Amnistía Internacional, al lado de las víctimas, Presidente Uribe.
Amnistía Internacional se pronuncia ante las graves afirmaciones realizadas ayer por el Presidente ALVARO URIBE VELEZ. Sus afirmaciones cuestionan, nuevamente, la legítima defensa de los Derechos Humanos en Colombia, el Derecho de las víctimas de violaciones de Derechos a afirmar la Verdad, la Justicia y la Reparación integral. La legítima afirmación integral de los derechos de los colombianos ante políticas que desconocen el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. El Derecho que nos asiste a los colombianos, de modo particular, a las víctimas de violaciones de derechos humanos, a las víctimas de la guerra a la solidaridad internacional, a la presencia y actuación humanitaria internacional, a ejercicio de la Verdad y de la Memoria.
Como ayer y como hoy, la labor de defensa de los derechos humanos, expresión legítima de defensa de los consensos universales de protección a la dignidad humana, se enfrentan al Muro del Silencio, se enfrentan a esas verdades que muestran la erosión del Estado de Derecho en Colombia.
El Comunicado de Prensa de Amnistía Internacional de hoy.
Colombia: Amnistía Internacional está siempre con las víctimas de los abusos y violaciones de los derechos humanos, sea quien sea el autor.
Esta es la enérgica respuesta de Amnistía Internacional (AI) quien ha rechazado categóricamente las graves acusaciones del Presidente Álvaro Uribe, en el sentido de que la organización “no condena las violaciones al derecho internacional humanitario cometidas por los grupos guerrilleros” y “legitima el terrorismo”.
“Las acusaciones del Presidente, hechas el 16 de junio de 2004 durante una ceremonia de ascenso de la Policía colombiana, son inexactas e inaceptables. AI, en sus informes y publicaciones, ha expresado reiteradamente su rechazo y condena a las violaciones del derecho internacional humanitario cometidas por los grupos guerrilleros, al igual que a los abusos cometidos por paramilitares o fuerzas estatales. Le solicitamos al señor Presidente leer detenidamente nuestros informes antes de lanzar acusaciones infundadas y falsas.”
La masacre de 34 personas en La Gabarra el 15 de junio, atribuida por las autoridades a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), es repudiable y de comprobarse que las víctimas fueron muertas en estado de indefensión sería una gravísima violación al derecho internacional humanitario que constituiría un crimen de guerra. “AI insta a que haya una investigación a fondo, a que los responsables sean llevados ante la justicia y a que las autoridades brinden protección y ayuda humanitaria a los sobrevivientes y a los familiares de las víctimas”.
El Presidente se preguntó en su discurso “¿con quién se queda Amnistía Internacional?”. La respuesta es y siempre ha sido, que Amnistía Internacional se queda con las víctimas de las violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario, sea quien sea el autor. Amnistía Internacional se pregunta si es que el gobierno tiene el mismo compromiso con las víctimas, ¿por qué insiste en la implementación de políticas contrarias a las recomendaciones en materia derechos humanos de la Naciones Unidas? “Lo que AI y la comunidad internacional observan es la promoción de políticas que fomentan la impunidad enviando un mensaje a los actores armados en el conflicto interno colombiano de que pueden seguir cometiendo atrocidades sin ser llevados ante la justicia.”
En vez de responder ante las legítimas preocupaciones internacionales sobre sus políticas, el Presidente Uribe parece intentar desviar la atención de la opinión pública atacando a los que trabajan en defensa de los derechos humanos. “Una vez más vemos como este gobierno intenta deslegitimar a las organizaciones de derechos humanos para ocultar el alcance real de la crisis de derechos humanos y su responsabilidad en ella”.
Estos ataques contra Amnistía Internacional se dan coincidiendo con los esfuerzos del gobierno colombiano de conseguir el respaldo de la Unión Europea al proceso de diálogo con paramilitares y en el proceso de paz que se busca iniciar con el grupo guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Amnistía Internacional espera que la comunidad internacional siga manteniéndose firme insistiendo en que tales procesos no terminen garantizando la impunidad de los responsables de violaciones de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario.
El presidente dice que no quiere “quedar formalito ante Amnistía Internacional.” Amnistía Internacional tampoco quiere formalismos, lo que quiere es un compromiso real con los derechos humanos por parte del gobierno colombiano.
Bogotá, D.C. 17 de junio de 2004
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz