Amenazas de muerte por exigencia de verdad
El lunes 9 de marzo, a las 4: 00 p.m dos paramilitares amenazaron de muerte a la familia Hernández Torres y toda su familia si seguían participando en el proceso judicial por el asesinato de su hijo Óscar Hernández Torres.
Los paramilitares vestidos de civil y con armas llegaron a la casa de los afrocolombianos y expresaron: “dígale que si sigue presentando esas audiencias la matamos o matamos su hija ” (…) nosotros somos muchos y los vamos a recoger a toditos”
Maria Nieves, su esposo y su hija Mayra Fernanda Torres Riascos, reciben esta amenaza justo en medio del avance en el proceso jurídico que se adelanta en contra del autor material del asesinato de Oscar Fernando Hernandez Torres, el proceso se encuentra en etapa preparatoria de juicio.
Mientras paramilitares rondaban en el Espacio Humanitario a las diez de la noche, del 9 de marzo, los paramilitares llamaron a la lideresa María Nieves Torres, ya no para persuadirla con amenazas para desistir de su demanda penal por el asesinato de su hijo, Óscar Fernando Hernández Torres, sino para ofrecerle 20 millones de pesos (10.000 U.S) si desistía de la denuncia.
Horas antes, a las 12:00 p.m fue visto el paramilitar alias “Pempé” transitando frente a la casa de la familia de María Nieves. “Pempé” es parte de la estructura paramilitar responsable del asesinato de Óscar y se fugó hace pocas semanas de la cárcel.
La amenaza demuestra la ausencia de garantías para los derechos a la verdad, a la justicia y reparación integral.
Domingo 8 de marzo, a las 9:15 pm ingresaron dos presuntos paramilitares por la puerta principal del Espacio Humanitario sin ser requisados por la policía.
La comunidad los abordó y exigió su retiro solicitando a la policía su intervención. La policía constató que los individuos no portaban documentos de identidad.
Los sujetos son vistos regularmente en barrio Santa Mónica, Comuna 4 del Distrito de Buenaventura, con paramilitares.
Esa misma noche a las 11:00 pm un paramilitar ingresó al Espacio Humanitario Puente Nayero y se dirigió hacia el sector de marea sobre el puente El Piñalito, allí desenfundó un arma corta e hizo dos disparos al aire, luego gritó entre otras cosas: “estos hijueputas no lo dejan tranquilo a uno“.
El conjunto de hechos demuestra la incapacidad institucional de la fuerza para enfrentar y desestructurar el neoparamilitarismo.
Bogotá, D.C. 9 de marzo de 2015
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz