Amenazas contra líder Orlando Castillo
Hoy, domingo 31 de enero, a las 12:16 p.m. el líder y defensor de Derechos Humanos, Orlando Castillo, recibió varios mensajes de amenaza de muerte vía whatsApp del número telefónico 3176943450 de un autollamado “ whason”.
Los mensaje dicen: “Buenas tardes como está. Vea necesitamos hablar con usted antes que sea demasiado tarde”. Al preguntar Orlando que quien es, le responde: “somos del grupo k está aquí, habla con el señor whason.” Necesitamos hablar con usted en Buenaventura.” (…) “yo no quiero perjudicarte, porqué cuentos, pero usted trabaja con la ley u otro grupo, eso es delicado” (…)“ no se, solo le digo eso, maneja corporaciones y se pone a hablar lo que no es, antes nos dicen que usted hizo coger un muchacho de nosotros”.
A pesar que el líder afrocolombiano aclara y pretende precisar el alcance de los mensajes, el autodenominado “whason” reitera la amenaza y una extorsión expresando: “Arregle con los muchachos K (…) “Vea con todo respeto creo que toca hablar personalmente con usted. Vamos haber como hacemos (…) (sic) “ Vamos hacer algo vamos, vamos a dejar que siga su trabajo le puedo pedir un pequeño favor”.
Esta serie de amenazas se suman a otras de ese tipo, seguimientos, falsas acusaciones, señalamientos a él y otros lideres (as) del Espacio Humanitario Puente Nayero, quiénes desde abril de 2014 han desarrollando una propuesta de paz y autoprotección, ante el control de grupos herederos del paramilitarismo, que con la llamadas Casas de Pique, reclutamiento de niños y niñas, extorsiones, tráfico de drogas y modelos de desarrollo excluyentes. La estrategia paramilitar que ha ido cambiando ha intentado someter a toda la población de Buenaventura a un proyecto de sociedad que asuma el silencio y sin condiciones ni garantías, modelos de desarrollo excluyentes.
Esta misma situación se extiende a la calle vecina de Punta Icaco con una movilidad permanente de estos grupos armados, que tienen una punta de lanza y base de operaciones en Piedras Canta, a menos de 500 metros.
Las más de 600 familias que habitan este Espacio Humanitario han sido beneficiadas con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que vienen siendo desconocidas ante la ausencia de un desmonte eficaz de los factores de amenaza y de riesgo.
Organismos humanitarios han realizado denuncias de estas operaciones armadas en medio de la complicidad, tolerancia, comisión por omisión de sectores policiales, que vía identidad con la criminalidad o corrupción participan de esta estrategia armada de control y de represión.
Si los entes de investigación actuarán con diligencia más que sobre “campaneros”, puntos” sobre la vinculación en altos niveles institucionales y su interacción con los de atrás, máximos responsables, nada de esto pasaría.
La arremetida criminal en Buenaventura en medio de la pandemia les ha ido permitiendo tomar control de la cotidianidad de la vida de los habitantes de baja mar.
Bogotá D.C., 31 de enero de 2021
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.