Asesinan seis personas en una misma tarde en Saravena
En el centro poblado de Puerto Nariño, fueron ultimadas cuatro personas cuando se transportaban en un vehículo particular y fueron acribillados con impactos de arma de fuego, lo que constituye una masacre.
Las víctimas respondían a los nombres de Jhon Freddy Molina Restrepo, de 35 años de edad, Carlos Orlando Muñoz Hernández, de 54 años de edad, y los hermanos Carlos Fernando y Wilson Abril Triana, de 38 y 37 años respectivamente. Los organismos de investigación llevaron los cuerpos sin vida a la morgue de Saravena.
En la vía que de Saravena conduce al municipio de Fortul, hombres armados interceptaron un bus de transporte escolar, y procedieron a llevarse consigo al conductor para luego asesinarlo a la entrada del casco urbano de Saravena. El occiso fue identificado como JOSÉ Joaquín Velandia Galeano, de 25 años de edad.
En la vereda El Pescado, fue hallado el cadáver de un indígena quien no ha sido identificado.
Como ya lo habíamos denunciado, el día jueves 4, fue retenida la docente Ana Judith Agudelo, por dos jóvenes que llegaron a su sitio de trabajo en el CEAR de la vereda Monserrate de Arauca capital, y luego fue dejada en libertad por sus captores en territorio venezolano, y el viernes 5, en el municipio de Saravena fue retenido el docente Alexis Avellaneda Ardila, de quien no se conoce su paradero, ambos educadores son miembros de la Asociación de Educadores de Arauca ASEDAR.
Este escalofriante número de actos violentos, no solo aumenta la crisis social y humanitaria sino que hace que Saravena le dispute a Tame el primer lugar en muertes violentas y muestra el grado de vulneración en que nos encontramos, contrario a lo que se ha venido planteando por las autoridades civiles y militares de que este municipio es “un remanso de tranquilidad” como lo señalara el entonces comandante de la Estación de Policía, Mayor Juan Bautista Paiba, al Diario La Nación 15 día, durante la primera quincena de octubre, quien además indicó que la prioridad era cambiar la imagen que a nivel nacional existe de la región para permitir la llegada de los inversionistas.
No es un problema de imagen sino de una realidad con causas estructurales que mantiene un menosprecio absoluto por la vida y la dignidad de las personas, y le niega los más mínimos derechos y garantías, por lo cual requiere una salida que consulte al superación de esas causas y coloque al ser humano y el equilibrio con la naturaleza en el centro del quehacer cotidiano.
Por lo anterior los informes de riesgo que la Defensoría del Pueblo y el Sistema de Alertas Tempranas, ha venido efectuando, deben tener una concreción en medidas efectivas más allá del simple aumento del pie de fuerza.
Hacemos un llamado al Estado colombiano, a proteger de manera pronta y eficaz a la población civil, su integridad y sus bienes, investigar a través de los organismos de justicia y control los hechos denunciados y a castigar a los responsables.
A los actores del conflicto armado, reiteramos la exigencia de sacar de sus acciones bélicas de forma inmediata a la población civil y a trasegar caminos de superación de las causas que lo han generado.