campesinos”(…) “Nosotros a usted, lo vamos a soltar hoy, lo que queremos es hablar con ustedes” (…) “Nosotros estamos apoyando al ejército, él solo no puede con la guerrilla, por eso estamos aquí” (…) “Esas ONG están consiguiendo mucha plata a costa de ustedes. Nosotros no queremos que sigan siendo víctimas del engaño. Esa gente se queda con la plata que es de ustedes. Vamos a enviar unas hojas que a nosotros nos entregaron de los robos que se han hecho” (…)“tenemos semillas para que se llenen de dinero”(…) “Entienda que nosotros nos vamos a quedar en este territorio. Las cosas que les tomamos en noviembre, las pueden reclamar en La Balsa, allá se las tenemos”.
A cada uno de los cuestionamientos el poblador les afirmó desde su proyecto de Vida: “Ellos no nos han impedido hablar, nadie nos ha impedido. Es cosa de nuestros principios, son nuestros criterios y eso lo respetamos como principio de nuestra identidad. No aceptamos armados en los asentamientos ni en las zonas de cultivo”(…) “En los Asentamientos no hay ningún miliciano, si me he de morir por decir la verdad, pues me muero. Eso lo están sacando es como disculpa, ustedes saben que allá no hay nadie de la milicia”(…) “En los asentamientos no hay armados ni los aceptamos , es una zona humanitaria como nuestras zonas de cultivo” (…) “Ninguno de nuestra organización cultiva ni siembra ni cosecha coca ni quiere sembrar, queremos vivir una pobreza en dignidad” (…) “Las ONG ellos son transparentes, no han robado ni han recibido plata a costillas de nosotros, nosotros supervisamos lo que hacen. No es cierto todo eso que dicen de ellos y de la coordinación. Esa es otra disculpa que usan para acabar nuestro proceso” (…) “Nosotros tenemos clara nuestra posición en la guerra, somos población civil organizada, exigimos nuestros derechos, queremos justicia”.
Luego de exigir su libertad el integrante de CAVIDA y antes de dejarlo salir, un grupo de los armados se acercó y le mostró un costal de dólares, agregando: “esto es lo que da el progreso”.
A eso de las 16:30 horas este integrante de la comunidad fue dejado en libertad, mientras que a SEGUNDO MANUEL MENDOZA, lo mantuvieron retenido durante toda la noche y lo trasladaron en cercanías del lugar conocido como Perancho, donde se encuentra un Resguardo Indígena.
* Viernes 8 de febrero a las 4:00 hora local salieron aproximadamente 300 hombres armados, vestidos de camuflado, 100 más de los que se calcularon el día anterior desde el punto conocido como El Perancho. Los armados dentro de la estrategia encubierta se separaron en tres grupos rodeando el caserío Quebrada Bonita – a una hora a pie de “Nueva Vida” – y de Santa Lucía – a una hora y media del Asentamiento.
En el caserío de Santa Lucía, donde se encuentra una de las zonas de cultivos de pan coger, los armados dieron la orden de desocupar: “ustedes aquí no vuelven, se van, pero no pueden regresar. De aquí no nos vamos, esto es nuestro. Se van ya, si en quince días volvemos y están no respondemos o trabajan con nosotros”
Entre las 10:00 y 10:30 hora local, un grupo de los armados fueron reteniendo a quince campesinos, mientras otro grupo rodeaba algunas viviendas. A uno de ellos TOMAS MONTERROSA, lo amarraron con las manos hacia atrás, lo tildaron de ser “miliciano”, luego, “guerrillero”, y lo presionaron para expresar dónde se encontraba la guerrilla. Al acercarse a una vivienda, a donde encerraron a una familia para que no observaran las acciones contra la integridad física de TOMAS, lo tendieron al piso, lo golpearon fuertemente, lo halaban de un lado a otro con un lazo para asfixiarlo, lo quemaron con sal, se le colocaron encima de su espalda. Entre tanto, a las testigas que escuchaban las expresiones de dolor del afrocolombiano, las obligaron a callarse. Luego de tres horas de interrogatorio, de intimidación y tratos crueles, a TOMAS lo dejaron nuevamente en libertad y lo amenazaron: “No vaya a denunciar, si lo hace, a donde lo encontremos, lo matamos. Es una bobada que se pongan a correr, tiene que acostumbrarse a nuestra presencia”
Hacia las 14:00 horas TOMAS recobró su libertad, luego de tres horas de malos tratos. Desde ese hora él se vio obligado a abandonar el territorio en el que vivió por muchos años.
A eso de las 10:15 hora local, muy cerca del lugar donde se encontraba TOMAS, un grupo de los armados en la estrategia paramilitar, rodeó una de las viviendas, lanzó varias ráfagas de metralletas contra varios pobladores de CAVIDA que caminaban hacia la zona de trabajo comunitario entre ellos RAMIRO VASQUEZ, quien desde muy tempranas horas de la mañana salió del Asentamiento “Nueva Vida” con la decisión de avisar a todos los que se encontraban en la zona de trabajo de Quebrada Bonita de las acciones armadas de los paramilitares. Ocho tiros de fusil, impactaron en el cuerpo de RAMIRO, mientras detuvieron a otros dos jóvenes de la comunidad de CAVIDA.
Hacia las 11:00 hora local, a la mujer de RAMIRO, los armados la retuvieron, junto con otros dos jóvenes. A ella la obligaron a cocinarles y la intimidaron colocándole un cuchillo en el cuello, la insultaron con groserías.
A eso de las 15:30 horas, amenazaron a los habitantes del Territorio de Vida que tenían retenidos que deberían quedarse callados o si no iban por ellos. Los armados ordenaron: “llévenlo al asentamiento y entiérrenlo”(…) “Si algo se sabe, los matamos, esto no lo pueden denunciar”. Los pobladores del Cacarica entonces subieron el cuerpo de RAMIRO en una mula hasta llegar al Asentamiento aproximadamente hacia las 17:30 horas.
Simultáneamente, a eso de las 10:00 hora local en cercanías de ese mismo caserío de Quebrada Bonita, los armados, tomaron a un joven de la Comunidad del Cacarica, CAVIDA, lo hicieron bajar del caballo, lo hicieron tenderse boca abajo en el piso y lo amenazaron con asesinarlo.
“Díganos, la verdad o se muere. En Quebrada Bonita hay milicia o hay guerrilla?” El joven les respondió: “Si quieren mátenme, pero los que existe en los asentamientos es población civil” Mientras lo tuvieron amarrado, agregaron: “a esos de justicia y paz, les tenemos ganas. Los coordinadores son unos corruptos. Entre Justicia y Paz, y la coordinación se han robado la plata. Se la pasan jugando. A eso le vamos a poner orden” (…) “venimos trayendo el progreso, no queremos matar a los trabajadores, buscamos a la guerrilla, no nos vamos a ir, así que pueden trabajar que nosotros les ayudamos” (…) “esos h.p de Justicia y Paz, ya avisaron”
A eso de las 14:30 horas lo desamarraron, y nuevamente lo amenazaron: “Si denuncia, lo matamos”.
A los pobladores del Cacarica, los armados les solicitaron documentos y nombre, los fueron registrando en una lista, y agregaban: “lo hacemos para que si se investiga esta muerte, saber quienes estaban aquí, o en caso que otro comandante los coja, decirles que el comandante MARIO ya los investigó y los soltó”. Muy cerca de Quebrada Bonita protegidos por unos armados, dos civiles, al parecer químicos, iniciaron la adecuación para el procesamiento de hoja de coca. Otros anunciaron que en 15 días regresarían para iniciar el proceso de la coca.
Otro de los comandantes de los armados, que se encontraba cerca de Quebrada Bonita, agregó: “nosotros volveremos dentro de 15 días, entraremos a los asentamientos. Nosotros sabemos quiénes son los sucios y los limpios. Nosotros sabemos quiénes son los sucios, los que no trabajan, los que se la pasan jugando dominó, que los líderes se cuiden porque ellos son los que se unen a la guerrilla” Muestran una lista, y empiezan a leer, nombre por nombre de los coordinadores de la Comunidad, y agregan: “a los internacionales los pondremos a mirar hacia la montaña, mientras hacemos lo que tenemos que hacer”. Otros sostuvieron: “no tenemos autoridad de matar a los monos, esos no tienen problemas con nosotros” (…) “esos asesores de Justicia y Paz son un problema, ladrones, tenemos ganas de matar”.
Otro grupo de los armados, a los pobladores civiles que mantenían amarrados, les manifestó: “este lugar es nuestro, nosotros ya lo dijimos, en junio”, “tenemos una propuesta de desarrollo que se va a desarrollar en todo el municipio” (…) “vamos a los asentamientos, vamos a sacar a todos los sucios, esté quién esté, en los próximos 15 días, esperen que vamos a entrar”,”Vamos a sacar a las familias, de esos sucios”, “los queremos ver a ustedes en La Balsa en una reunión”, ” la coca, es dinero en efectivo. Nosotros no somos narcotraficantes, pero pueden sembrar si quieren progresar y llenarse de plata” (…) “ustedes quieren ser otro municipio pero no hablan con las autoridades locales, y eso es un problema” (…) “vamos a volver a los asentamientos, estén los que estén” (…) Otros decían: “esas ONG son las que se interponen al diálogo que queremos sostener, si no queda otro remedio vamos a tener que hacerles algo, esos se comunican muy rápido” (…) “Tenemos que ver ese lío con los de Justicia y Paz, embusteros, explotadores y ladrones de la gente”
Las familias que estaban allí se fueron a los asentamientos después de que los paramilitares salieran del sitio, aparentemente el sábado hacia el medio día. Las familias se movilizaron a los asentamientos porque los paramilitares afirmaron “desocupen esta tierra porque si siguen aquí cuando volvamos, los matamos”.
* El sábado 9 de febrero hacia el medio día, los armados se movilizaron desde uno de los puntos de Quebrada Bonita hacia Villa Hermosa – La Raya, La Balsa y San José La Balsa.
Un grupo de los armados dentro de la estrategia militar encubierta permaneció entre los caseríos de Villa Hermosa La Raya y San Higinio hasta el miércoles 13 de febrero en horas de la tarde. De acuerdo con pobladores de la región entre Villa Hermosa La Raya y San Higinio – a 45 minutos del Asentamiento “Nueva Vida” – se estaría instalando una nueva base armada, favorecida por la apertura de canales realizada por la empresa Maderas del Darién, hasta enero 23 del 2002.
Desde hace cinco años, el 24 de febrero en horas de la madrugada, la vida de estas comunidades afrocolombianas, mestizas e indígenas se transformó debido a la “Operación Génesis”,dirigida desde la Brigada XVII, en cabeza del General RITO ALEJO DEL RIO, siendo Presidente el Dr. ERNESTO SAMPER PIZANO, en un accionar en el que participaron unidades por tierra, por agua y por aire, de las fuerzas regulares y las estructuras encubiertas del paramilitarismo, bajo el nombre de las “Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá”. Hace cinco años, los habitantes del Cacarica, que experimentaron el inicio de los bloqueos económicos, de las desapariciones forzadas y de los asesinatos selectivos en Turbo y en Riosucio, fueron testigos y víctimas de acciones simultáneas de bombardeos, de asesinatos bajo los peores métodos de la inquisición o de sistemas del nacismo, en el que participaron las unidades militares y civiles armados, vestidos de camuflado, entre los que se encontraban los civiles VICENTE MUENTES, CORNELIO MAQUILON, otro apodado “El Viejo”, hoy quiénes siguen participando en las estructuras armadas.
Hace cinco años en medio del terror, las comunidades afrocolombianas se vieron obligadas a buscar refugio en Panamá, donde se les negó ese derecho reconocido por los dos Estados; otros huyeron a Turbo y Bocas del Atrato, donde las autoridades locales –civiles, policiales– los recibieron como lo anunciaron los desplazadores. Desde hace cinco años, se han cometido más de 80 crímenes, que muestran un patrón y motivación similar, unos actores similares; las persecuciones, torturas, tratos crueles, desapariciones forzosas y asesinatos, los señalamientos y las amenazas, los bloqueos y las formas de control, las agresiones sobre los medios de subsistencia de la población no han cambiado. Las Torturas, los tratos crueles, los asesinatos como el de RAMIRO VASQUEZ persisten, los bloqueos económicos y el control desde Turbo, Tumaradó, Riosucio y Quibdó se mantienen; las bases armadas dentro de la estrategia “clandestina” y encubierta se sostienen en La Balsa, San José La Balsa, Villa Hermosa La Raya (Cacarica), en El Tres y El Dos, Piedrecitas (Turbo), El Totumo, Las Changas, El Mello (Necoclí), Santa Catalina, El Tomate, Valencia, Montería, San Pedro de Urabá, Mutatá, Belén de Bajirá (Córdoba y Urabá Antioqueño); Caño Seco, Riosucio, Zapzurro, Unguía, Santa María la Antigua del Darién (Chocó).
Desde hace cinco años a través de tres acciones de tutelas, de derechos de petición, de declaraciones, de las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las comunidades han realizado ingentes esfuerzos, exigiendo justicia por el desplazamiento forzoso de la “Operación Génesis” 1.997, y los asesinatos y las desapariciones; se han encontrado con la mentira, con las disculpas y con los pretextos, con la inacción y la justificación de esta inoperancia por la supuesta ausencia de “colaboración de las víctimas” o de sus “acompañantes” –como aparece en publicaciones que faltan a la verdad, solamente para argumentar y excusarse de sus responsabilidades, ocultando de paso las razones profundas de la impunidad, y atribuyéndola a quiénes han sido las víctimas de violaciones de derechos humanos (Estrategia Efectiva contra la Impunidad, Caso 1042. Ed. Imprenta Nacional. 2001 p.23); con procesos judiciales inexistentes, pues afirman, desconocer alguna demanda, con procesos –archivados o en preliminares, después de cinco años-, en procesos difusos y separados en fiscalías diversas –que ocultan la sistematicidad-; con la pérdida de las declaraciones rendidas por víctimas y de testigos ante oficinas estatales; con el inicio de procesos en los que se exige, como condición que las víctimas o los testigos no solamente declaren si no que además aporten las pruebas, de “otro tipo”; dejando de lado sus facultades investigativas y la recolección de pruebas técnicas en terreno, donde están las bases, los lugares de entrenamiento; en oficinas y lugares donde se encuentran quienes planean y ordenan los crímenes, y quienes los financian, todo ello conjuga el escenario nunca modificado de la impunidad, propios en nuestro erosionado Estado de Derecho.
Desde hace cinco años, todas las autoridades han conocido con certeza, con precisiones poco usuales, las amenazas y la implementación de los operativos militares, los lugares de reclutamiento, las rutas, las bases armadas dentro de la estrategia militar encubierta, clandestina o abierta, nada se ha hecho, nada ha sido realizado. Solamente nacen pretextos, disculpas y artilugios para justificar las irresponsabilidades, las omisiones, las connivencias, las articulaciones con estructuras criminales que han nacido, se han mantenido, se han consolidado en el seno del Estado. Desde el retorno de las comunidades se habla de acciones de combate y confrontación con estructuras armadas, de inspección ocular, los resultados son nulos; y además, se aduce que son falsas aseveraciones de los organismos de derechos humanos o de la comunidad internacional, que las fuentes no merecen credibilidad, a las pocas horas y con el paso de los días, las intimidaciones y las acciones criminales muestran que lo afirmado es cierto, es verdad … que las bases armadas de las estructuras encubiertas, clandestinas y abiertas que han distorsionado el uso de la fuerza regular existen y actúan con toda comodidad y privilegios en San José La Balsa, La Balsa, Riosucio. Pero no solamente es la inoperancia sino la tergiversación de lo afirmado, es la búsqueda de medios y de mecanismos para controvertir lo incontrovertible, para hacer ver a nuestra Comisión, a los misioneros y religiosas y religiosos, como obstáculo y como mentirosos, como sujetos creadores de infundios, de historias de ficción.
Desde hace tres años, la destrucción de un bien colectivo y universal, como el natural se ha visto sometido a un aprovechamiento ilegal de madera de la especie kativo, por parte de la empresa Maderas del Darién, sin que se hayan tomado las medidas de fondo por las autoridades ambientales. Pasado el tiempo, hasta el 23 de enero de este año, se han abierto nuevos canales para zonas de explotación maderable, en el territorio colectivo cerca del caserío de San Higinio, que amplían los que se han abierto en La Balsa y San José La Balsa, donde se encuentra la base armada dentro de la estrategia militar encubierta.
Hoy nuevamente en sus despachos, nuestra Constancia y Censura Moral, pues se está atentando integralmente contra un Proyecto de Vida en medio de la guerra, como otras experiencias en la región, que vienen siendo atacados integralmente a través de la estrategia militar encubierta, clandestina y abierta, que se expresó sin ningún recato desde la “Operación Génesis”, y de una propuesta social que fue anunciada desde junio del año anterior, con el proyecto agroindustrial de la Palma Africana desde las plantas en Belén de Bajirá, inaugurada con autoridades del alto nivel local y regional, así como la implementación del cultivo de hoja de coca.
Hoy las posibilidades de vida y del respeto a estas comunidades, solo es posible si se enfrentan las causas del desplazamiento y del nuevo poblamiento dentro de la estrategia militar del paramilitarismo, lo que exige, el urgente y cabal cumplimiento de la Política de Derechos Humanos y DIH, entre ellas el respeto a la presencia humanitaria internacional; con el enfrentamiento de los mecanismos de impunidad que han posibilitado que las mismas estructuras criminales que gestaron la “Operación Génesis” se mantengan, incluso, con sus mismos actores individuales, actuando o gozando de la plena libertad para matar con hambre, con balas y con mentiras, diciendo a la historia y a la humanidad que en el Chocó, nunca ha pasado nada, ni pasa absolutamente nada; con la aplicación de una Política auténtica de paz que enfrente no las manifestaciones de la violencia política sino sus causas reales y de fondo.
Si se quiere que los afrocolombianos sigan creyendo en la posible existencia de un Estado Social de Derecho, de defensa de los pobres y de los marginados, en sus manos está la posibilidad de respaldar la decisión comunitaria de impedir el aprovechamiento agroindustrial y de explotación industrial de los territorios colectivos hasta tanto cese el conflicto armado interno, y sean sus habitantes en condiciones básicas de libertad que puedan decidir sobre su territorio, su historia y su destino.
Estamos seguros que si hubiesen adoptado las medidas preventivas exigidas desde hace más de cuatro años, no se hubiese producido el asesinato de RAMIRO VASQUEZ y los tratos crueles contra TOMAS MONTERROSA, hoy obligado a salir del territorio donde vivió tradicionalmente, ni las intimidaciones, ni las amenazas que hoy soportan las comunidades del Cacarica, lo que ha sucedido más allá de los autores materiales recae en estructuras militares, y en omisiones institucionales, que se convierten en COMISION POR OMISION.
Estamos seguros que hoy es posible, frente al nuevo accionar de terror adobado con la seducción del progreso, el que las medidas exigidas en Derecho por la comunidad del Cacarica sean tomadas para evitar nuevos daños irreparables, tanto como la libertad de pensamiento, la libertad de organización, en sus manos está el que se pueda evitar que el territorio colectivo del Cacarica sea un lugar de sangre, un lugar de nueva explotación y de esclavitud.
En su conocimiento, la posibilidad de evitar daños irreparables contra la vida, la integridad física, y la inversión moral, ética y política, que se está desarrollando a través de un proyecto profundamente inhumano al que se quiere someter a las comunidades afrocolombianas del Cacarica, que expresó William Ospina en su poema: “Ellos son Poderosos”:
No digas que tienes sed, porque te darán un vaso con tu sangre.
No digas que tienes hambre, porque te servirán tus dedos cortados.
No digas que tienes sueño, porque te coserán con hilo los párpados.
No digas que amas a alguien, porque te traerán tu corazón putrefacto
No digas que quieres al mundo, porque multiplicarán los incendios
No digas que buscas a Dios, porque te llenarán de brasas la boca.
No diga que está bella el rocío que dulcemente cubre los campos,
porque en cada gota celeste inocularán pestilencia.
En memoria de RAMIRO VASQUEZ, y de los más de 80 asesinados y desaparecidos, de la persecución sistemática en que se encuentra la Comunidad retornada del Cacarica, nuestra apelación moral, para que cese tanta actuación de indignidad. A estos mecanismos de la infamia, frente a lo cuales, los invitamos a asumir sus responsabilidades, el texto del profeta Habacuq:
“¿Por qué me obligas a ver la injusticia y te quedas mirando la opresión?
Sólo observo robos y atropello
y no hay más que querellas y altercados.
La Ley, prácticamente, ya no existe,
nadie se comporta como es debido.
Como los malvados
tienen atemorizados a los buenos,
el derecho aparece
más torcido que nunca”.
COMISION INTERCONGREGACIONAL DE JUSTICIA Y PAZ
CC. Comunidad Internacional