Amenaza militar del ejército nacional

“Oh dioses y poderosos, ¡será verdad que hacen justicia y que gobiernan según el derecho?
Al contrario, a sabiendas falsean el derecho, imponen al país yugo injusto”.
Salmo 58


RESUMEN

Durante tres ocasiones en los últimos seis meses, las unidades militares del Ejército Nacional abusan de su autoridad y presionan a los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo a través de señalamientos, amenazas, intimidaciones, detención arbitraria. A través de organizaciones civiles el Ejército Nacional insistentemente convocó a los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo a una reunión en el casco urbano de Dabeiba (16 y 17 -02-04). Sus integrantes se abstuvieron de asistir debido a su interlocución con el Estado civil como mecanismo de diálogo con el Estado, al desconocimiento de las razones de fondo de la reunión, a los abusos y violaciones de derechos humanos e infracciones de Derecho Humanitario sufridos desde 1.996 por parte de agentes estatales o los que han actuado con su complicidad.

Días después, siete miembros del Ejército Nacional ingresaron a la finca de la Comunidad de Vida y de Trabajo, afirmando el Capitán GUARNIZO: “las medidas cautelares están desactualizadas”, que no tenían territorios vedados, que ellos podrían impedir el paso de comida y detenerlos en el pueblo, y que era obligatorio reunirse con ellos el 13 de marzo, de lo contrario “si no bajan, nosotros nos subimos a la finca y nos quedaremos hasta que se nos antoje” (09-03-04)

Los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo de La Balsita, son 110 habitantes, la mayoría de ellos niñas y niños, que luego de cuatro años de desplazamiento forzoso acordaron con el gobierno nacional una ubicación temporal en una Finca “El Paraíso” de propiedad de sus miembros, en las que habitan las personas que asumieron un proyecto de vida como mecanismo de prevención ante nuevos daños irreparables contra su vida e integridad personal, pues conservan la memoria de más de 200 asesinados, desaparecidos desde 1.996.

DETALLES

º Lunes 16 de febrero, a través de diversas organizaciones e instituciones, el Comandante de las unidades del Ejército que se encuentran acantonadas en el municipio de Dabeiba, enviaron el mensaje de que los delegados de la Comunidad de Vida y de Trabajo deberían reunirse con ellos al día siguiente a eso de las 17:00 horas.

Este mismo día, horas más tarde, por una radio local en frecuencia AM, se divulgó un aviso en el que se convocó a una reunión de coordinadores de la Comunidad de Vida y de Trabajo y de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Estrella quiénes deberían estar presentes en la sede de la Alcaldía a las 17:30 horas.

º Miércoles 18 de febrero, el Ejército hizo llegar a la finca en donde se encuentra la Comunidad de Vida y de Trabajo un mensaje en el que se expresó que era necesaria una reunión con ellos. Según, la mensajera el motivo de la reunión era el tema de los desplazados para un informe que se pasa todos los años a Naciones Unidas.

º Miércoles 10 de marzo, en horas de la mañana, siete miembros del Ejército Nacional al mando del Capitán GUARNIZO ingresaron al asentamiento “El Paraíso”, propiedad de los miembros de la Comunidad de Vida y de Trabajo de La Balsita. Los efectivos regulares preguntaron por los líderes a los poco pobladores que lograron contactar, la mayoría se encontraba trabajando.

Los campesinos manifestaron que era una comunidad, con un proyecto de vida, afirmando sus derechos sin ser parte de la guerra, ni prestar colaboración a ninguna de las partes, que se encontraban cobijados con medidas cautelares resueltas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA. Los pobladores presentan el conjunto de las medidas resueltas a su favor desde enero del 2002, reiteran que han construido un proyecto de vida como población civil.

El Capitán GUARNIZO expresó: “esas medidas son del año 2002, esas medidas no sirven, no están actualizadas, estamos en 2004. (…) “lo único que nosotros pretendemos es defenderlos, protegerlos. Nos extraña que esta es la única comunidad que nos desprecia”. Cuando los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo reiteran el respeto a su lugar humanitario, el derecho a su propiedad, al no ingreso de actores armados a su finca perfectamente delimitada, el Capitán GUARNIZO manifestó: “dejen de hablar bobadas, somos el Ejército Nacional, esto es Colombia. Ustedes viven en un pedacito de Colombia y nosotros tenemos Derecho a entrar a cualquier lugar del territorio colombiano. Nadie nos va a impedir entrar aquí, entro cuando quiero, si yo quiero no les dejo pasar el carro en que viajan, ni les dejo traer sus cosas. Si quiero, los puedo cojer en el pueblo”. El militar agregó: “les advierto deben bajar a hablar conmigo, el sábado 13 marzo, y si no bajan, nosotros subiremos a la finca y nos quedaremos hasta cuando se nos antoje”.

INTERPRETACION

Desde el 2001 la presencia de las Fuerzas Militares ha permanecido en el casco urbano del municipio de Dabeiba, días después de la incursión de tipo paramilitar que produjo el repliegue de la guerrilla de las FARC EP. A pesar de la presencia institucional a través de la fuerza pública policía y ejército nacional las actuaciones de tipo paramilitar se han mantenido, se han consolidado y se han extendido en el casco urbano y las afueras del pueblo, a menos de seis minutos, donde existe un retén permanente de “civiles” armados de la estrategia paramilitar en el que se exige un pago de peaje.

En ese contexto la Comunidad de Vida y de Trabajo de La Balsita, asentada la finca El Paraíso, ha afirmado integralmente sus derechos a la Vida y al Territorio deslindándose de los actores del conflicto armado (Estado y Guerrilla), sosteniendo su identidad como población civil, ejerciendo el derecho a la Verdad, a la Justicia y a la Reparación Integral.

Sus integrantes 110 personas son un grupo humanos perfectamente identificable, quienes asumieron unos códigos internos para no ser involucrados en el conflicto armado habitan una finca de no más de 100 hectáreas en las que desarrollan un propuesta integral de derechos en lo educativo, en lo productivo, en la justicia comunitaria. En desarrollo de la política de seguridad “democrática” sus integrantes han sido sometidos en tres ocasiones a modos de persecución en los que se expresa una animadversión de las fuerzas regulares a su legítimo derecho al ejercicio del principio de distinción que contempla el Derecho Internacional.

Las intimidaciones y las expresiones de oficiales militares respecto a la comunidad, y a las medidas cautelares que los cobijan expresan un desprecio institucional por el sistema interamericano y dejan abierta una profunda preocupación por las posibles actuaciones militares contra la Comunidad de Vida y de Trabajo.


Bogotá, D.C. Marzo 15 de 2004
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ