Amenazas de incursión paramilitar mientras crece la palma
En el día 10 de agosto se conoció una nueva amenaza de incursión a la Zona Humanitaria de Caño Manso en el Territorio Colectivo de Curvaradó, la que se realizaría luego de que se concerté la salida de unidades de la Brigada 15 del perímetro del lugar.
Esta planeación criminal se suma a la serie de amenazas, de hostigamientos que se realizan contra los habitantes de las Zonas Humanitarias y Zonas de Biodiversidad de Curvaradó y Jiguamiandó, en medio de la extensión y ampliación de la siembra de palma, de yuca, de banano y de extensión ganadera. Operaciones empresariales en contra de los derechos de las comunidades negras y mestizas, a quienes, aún no se les ha restituido los predios y a quiénes mediante distintos mecanismos de presión se les impone un modelo de desarrollo vinculado a la agroindustria.
Acción Social a través de su poder en cabeza de Luis Mario Gaviria, hermano de ex asesor José Obdulio Gaviria, viene presionando tales iniciativas de desarrollo desconociendo el derecho. De tiempo atrás ha beneficiado a repobladores de los grupos paramilitares y de los empresarios de ocupantes de mala fe. En los últimos días, abusando de su poder, invitó por intermedio de un tercero a WILLINGTON CUESTA un afrocolombiano, líder comunitario, acusado injustamente de un crimen que no cometió, a reinsertarse ofreciendo algunos beneficios materiales.
Hoy a través del repoblamiento y de las operaciones de ex y de paramilitares, en medio de la presencia de la Brigada 15 y la policía de Urabá, se perpetúa la criminalidad empresarial ligada a la palma, gracias a la impunidad en que se encuentran los más de 140 crímenes y desplazamiento forzado de los que es responsable el Estado, se continúan vulnerando los derechos de los afrocolombianos.
Bogotá, D.C. 13 de agosto de 2009
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz