Amenazas al líder y vocero Cooperativo de COOTRAGROBLAN
Nuestra Constancia y Censura Ética ante las amenazas de muerte contra el defensor comunitario, vocero e integrante de la Cooperativa de Trabajadores Agropecuarios de Blanquicet, Cootragroblan, OSCAR MAUSSA, por parte del paramilitar conocido como JULIO OSPINO. La amenaza coincide con la presencia de estructuras paramilitares que se autodenominan “Águilas Negras”, “Renacer” o “Convivir” ubicados entre el kilómetro 3 y el 40 de la carretera Panamericana, entre el Cerro Cuchillo y el corregimiento de Blanquicet.
Bogotá, D.C. octubre 25 de 2007
Doctor
FRANCISCO SANTOS
Vicepresidente de la República
Doctor
CARLOS HOLGUÍN SARDI
Ministro del Interior
Doctor
FERNANDO ARAUJO
Ministro de Relaciones Exteriores
Doctor
MARIO IGUARÁN ARANA
Fiscal General de la Nación
Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZÓN
Procurador General de la Nación
Doctor
VOLMAR PÉREZ
Defensor Nacional del Pueblo
Referencia: Amenazas al líder y vocero Cooperativo de COOTRAGROBLAN
“los entregaste al sarcasmo de los victimarios, los victimarios se burlan de las víctimas” Salmo 79, 7
Nuestra Constancia y Censura Ética ante las amenazas de muerte contra el defensor comunitario, vocero e integrante de la Cooperativa de Trabajadores Agropecuarios de Blanquicet, Cootragroblan, OSCAR MAUSSA, por parte del paramilitar conocido como JULIO OSPINO. La amenaza coincide con la presencia de estructuras paramilitares que se autodenominan “Águilas Negras”, “Renacer” o “Convivir” ubicados entre el kilómetro 3 y el 40 de la carretera Panamericana, entre el Cerro Cuchillo y el corregimiento de Blanquicet.
Nuestra Constancia y Censura Ética sobre la presencia armada paramilitar y las nuevas amenazas contra la vida e integridad personal de los miembros de la Cooperativa, las que expresan la ausencia de garantías para el uso y el disfrute de la propiedad de la tierra, que fue restituida en junio pasado, luego de ser apropiada y ocupada ilegalmente por estructuras de tipo paramilitar en agosto de 1.996, luego de una violencia grave y sistemática en que asesinaron y desaparecieron más de 100 personas, apropiándose entre otro predios este comunitario, y muchos de los que se encuentran en el trazado de la carretera panamericana.
La restitución de la propiedad “La Esperanza” en cabeza de los integrantes del Cooperativa, por actuaciones en Derecho que fallaron a su favor, se convierte en una quimera ante la imposibilidad de su uso y su pleno disfrute por la operación de estructuras criminales que generaron el desplazamiento. Estas estructuras continúan operando sin ningún tipo de restricciones, y el uso abusivo de la propiedad en agronegocios. Y también ante la negligencia institucional para honrar sus compromisos en materia humanitarias, productiva de los desplazados que han regresado a su propiedad después de 11 años de desplazamiento.
Los hostigamientos y las amenazas contra los integrantes de la Cooperativa, que hoy habitan en su propiedad se han concentrado contra los que intentan reestablecer su derecho a la alimentación, y en particular contra OSCAR MAUSSA, testigo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y su núcleo familiar. Como hemos dejado en su conocimiento de modo verbal y ahora de manera escrita, si persiste la actitud negligente, dilatoria, tolerante para enfrentar las estructuras paramilitares, la responsabilidad del cumplimento de esta amenaza es institucional.
Nuestra Constancia Histórica y Censura Moral sobre los siguientes hechos y actuaciones
* Viernes septiembre 14 en horas de la mañana integrantes de la Cooperativa constataron la presencia en el interior de su predio de cincuenta (50) cabezas de ganado, que al parecer pertenece a personas que han contado con el aval de estructuras paramilitares de la zona.
* Viernes 5 de octubre hacia las 10:00 a.m. frente a la Finca “La Esperanza”, ubicada en Blanquicet, un grupo de aproximadamente 6 hombres uniformados, portando armas de corto alcance, y quienes se identificaron como paramilitares hicieron presencia. Durante el día, de acuerdo con habitantes del poblado, los armados requirieron a los transportadores para que los condujeran a distintos puntos sobre la carretera panamericana entre el kilómetro 3 y el kilómetro 40
* Sábado 6 de octubre otro grupo de aproximadamente 6 hombres uniformados con camuflado y con fusiles fueron vistos en el ingreso al Cerro Cuchillo, ubicado aproximadamente a 12 Kilómetros de Blanquicet en el trazado de la carretera panamericana.
A pocos metros de este lugar de presencia paramilitar se observó el recorrido de efectivos regulares de las Fuerzas Militares.
* Sábado 6 de octubre hacia las 12:00 p.m. al salir de la iglesia en Blanquicet, fue abordado el señor MANUEL RODRÍGUEZ por una niña, quien le expresó, que su tío JULIO OSPINO, reconocido paramilitar, de quién se desconoce su situación jurídica, lo requería para hablar con él. El integrante de la Cooperativa se negó a acudir a la cita.
Minutos después, fue abordado por otra persona adulta, quien le manifestó que JULIO OSPINO estaba buscando al señor OSCAR MAUSSA, pues tenía la orden de asesinarlo.
Ante la amenaza de muerte conocida por los integrantes de la Cooperativa, MAUSSA se vio obligado a salir forzosamente de Blanquicet.
Nuestra apelación es para que actúen en coherencia con las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos resueltas a favor de 4 familias de la Cooperativa.
Estas solamente pueden traducirse para brindar garantías a la vida e integridad personal de OSCAR MAUSSA y la posibilidad del uso y disfrute del bien comunitario la Finca “La Esperanza” con la individualización, captura y enfrentamiento de las estructuras paramilitares, en las que se encuentran los alias “Napo”, “Palillo”, y ahora JULIO OSPINA, quiénes continúan movilizándose con absoluta tranquilidad entre Blanquicet, Chigorodó, San Pedro de Urabá, Mutatá, y Belén de Bajirá.
Su presencia y movilidad se realiza sin que actuación institucional alguna se produzca, a pesar de ser reconocidos integrantes de estructuras paramilitares que operan en la región, que se movilizan permanentemente desde hace menos de un mes desde el kilómetro 3 al kilómetro 40 de la carretera panamericana, que han actuado y continúan actuando contra derecho.
Nadie puede entender cómo es posible este tipo de operaciones paramilitares, a la vista de todo el mundo, a la luz del día, en medio de la presencia militar de efectivos de la Brigada 17 como lo afirman los informes oficiales. O solamente, podría derivarse otra conclusión, ella conduce a reconocer la perpetuación de la misma estrategia que se ha desarrollado en los últimos años en la región, que no ha existido una auténtica y real desmovilización, y una real restitución de la propiedad.
Por eso, no puede ser nada más tolerante con las pretensiones de los victimarios, negar de hecho la ayuda humanitaria. Deber estatal que debe ser asumido en el espíritu de la reciente sentencia de la Corte Constitucional C-278 de 2007. En esta se establece que la temporalidad para la entrega de la ayuda humanitaria debe estar sujeta a condiciones reales que permitan que el afectado pueda hacer tránsito hacia una solución duradera, lo cual significa que si el individuo no logra recuperar su autonomía, el Estado debe continuar brindándoles asistencia y propiciando las condiciones para su estabilización socioeconómica. Nadie puede entender cómo el regreso de algunas de las familias de la Cooperativa no haya contado con el mínimo de respuesta humanitaria, mientras se promueva a través de Acción Social el apoyo humanitario y en proyectos productivos a repobladores de las estructuras paramilitares. O se podría entender, que la ilegalidad es parte del sentido de la acción humanitaria institucional.
Nadie puede dejar de entender como 11 años después del desplazamiento forzado del poblado de Blanquicet y más de medio centenar de Crímenes, persista la inoperancia del sistema judicial, que ni siquiera se excusa en la ausencia de testimonios, ni tampoco se simula formalmente el desarrollo de un expediente tendiente a mostrar una investigación oficiosa. O mejor si se puede entender, que el ente investigador, se ha erigido en monumento de la impunidad, es presa del temor o de la costumbre.
Solamente ustedes, si actúan de modo pronto y eficaz, pueden evitar daños irreparables a la vida e integridad de OSCAR MAUSSA, y propiciar a él y con él a todos los integrantes de la Cooperativas, las garantías para el uso y disfrute de la propiedad comunitaria.
Con profunda preocupación,
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ