Arturo Alape

En la hoguera de las ilusiones, un abrazo a quienes Arturo ama, en sus ideales de justicia que en los sueños inacabados, en sus amistades cosechadas unas lágrimas, cantos de boleros, y una andadura en su memoria

Foto tomada del Diario El Tiempo, edición 081006 Claudia Rubio-EL TIEMPO

Arturo Alape, el nombre que asumió como expresión de su crítica, de su rebeldía estética, de su mirada histórica transformadora en los escritos, los ensayos, los más de 25 libros y en su pintura.

Ahora se encuentra en ese paso a la historia con Cristina Salazar, René García y tantos otros.

Alape, 67 años de búsqueda, de construcción social, de investigación de las historias no oficiales, relatos de barrios populares, de imaginarios y relatos colectivos que desentrañan las razones de la guerra socio política, de la guerra social en los barrios, el rastreo de las primeras desapariciones forzadas

Carlos Arturo Ruiz nació en Cali, Arturo Alape es memoria de Colombia. Desde ‘El Bogotazo: memorias del olvido’ pasando por las biografías de ‘Tirofijo’, pasando por la Paz y la Guerra, Testigos de Excepción, la Hoguera de las Ilusiones hasta ‘El cadáver insepulto’, se rastrean las historias negadas y del olvido

Arturo Alape murió guerreando no solo a la leucemia si no al sistema de salud, inequitativo e injusto que padecen la mayoría de los colombianos. Arturo Alape no asumió el goce de los privilegiados, se negó a ser un cortesano.

Desde hace muchos años, por su libro “La Hoguera de sus ilusiones” se encontró con nuestra Comisión de Justicia y Paz, conoció la experiencia de los parceros de Cali, conoció “A lo Bien Parce” una investigación de diversas organizaciones sociales y de derechos humanos en lo que se mostraba la práctica del genocidio juvenil, que hoy persiste.

Arturo Alape socializo su conocimiento, sin retribución económica, en círculos de formación de estudiantes de la Universidad Javeriana, Universidad Nacional que hoy son parte de nuevas generaciones defensoras de derechos humanos. Con generosidad participó en los procesos de formación de Memoria – Comunicación y Derechos Humanos de nuestra Comisión de Justicia y Paz. Y el año pasado Arturo Alape participó en el diplomado del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado.

Hoy se exhuma su memoria, aunque su vida biológica, sus restos sean cremados.

Así, Alape, abierto, autocrítico, dialógico, solidario, irreverente, alfarero de la memoria popular, de la historia. Arturo Alape ha pasado a la historia, es parte de la memoria de la resistencia social.

Bogotá, D.C. octubre 09 de 2006

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz