Asesinado campesino de la balsita presión militar a niñas y niños de la comunidad de vida y de trabajo de la balsita
“La hierba se agota, la flor se marchita, mas la palabra de la Justicia permanece por siempre” Isaias 40, 8
RESUMEN
En desarrollo de la estrategia de control militar encubierto en la zona rural del municipio de Dabeiba, Puente Urama fue obligado a bajarse de un bus CARLOS GIOVANNI HIGUITA AGUDELO, y luego asesinado en un paraje que conduce del casco urbano de Dabeiba a Medellín el pasado domingo 3 de julio.
Días después, el 18 de julio, mientras las estructuras paramilitares mantienen su presencia en medio de las unidades de la Policía de Urabá y de las Fuerzas Militares, ejerciendo control sobre el ingreso y salida de habitantes, el transporte y la compra y venta de alimentos, 60 unidades militares participaron en un operativo contra la Comunidad de Vida y de Trabajo, ingresando a la Finca Caracolón La España, propiedad privada y de uso exclusivo de la población, intimidando a las niñas y niños, a los jóvenes.
A pesar de la exigencia de la comunidad y de las alertas realizadas a la Vice Presidencia de la República, los militares violando las disposiciones legales permanecieron en el sitio humanitario por 3 horas.
Los militares expresaron en desarrollo de las operaciones contra la población que tal vez hubiese sido mejor realizar la actuación como paramilitares para evitarse la presión.
Después del desplazamiento de la Comunidad de Vida y de Trabajo por las operaciones militares-paramilitares en el 2004, esta actuación de unidades regulares evidencia el desconocimiento de las Medidas Cautelares resueltas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la complicidad con las estructuras y estrategias de tipo paramilitar que persisten en esta región en medio de una falsa desmovilización en la comisión de delitos y crímenes como el de CARLOS GIOVANNI HIGUITA AGUDELO, uno más de los más de 500 crímenes cometidos por paramilitares desde 1.996
HECHOS EN DETALLE
* Domingo 3 de Julio, aproximadamente a las 11:15 a.m. en el puente de Urama, ubicado a 30 minutos del casco urbano del municipio de Dabeiba, “civiles” armados de la estrategia militar encubierta detuvieron la marcha del chivero – vehículo de servicio público -, obligando a bajar a CARLOS GIOVANNI HIGUITA AGUDELO de 23 años de edad.
Los paramilitares se movilizaron en tres motos desde el casco urbano de Dabeiba hasta alcanzar el automotor, luego de hacer bajar a CARLOS GIOVANNI, lo llevaron en dirección al sitio conocido como “El Cajón” en la carretera que conduce de Dabeiba a Medellín, en donde se encontró el cuerpo sin vida del poblador con signos de tortura. En este lugar suele ubicarse un puesto de control del ejército Nacional.
En horas de la tarde el cuerpo de CARLOS fue llevado a la morgue de Dabeiba.
El lunes 4 de julio el cadáver de CARLOS fue entregado a la familia que habita en la Zona Humanitaria de la Comunidad Civil de Vida y de Trabajo.
CARLOS GIOVANNY habitó en el poblado de La Balsa, y trabajó como jornalero en la finca conocida como “La Paloma” ubicada cerca al puente de Urama, y era padre de tres niñas.
* Lunes 18 de julio, hacia las 10:00 a.m. miembros del ejército Nacional ingresaron a la Zona Humanitaria de la Comunidad de Vida y Trabajo, ubicada a menos de 20 minutos del casco urbano de Dabeiba. Las 60 unidades militares de la Unidad 11 Contraguerrilla se distribuyeron, 10 se ubicaron en el lugar de las viviendas y los restantes afuera en el entorno de los límites de la propiedad con la zona montañosa y en la entrada del lugar humanitario.
Los que ingresaron a las viviendas abordaron a las niños y niñas con preguntas acerca de su desplazamiento, de los responsables del desplazamiento – afirmando los militares mismos que había sido la guerrilla –, les intimidaron y les ofrecieron dulces, les preguntaron por las actividades de sus padres, por los nombres del Presidente de la Junta, por las tiendas, por las actividades.
Minutos después a las niñas y niños, absolutamente intimidados, a pesar de la reacción de los adultos y los jóvenes, les entregaron las armas para que las sostuvieran, les ofrecieron dinero para comprar alimentos.
A las jóvenes les solicitaron dar su nombre, la edad, si tenían novio o no, les preguntaron por el nombre de los adultos dirigentes de la comunidad, los invitaron a vincularse a las fuerzas armadas, luego solicitaron alimentación y ofrecieron dinero para comprar gallinas por un valor tres o cuatro veces superior a los del mercado local.
Luego de la solicitud de los pobladores de abandonar el lugar porque este es una propiedad privada, es un lugar exclusivo de la población civil y de la insistencia de respeto a sus vidas, a su integridad personal y a su proyecto de vida, de afirmar su derecho a la verdad y a la justicia, los 10 militares se hicieron en la parte alta de la Finca.
Tres militares que se encontraban por la carretera principal por la cual se accede a la propiedad humanitaria, afirmaron en medio de algunos campesinos que transitaban por allí “arriba hay muchos sapos, ya nos sapearon, si hubiéramos dicho que éramos paracos no nos hubieran hecho salir”. Otro militar agregó disgustado, pero: “mejor fue así, sí no nos hubiéramos embalado más”
Al parecer los militares se refirieron a las llamadas realizadas a la Vice Presidencia de la República y la Defensoría Nacional, diez minutos después del ingreso de los militares al lugar humanitario.
Después de 3 horas de permanecer en el lugar de habitación de la Comunidad de Vida y de Trabajo, los militares se agruparon todos en la parte alta y externa de la propiedad humanitaria hasta el día martes 19 a las 13:00 horas.
Mientras han ocurrido las actuaciones militares en operaciones “regulares” y las irregulares a través de la estrategia paramilitar, en el casco urbano de Dabeiba enfrente de las autoridades civiles, militares y policiales, los paramilitares vestidos de civil ejercen control en las plaza de marcado, la plaza principal, las tiendas de abarrotes, los sitios de comunicación pública, se pasean e ingresan a la estación de policía, algunos se movilizan en una camioneta 4 puertas color negra marca Toyota de placas FBO 396 de Envigado o en motos siguiendo a los habitantes de la zona rural, imponen un control de alimentos que no puede exceder los 30 mil pesos (U.S $ 12) por familia.
LINEAS DE INTERPRETACION
Un nuevo daño irreparable a la vida e integridad personal de habitantes de Dabeiba, de la zona rural. La práctica de la ejecución extrajudicial, precedida del seguimiento, de la bajada de un bus, de la tortura y del lanzamiento del cuerpo en parajes perfectamente identificados, es una técnica desarrollada desde 1.996.
El asesinato de CARLOS GIOVANI se suma a un largo memorial de vidas humanas destruidas en desarrollo de la estrategia paramilitar, en esta ocasión, por estructuras en apariencia en proceso de desmovilización con asiento en Santafé de Ralito.
Las actuaciones militares, policiales evidencian la tolerancia, la connivencia, la complicidad de actuación con estructuras criminales sobre el papel ilegales pero “legitimadas” por la actitud institucional, que ha sido conocida desde 1.996 por los Gobiernos Nacional de ERNESTO SAMPER, ANDRES PASTRANA y el de ALVARO URIBE VELEZ.
La política de seguridad del Presidente URIBE es la reingeniería del aparato militar, de la concepción de la paz –pacificación- y del espejismo de la “justicia y la paz”, de la negación de derechos y garantías para lo disímil en las lógicas unanimistas y militaristas.
Lo que hoy continúa sucediendo en Dabeiba es la expresión de la institrucionalización del paramilitarismo, lógica de actuación propia de las Fuerzas Militares, como puede reflejarse por el diálogo sostenido entre los militares que operaron en la reciente incursión a la Comunidad de Vida y de Trabajo de La Balsita.
Los hechos reflejan igualmente, la ausencia de un Plan en derechos Humanos pues el cinismo seria incoherente con la aplicación de los principios de Un Estado de Derecho . Es evidente el desconocimiento fáctico de las Recomendaciones del sistema de Naciones Unidas, de las medidas Cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por tanto, de los derechos de la población que afirma integralmente sus Derechos a la Verdad, a la Justicia y a la Reparación Integral
Bogotá, 20 de julio de 2005
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ