Ariari Meta, daños irreparables y control parainstitucional
Nuestra Constancia y Censura Moral ante los nuevos Crímenes, daños irreparables a la vida e integridad personal de los habitantes del Ariari que comprometen la responsabilidad estatal a través de la Policía Nacional y el Batallón 21 Vargas.
Bogotá, D.C Noviembre 14 de 2005
FRANCISCO SANTOS
Vicepresidente de la República
SABAS PRETEL DE LA VEGA
Ministro del Interior
CAROLINA BARCO
Ministra de Relaciones Exteriores
MARIO IGUARAN
Fiscal General de la Nación
EDGARDO MAYA VILLAZON
Procurador General de la Nación
VOLMAR PEREZ
Defensor Nacional del Pueblo
Ref: Ariari Meta, daños irreparables y control parainstitucional
Crimen proyectas sin cesar…Amas el mal más que el bien, la mentira más que la justicia… por eso Dios te aplastará, te arrancará por siempre… te extirpará de la tierra de los vivos.” Salmo 52
Reciban un respetuoso saludo
Nuestra Constancia y Censura Moral ante los nuevos Crímenes, daños irreparables a la vida e integridad personal de los habitantes del Ariari que comprometen la responsabilidad estatal a través de la Policía Nacional y el Batallón 21 Vargas.
En un contexto de absoluto control militar del Batallón 21 Vargas y de “civiles” armados de la estrategia paramilitar del Bloque Centauros, se produjo la tortura y asesinato del líder comunitario DIEGO GUTIERREZ, Vicepresidente de la Junta de Acción Comunal del caserío Malavar, el pasado 13 de marzo.
El daño irreparable se produjo en medio de las permanentes movilizaciones de unidades regulares e irregulares entre el caserío Malavar, Medellin del Ariari y El Castillo, al que se suman puestos de control en lo que se evidencia la connivencia y unidad de acción de militares, policía y la estrategia paramilitar. Situaciones que han sido constatadas por diversos organismos internacionales de Europa y Estados Unidos, quiénes se han visto sometidos a las acciones de control paramilitar y han evidenciado la connivencia de estrategias militares institucionales y las encubiertas de tipo paramilitar.
* Lunes 8 de agosto, en el consejo municipal de atención a la población desplazada el alcalde del municipio de El Castillo ratificó la expedición de la medida del Decreto No. 010 acerca de la restricción de bienes de supervivencia alegando que en un consejo de seguridad se evalúo que la guerrilla obliga a los campesinos a llevarles el mercado, por lo que se requiere de la restricción de los alimentos.
* Martes 9 de agosto, ingresaron a media mañana tres camiones con semillas de palma aceitera en dirección al caserío de Caño Tigre, municipio de El Castillo, es para un semillero de 10 hectáreas.
De acuerdo con relatos de pobladores de la región, el cultivo de palma aceitera en el municipio de El Castillo esta siendo impulsado como parte de la implementación de la política petrolera y de producción de biodisel.
* Domingo 28 de Agosto, en el casco urbano de Medellín del Ariari el comandante paramilitar del municipio El Dorado conocido como “Colacho” permaneció en este corregimiento en compañía del comandante paramilitar de Medellín del Ariari de nombre JULIAN conocido como “Caballo”.
* Lunes 29 de agosto, a las 9:45 a.m. ingresó al perímetro urbano del corregimiento de Medellín del Ariari la ambulancia del centro de salud del municipio de El Castillo, la que estacionó en el sitio conocido como “El Esquinazo”.
En el lugar se encontraban “civiles” armados de la estrategia paramilitar entre ellos, el “Caballo” y el “Pipa” quienes subieron tres bultos al interior de la ambulancia. Minutos después el vehículo de uso médico, salió escoltado por cuatro motocicletas en las que se movilizaron entre otros los paramilitares.
* Jueves 22 de septiembre, hacia la 1:00 p.m. en el sitio conocido como la “Y” de Puerto Unión a la altura del puente sobre el río Caño Embarrado, “civiles” armados y uniformados de la estrategia militar encubierta obligaron a detenerse a un bus de servicio público en el que movilizaban veinte campesinos de la Comunidad Civil de Vida y Paz, acompañados por religiosas y religiosos de la Iglesia Católica colombiana y de los Estados Unidos.
Al bus se acercaron tres armados con prendas de uso privativo de las fuerzas militares sin ninguna identificación de nombre o insignias y uno con pañoleta de color negro donde se alcanzaba a leer las letras “tauros”. Uno de los armados expresó “nosotros somos nuevos por acá,. hubo cambio de tropa, no conocemos a la gente. Nos parece extraño que por aquí entren buses de servicio público moviendo tanta gente. Ustedes para donde van?.”
Luego de recibir las respuestas, el uniformado se apartó y habló por radio, luego de unos minutos ordenó a todos bajarse del bus. Minutos después expresó que al regresar “se iba a ver que hacían con ellos”.
Este día en Medellín del Ariari a escasos 5 minutos en carro de la “Y” de Puerto Unión, se encontraban tropas del Batallón 21 Vargas de la Brigada VII.
* Viernes 23 de septiembre, en horas de la mañana pobladores de la región observaron que los mismos uniformados que se encontraban el día anterior en el retén de la “Y” de Puerto Unión, se encontraban en Medellín del Arari, pero esta vez en sus uniformes portaban insignias del Batallón 21 Vargas, Brigada 7. Dentro de los efectivos militares se encontraba quien el día anterior portaba la pañoleta y el radio de comunicaciones con distintivos de sub teniente del ejército.
* Domingo 25 de septiembre, hacia el medio día en Medellín del Ariari se observó la presencia simultánea del ejército y de reconocidos “civiles” armados de la estrategia paramilitar.
Durante todo la tarde se sostuvo la presencia combinada permanente.
En horas de la tarde de este día, se escuchó que en el corregimiento de Puerto Esperanza se asentarán núcleos de los próximos desmovilizados del Bloque Centauros.
* Jueves 13 de octubre, “civiles” armados de la estrategia paramilitar de Medellín del Ariari, municipio El Castillo, torturaron y asesinaron a DIEGO GUTIERREZ sobre la vía que comunica de este corregimiento al caserío Malavar, donde suelen movilizarse en acciones de control.
DIEGO GUTIERREZ era vicepresidente de la Junta de Acción Comunal – JAC de este poblado. DIEGO había salido del caserío en horas de la mañana en su bicicleta hacia el casco urbano del municipio con el fin de reclamar unas estufas y cilindros en la empresa Colgas S.A..
Hacia las 11:00 a.m. fue visto saliendo del casco urbano de El Castillo con dirección al caserío Malavar montado en su bicicleta, llevando consigo un pequeño mercado para su familia en una bolsa.
Hacia las 5:00 p.m. pobladores exigieron a los paramilitares que se encuentran en Medellín del Ariari entregar a DIEGO, sin que estos respondieran positivamente.
De regreso al caserío Malavar, a un kilómetro de la vía principal que comunica hacia El Castillo encontraron rastros de una bicicleta, 200 metros entre un sembrado de yuca y plátano encontraron el cuerpo sin vida de DIEGO. El cadáver de DIEGO presentó 14 puñaladas en el lado izquierdo de su cuerpo, los testículos cortados, sin la oreja del lado izquierdo, los dientes partidos, hojas de plátano dentro de la boca, señales en las manos de haber sido amarrado. Al lado del cuerpo estaba un lazo y la bicicleta.
El cadáver de DIEGO permaneció en el sitio hasta las 11:00 a.m. del viernes 14 de octubre, cuando fue realizado el levantamiento por parte del Inspector de Policía de El Castillo y miembros de la Policía del municipio.
Ocho días antes del hecho tropas del Batallón 21 Vargas de la Brigada 7 hicieron presencia en el caserío Malavar durante varios días. Posteriormente se dirigieron hacia Medellín del Ariari donde permanecieron hasta el 13 de octubre. Un día después del asesinato de DIEGO GUTIERREZ volvieron al caserío Malavar, mientras los “civiles” armados merodeaban el poblado.
Tres meses antes, el lunes 11 de julio, en el caserío de Malavar, a las 10:30 p.m. unidades militares del Batallón 21 Vargas ingresaron a la casa del poblador FELIX GUTIERREZ GONZALEZ, hermano de DIEGO, luego de encañonarlo y esposarlo, sin presentar ninguna orden judicial de detención, se lo llevaron en la sede del batallón 21 Vargas en el municipio de Granada, en donde permaneció durante 12 horas.
* Domingo 23 de octubre, hacia la 1:30 p.m. hombres con armas largas y cortas, y vestidos de camuflado a la altura del sitio conocido como la “Y” de Puerto Unión, ubicado a cinco minutos de Medellín del Ariari detuvieron la marcha de un bus de servicio público en el que se movilizaban 39 adultos mayores, niños, jóvenes, mujeres y hombres de la Comunidad Civil de Vida y Paz, quienes se encontraban acompañados por miembros de la iglesia católica colombiana y de Estados Unidos, observadores internacionales de derechos humanos del norte de América y de Europa y de nuestra Comisión de Justicia y Paz.
Los armados exigieron a uno de los pasajeros bajarse del bus y entregar la cámara de video, alegando que, “esa cámara debía ser revisada por un técnico”.
A pesar de la solicitud respetuosa por parte de los integrantes de la comitiva de respetar su libre movilización y de entregar la cámara, uno de los uniformados la retuvo e inició una comunicación por radio.
Los acompañantes solicitaron conocer la identidad de los armados y uniformados. Unos de ellos expresaron que eran “ejército de Colombia”, otro que llega segundos después manifestó: “nosotros somos autodefensas” Mientras que otro grupo requisaba las maletas y los bienes de los restantes pasajeros
15 minutos después, aproximadamente, uno de los uniformados regresó la cámara de video, manifestando: “tomen y sigan su camino. Por acá nos vamos a estar mirando? Ustedes van a seguir viniendo. Los acompañantes expresaron que se iba a estar en la zona en el proceso de preparación del retorno. Uno de los armados dio posteriormente la orden de seguir.
A eso de las 2:30 p.m. el vehículo de servicio público fue obligado por estos mismos armados y uniformados luego de dejar a los pasajeros en Puerto Esperanza. Su conductor fue sometido a un intenso interrogado. “Usted va a ser el conductor que siempre va a venir con esta gente? Cuándo vuelve?.” Quíenes pagan el viaje? Por qué tanta gente? Quiénes son esos desplazados? Por qué vienen ahora? Cuándo se regresan?
Durante el día, efectivos del Batallón 21 Vargas de la Brigada 7, acamparon a la entrada de la vía que conduce al caserío Playa Rica, distante a 5 minutos aproximadamente en carro de la “Y” de Puerto Unión.
* Lunes 24 de octubre, hacia el medio día los armados y uniformados ubicados en la “Y” de Puerto Unión, levantaron el retén allí instalado y se dirigieron hacia el sitio conocido como “La Meseta” en el municipio de El Dorado.
* Martes 25 de octubre, unidades adscritas al Batallón 21 Vargas, de la Brigada 7 hicieron presencia en el casco urbano de Medellín del Ariari, al tiempo que se mantenía la presencia de “civiles” armados de la estrategia paramilitar en el casco urbano, ejerciendo acciones de control poblacional.
En desarrollo de la estrategia encubierta se volvió a instalar el retén en el sitio conocido como la “Y” de Puerto Unión.
* Miércoles 26 de octubre, nuestra Comisión de Justicia y Paz en horas de la mañana conoció que luego del asesinato de DIEGO GUTIERREZ GONZALEZ tres pobladores del caserío Malavar fueron amenazados y obligados a abandonar la región. En desarrollo de la estrategia de terror a una comunidad que no ha logrado ser desplazada desde el 2002, los paramilitares han expresado que poseen una lista de sus objetivos militares y han presionado a algunos campesinos a vender sus fincas.
* Sábado 29 de octubre, hacia las 11:00 a.m. el bus de servicio público que se dirigía hacia Puerto Esperanza con el objetivo de recoger a los integrantes de la Comunidad Civil de Vida y Paz y sus acompañantes internacionales y nacionales fue obligado a detenerse por “civiles” armados de la estrategia paramilitar.
Los paramilitares requisaron de manera exhaustiva el vehículo durante 30 minutos, mientras el conductor del vehículo era interrogado acerca de la Comunidad Civil de Vida y Paz, de las actividades que realizan, de la razón de la presencia de tantos externos, de quien costeaba la movilización, de la labor de la iglesia local y de los acompañantes con los desplazados. A pesar que el conductor manifestó que de la situación tenía conocimiento el ejército nacional desde el pasado domingo 23, pues ya lo habían interrogado en la “Y” de Puerto Unión, uno de los civiles” se molestó y expresó: “Ah, ya” Segundos después agregó: “nosotros no conversamos con ellos, nosotros somos autodefensas, no somos los mismos”.
Treinta minutos después dejaron continuar el recorrido del bus.
Hacia las 2:00 p.m. de regreso los integrantes de la Comunidad Civil de Vida y Paz con los acompañantes regresaron a Medellín del Ariari, donde descansaron por unos minutos en la iglesia parroquial.
Mientras descargaban algunos enseres, una mujer de la Comunidad Civil de Vida y Paz fue abordada por dos “civiles” armados de la estrategia paramilitar quienes la interrogaron “Ustedes quienes son y por qué vienen juntos ?. Qué es lo que se mueve en ese carro?”, Luego de dar respuesta, le manifestaron: “díganle a toda esa gente que hoy no se van temprano de Medellín.Ese bus no se puede ir temprano, hoy vamos a realizar una investigación a fondo de todos”.
A las 2:30 horas el bus partió hacia la ciudad de Villavicencio al salir de Medellín del Ariari los “civiles” armados de la estrategia paramilitar se ubicaron a la salida del pueblo observando al paso del bus a sus ocupantes, sin realizar ninguna acción más.
Treinta minutos más tarde el bus fue detenido sobre el puente “La Amistad” por unidades militares del Batallón Albán, quienes realizaron una requisa al vehículo y solicitaron la identificación de todos los ocupantes del bus. Luego de 10 minutos aproximadamente el vehículo pudo continuar su recorrido hacia Villavicencio.
Nuestra Constancia y Censura Moral pues desde enero de 2002 se ha desatado una operación contrainsurgente en el Ariari con una estrategia regular del ejército nacional que coincidió con operaciones de tipo paramilitar, la que ha dejado como resultado más de 700 familias desplazadas, más de 200 crímenes de Lesa Humanidad, la apropiación y compra de tierras, y la consolidación de la parainstitucionalidad en los cascos y perímetros urbanos de esta región. Hoy continúa siendo evidente que las presencia institucional se encuentra en connivencia con los “civiles” armados de la estrategia paramilitar, dejando en tela de duda la legalidad y la legimitidad de las Fuerzas Militares que operan en la zona bajo la dirección de la Brigada 7 y entendemos que con financiación de recursos del Plan Colombia.
De manera recurrente, los hechos que han sucedido en el caserío Malavar en los últimos tres años han estado precedidos de una fuerte presencia militar y su sorpresiva salida día combinadas con el ingreso de “civiles” armados de la estrategia paramilitar, luego de la connivencia en el casco urbano de Medellin del Ariari. El asesinato de este líder campesino, promotor de la comunidad, DIEGO GUTIERREZ se suma al de OCTAVIO FLOREZ (1 de junio de 2003), al de ELIAS FAJARDO (30 de agosto de 2003), al de PIO QUINTO HERNÁNDEZ y HUMBERTO HERNÁNDEZ (28 de octubre de 2003), al del estudiante de 17 años de edad JUAN CARLOS GUIZA (11 de enero de 2004), al ametrallamiento a un vehículo de servicio público, donde resultaron heridas cinco personas (28 de febrero de 2005). A estos asesinatos, se suma la detención arbitraria de FELIX GUTIERREZ. actuaciones dirigidas contra pobladores significativos de la comunidad que han evitado desplazarse por las operaciones militares o irregulares desarrolladas desde enero del 2002 por el ejército nacional y los paramilitares y que han afirmado su derecho a la residencia en medio de las confrontaciones eventuales con la guerrilla de las FARC EP y las Fuerzas Militares
Nuestra Constancia ante el desconocimiento de los Derechos de las comunidades desplazadas. La experiencia de la Comunidad Civil de Vida y Paz construida en la casi absoluta marginalidad empieza a encontrar los primeros tropiezos para la consolidación de su propuesta de Retorno a una Zona Humanitaria. Al retorno las autoridades se han opuesto al de la Comunidad Civil pero han fomentado retornos de familias de manera individual, para los primeros se afirma que no hay garantías para los segundo sí. Qué coherencia existe en la atención a los desplazados y en la aplicación de la política de seguridad, a quién se protege ?.
A pesar de los explicito de las Medidas Cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para la Comunidad Civil de Vida y Paz, que define entre otros referentes los Principios Rectores Deng estas han sido desconocidas por el Gobierno Nacional, respecto a la protección y al derecho a la Justicia.
La legitimidad de las actuaciones estatales se lograría si hubiese evidente resultados operativos con el enfrentamiento de las Fuerzas Militares a las estructuras criminales paramilitares que se encuentra enquistadas en la región. Si hubiera justicia, si por una única vez, la Fiscalía General de la Nación asumiera de fondo y en serio una actitud de esclarecer, de sancionar a los victimarios que hoy se pasean a la vista de todo el mundo, disfrutando de la libertad incondicional que le propicia el crimen perfecto amparado en el Estado
En la región del Ariari ha coincido la fase de arrasamiento militar/paramilitar con posteriores procesos de judicialización y el control parainstitucional con presencia permanente de “civiles” paramilitares y fuerza pública, el control comercial, de circulación, de bienes y de alimentos, en coincidencia con la expedición de la Alcaldía de El Castillo del Decreto No. 010 con el cual el Alcalde ARBEY MARTINEZ GONZALEZ, que se refiere a la restricción de alimentos a la zona rural del municipio El Castillo ordenada por el ejército con compras no superiores a un valor de $ 100.000 (U.S, $ 35), las cuales deben ser autorizadas con una firma de la Fuerza Pública en El Castillo.
Nuestra Censura moral ante la presencia militar/paramilitar como la naturalización de los mecanismos de control y de la restricción de los derechos de la población. La cotidianidad militarizada ha propiciado el embarazo incrementado de niñas entre los 14 y 16 años de edad, como es el caso de 20 niñas estudiantes han sido embarazadas en coincidencia con la presencia y presión militar en muchos casos
La cotidianidad militarizada, la intimidad controlada, la connivencia sin estupor, el acostumbramiento al control. La vida restringida en sus derechos básicos como la libertad de pensamiento, de expresión y de organización sometida a la fuerza violenta o a la fuerza como seducción. La libre movilización controlada, y las posibilidades de retorno cuestionadas por una legitimidad en entredicho
Ya nada genera estupor, todo se vuelve cotidianidad oprimida como si fuera libertad. Y viene la etapa del progreso agroindustrial teñido de sangre y envestido de olvido.
A través de nuestra Constancia los apelamos a que actúen evitando nuevos daños irreparables en consonancia con sus responsabilidades institucionales con el desmantelamiento de estructuras encubiertas de tipo paramilitar, con investigaciones prontas y eficaces interpretadas como crímenes de Lesa Humanidad por el tipo e intencionalidad y estructuras responsables, posibilidad única, estamos convencidos, de la reconstrucción de los principios del Estado de Derecho.
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ