Alerta Temprana y Abusos de Autoridad Comunidades del Jiguamiandó y 9 de Curvaradó
Nuevamente dejamos en su conocimiento nuestra Constancia y Censura Moral ante las actuaciones realizadas por unidades de la Policía Nacional de Urabá y del Batallón Fluvial 20 contra pobladores de los Consejos Comunitarios del Jiguamiandó y del Curvaradó que habitan en las tres Zonas Humanitarias del Territorio Colectivo y las amenazas de una nueva incursión de tipo paramilitar.
Bogotá, D.C Noviembre 06 de 2004
Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZON
Procurador General de la Nación
Doctor
VOLMAR PEREZ
Defensor Nacional del Pueblo
Ref: Alerta Temprana y Abusos de Autoridad Comunidades del Jiguamiandó y 9 de Curvaradó
Reciban un respetuoso saludo.
Nuevamente dejamos en su conocimiento nuestra Constancia y Censura Moral ante las actuaciones realizadas por unidades de la Policía Nacional de Urabá y del Batallón Fluvial 20 contra pobladores de los Consejos Comunitarios del Jiguamiandó y del Curvaradó que habitan en las tres Zonas Humanitarias del Territorio Colectivo y las amenazas de una nueva incursión de tipo paramilitar.
Los abusos de autoridad, la intimidacion contra los afrodescendientes han desbordado los límites del ejercicio legítimo de autoridad, confundiendo los papeles y responsabilidades institucionales, agentes de la Fuerza Pública ofician como acusadores, presionan el montaje de falsas pruebas.
Simultáneamente las actuaciones de prevención contra estructuras armadas encubiertas se desconocen, las omisiones o la tolerancia con algunas de estas estructuras es evidente en los cascos urbanos de Belén de Bajirá, Mutatá o Barranquillita.
Hemos recibido con profunda preocupación el anuncio de una nueva incursión de tipo paramilitar a las Zonas Humanitarias ubicadas en el Jiguamiandó en los próximos días.
• Domingo 7 de noviembre, nuestra Comisión de Justicia y Paz recibió en horas de la noche una comunicación desde Belén de Bajirá en la que se nos informa por parte de una fuente confiable que luego de la verificación de siembra de palma en el territorio colectivo del Curvaradó, existe mucho malestar por parte de los grupos paramilitares que tienen asiento y presencia en Barranquillita, Belén de Bajirá, Mutatá, Pavarandó y Brisas.
Según esta información, del 10 al 14 de noviembre se estaría adelantando un operativo de la estrategia paramilitar contra los habitantes que habitan en el Jiguamiandó atacando en el entorno y en las tres Zonas Humanitarias, que irían por algunos integrantes de los Consejos Comunitarios sin importar que estén los acompañantes nacionales e internacionales, y si es necesario pasar por encima de ellos.
Miércoles 27 de octubre, A las 9:30 horas, en Belén de Bajirá, a la salida en el Templo Parroquial, personas vinculadas con el proyecto agroindustrial de Palma Aceitera, expresaron a los participantes en la verificación: “además sobre las filmaciones tengo mis reservas con las ONG internacionales, a que manos en última instancia van a llegar estas filmaciones, entonces filman a los empresarios, los filman en su empresas y a los 7, 10 kilómetros tenemos un centro de las FARC y mañana comienzan los secuestros en la zona, cosa que hemos erradicado en este tiempo. A los amigos de las FARC, esto no les gusta, por supuesto”. Uno de los presentes agregó: “a mi no me filman, si no quieren que tire una de esas cámaras al río” y dirigiéndose a un funcionario de la Defensoría del Pueblo quien sostenía que se trataba de una diligencia pública, le reitera que si lo filman “tira una cámara al río y el verá como arregla el problemita”.
En horas de la tarde, en el puente que conduce de Andalucía a Caño Claro en el Territorio Colectivo del Curvaradó, unidades militares que se encontraban en los lugares de siembra de palma gritaron a funcionarios estatales y gubernamentales, observadores internacionales, acompañantes nacionales de derechos humanos, “allá va una cuadrilla de las FARC”.
Un día antes, el martes 26 de octubre, las mismas unidades militares de la Brigada XVII, impidieron el paso de la comisión de verificación más allá de este puente, argumentando que había otra tropa que no estaba avisada de la presencia de la comisión.
Hechos antecedentes a estas nuevos señalamientos y amenazas han sido los abusos de autoridad entre los que registramos los siguientes:
• Viernes 16 de julio, a las 15:00 horas aproximadamente, en el perímetro urbano del municipio de Murindó, 4 unidades de la Policía se acercaron al afrodescendiente WILLINTON CUESTA CORDOBA, poblador del Jiguamiandó, miembro de la Junta del Consejo Mayor, para solicitarle los documentos de identidad.
Luego de revisar el documento, los policías trasladaron a WILLINTON al puesto policial. Alli un oficial de apellido LOZADA adelantó un interrogatorio, preguntando acerca de las razones de su presencia en Murindó, de su familia, y de su trabajo: “lo mandé llamar, porque como no lo había visto aquí, pues debía conocerlo”
El oficial de la Policía aseveró: “¿No me niegue, en concreto que vino usted a buscar en Murindó?” (…) “Yo a usted lo vi allá en el evento de las comunidades”, -refiriéndose al convocado por la iglesia y las instituciones locales el 16 de julio-.
A pesar de que WILLINTON explicó su trabajo como campesino y su papel como miembro de los Consejos Comunitarios en derechos consagrados en la Constitución y la ley 70 de Comunidades Negras, el oficial de la Policía insinuó al afrodescendiente estar realizando un trabajo con la guerrilla. “No me niegue. ¿Cierto que usted es un líder de la comunidad?” (… )” “¿Cómo se llama la organización de la comunidad? ” (… )“¿Usted no sabe que la guerrilla tiene sus políticos, asesores y abogados, que dan discursos en las comunidades, en los pueblos, que van a reuniones y se hacen pasar por miembros de las comunidades?” ” (…)
“Yo terminé mi carrera en Derecho estando en la policía. Soy ingeniero civil. En todos estos puestos me ha tocado hablar con la guerrilla, con políticos y abogados. Ellos me han echado el cuento y yo nunca les he aventado, ni estoy contra la política de ellos. Estoy contra las actuaciones que hacen contra las comunidades, pero contra su política no. Yo puedo saber que aquí viene un guerrillero que sea político y me diga la verdad y yo no le hago nada, por eso no lo voy a capturar, somos amigos. Puede entrar y salir y realizar sus trabajos y actividades mas no atentar contra la población porque allí si, si nos toca darnos plomo.”
(…) “Estando yo aquí ya han venido guerrilleros y me han dicho la verdad y yo los he dejado libres porque así es que a mí me gusta. Yo tengo que entender que todos somos seres humanos y yo por el hecho de tener este uniforme no puedo maltratar a las personas porque no estemos en la misma ideología. Vea estos guerrilleros entran y salen tranquilos, llevan su mercado y somos amigos. Lo único que si les digo es que aquí no vengan a hacer sus cagadas, a matar a la gente y a quitarle sus cositas porque allí si los echo afuera y si nos toca darnos plomo nos damos plomo, pero si no sucede eso somos amigos.”
“La ideología de la guerrilla es verdadera y ellos pueden triunfar siempre y cuando ellos mejoran su actuación militar, porque usted sabe que esta guerra la gana el mas inteligente.”
El afrodescendiente del Consejo Comunitario del Jiguamiandó reiteró: “¿Usted conoce la ley 70 ?. Si la conoce, usted sabe que los consejos comunitarios son legales y constitucionales. “¿Usted para que me dice todo eso a mi? Yo no soy político de la guerrilla, ni soy asesor, ni abogado.” (…) “ Señor oficial, usted qué me quiere insinuar o de qué me quiere acusar ? Qué le han dicho de mi, que conoce de mi, para usted darme estos discursos como si yo fuera un guerrillero?.” (…) “A mi no me interesa esta charla que usted me tiene. Me interesaría si yo fuera guerrillero pero como no lo soy, hágame el favor y no me hable más de esto., hábleme a nivel de población civil porque eso es lo que soy.”
El oficial LOZADA respondió: “a usted le debe interesar la charla, porque usted vive en el campo donde la guerrilla opera y ellos a través de sus políticos van a las comunidades y empiezan a echarle cuento. Entonces ustedes ya estando claro de esto no caen en el error.”
WILLINTON expresó : “Mayor Lozada, en estos momentos es difícil las comunidades caer en el error de aceptar sus discursos políticos de cualquier actor armado, incluyéndolos a ustedes, porque para nosotros es claro que es lo que ustedes quieren con la población civil, involucrarnos en la guerra. Desde el 1997 hasta la fecha ya hemos entendido quienes son todos los actores armados y que es lo que defienden, porque no defienden a la población civil, porque si defendieran a la población civil no estuviéramos en la situación que estamos. Ya nosotros hemos marcado nuestro Proyecto de Vida el cual hemos rechazado la participación directa en la guerra, porque luchamos por nuestras vidas y nuestros territorios, que son desde nuestros ancestros” (…)
(…) .“¿Usted no sabe que la presencia de la Fuerza Pública en las comunidades les ha hecho daño desde 1.996? Y lo que ustedes hacen en las comunidades no es lo mejor para la defensa de ellas. Siempre pretenden vincularnos en el conflicto. La defensa y la protección de las comunidades depende en que nos distingamos del conflicto como población civil, rechazando la presencia de todos los actores armados en las comunidades.”
“Por lo tanto hemos creado unas Zonas Humanitarias donde no admitimos la presencia de ningún grupo armado incluyéndolos a ustedes. Es un espacio exclusivo para la población civil.”
El oficial LOZADA manifestó : ¡Cómo que no quieren la presencia de la Fuerza Pública, si la Fuerza Pública es la que está para proteger al campesino! Y usted no sabe que para la Fuerza Pública no hay territorios vedados?”
El miembro del Consejo Comunitario reiteró: “Nosotros los sabemos, es muy claro, pero nosotros lo que exigimos es transparencia, es respeto de derechos humanos, es justicia por los atropellos cometidos, que respeten nuestras hectáreas de Zonas Humanitarias. Nosotros no le estamos negando que anden en las 54 973 hectáreas del territorio de las comunidades, lo pueden andar, mas tienen que respetar las pocas hectáreas de habitación de las comunidades.” (…) “Ahora yo creo que su casa en el pueblo debe estar enrejada para que nadie le pase por su patio o por su andén o se pida permiso para entrar. Entonces nosotros porque no lo podemos hacer si estamos dentro de nuestro territorio y una comunidad es nuestra casa. Nosotros ponemos condiciones para quien desea entrar allí. También pedimos la presencia permanente de la Procuraduría y de la Defensoría como agentes del Estado para que sean ellos quien digan que hay a dentro y que se mueve.”
Agregó el Policía: “ahora prohíben que la Fuerza Pública entre, pero ¿cómo van a hacer con la nueva Ley del Estatuto Antiterrorista?”
El afrodescendiente expresó: “seguiremos buscando mecanismos porque usted sabe que las comunidades en el campo no podemos estar revueltos con ustedes, porque nos convierte en objetivo militar. Ustedes tienen que estar en su lugar y nosotros en nuestro lugar como población civil.”
El oficial arrebató al afrodescendiente la agenda personal, inspeccionó hoja por hoja y expresó: “¡Usted tiene bastantes amigos nacionales e internacionales y es amigo con los curas y las iglesia.
Hacia las 16:00 al afrodescendiente se le permitio su salida del puesto de policia.
* Miércoles 21 de julio, en horas de la tarde arribó al municipio de Carmen del Darién ERASMO SIERRA, habitante de la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza” del Consejo Comunitario del Jiguamiandó buscando recibir atención médica y vender algunos animales menores.
15 minutos después de haber llegado al casco urbano del municipio, el campesino fue abordado por varios miembros de la Policía, quiénes luego de solicitarle los documentos, le exigieron acompañarlos a donde estaba el Comandante del lugar.
Llegando al puesto de Policía, el oficial dijo al campesino: “¿Como le va Don Erasmo? Mire lo que pasa es que tenemos información que usted es informante de la guerrilla y que viene aquí para llevarles información a ellos.”
El campesino respondió contundentemente al oficial: “mire yo tengo más de 20 años de vivir en estas tierras. Yo soy un campesino honesto, y no tengo ninguna clase de problemas judiciales ni de otra clase. Yo crié a todos mis hijos aquí en el Chocó, y ellos tampoco tienen ninguna clase de problemas. Usted puede averiguar mi nombre en Río Sucio o donde quiera. Nosotros somos campesinos, somos población civil, y yo no tengo nada que esconder a nadie, tengo mi tierra y la estoy trabajando. Yo no soy enemigo de nadie, ni de la guerrilla, ni de ustedes pero tampoco soy mandadero de ninguno”.
El agente estatal preguntó si era miembro de la Unión Patriótica, a lo que este expresó: “no lo soy, pero que en caso que lo fuera, la U.P. es un partido abierto y legal. Y nosotros somos conocedores que ese partido había sido acabado por el mismo Estado”
El Comandante de la Policía de Carmen del Darién continuó con el interrogatorio acerca de las actividades de la Junta del Consejo Mayor del Jiguamiandó, y le mostró una lista con nombres de la Junta Directiva del Consejo, y agregó: “sabemos que Willinton es un jefe de las FARC y que Manuel Denis es otro que vive y anda con ellos y que los otros miembros del Consejo Mayor son Red de informantes de la guerrilla.”
El campesino le manifestó: “con todo el respeto que usted me merece como persona, usted sabe que eso es falso. Aquí se está armando un montaje, la información que usted tiene esta equivocada. Si alguien le ha dado es información es a cambio de la comida que ustedes entregan, entreguen esa comida, pero no a cambio de mentiras. La gente con hambre dice cualquier cosa por un mercado. Nosotros somos población civil y por eso hemos creado zonas humanitarias. Somos campesinos trabajadores. A Willinton a Manuel los conozco desde que eran unos muchachos, y yo nunca los vi metidos en ninguna clase de problemas. Todos lo que estamos allá, somos población civil, pero porque hay una empresa de Palma que quiere nuestras tierras, se nos está acusando de cualquier cosa para poder desalojarnos. Somos población civil y no tenemos nada que esconder.”
Después de media hora de interrogatorio el comandante de la Policía le expresó que podía irse con la condición de avisar cuando saliera del casco urbano, y reiterándole acerca de la importancia de los proyectos en la región.
El sábado 24 de julio ERASMO SIERRA regresó a la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza”.
* Sábado 4 de septiembre, a las 14:20 horas, civiles armados de la estrategia paramilitar dispararon en varias ocasiones con sus fusiles contra tres miembros de los Consejos Comunitarios que se encontraban trabajando en el aserrio
La acción armada contra los afrodescendientes se produjo desde la margen derecha aguas abajo del río Jiguamiandó, a 10 minutos de la zona Humanitaria de Nueva Esperanza cuando éstos se encontraban aserrando, medio de subsistencia tradicional, en la orilla izquierda del río. Después de la acción armada los agresores se reían desde el otro lado.
La agresión armada contra la población civil ocurrió tres días después de que el Gobierno Nacional canceló de manera unilateral la Comisión de Verificación de la siembra de palma aceitera dentro del territorio colectivo, programada del 1 al 9 de septiembre.
Al mismo tiempo se conoció del avance de la siembra de palma aceitera dentro del territorio colectivo del Curvaradó, protegido por hombres vestidos de civil , con armas cortas.
• Domingo 12 de septiembre, los campesinos de la Zona Humanitaria de Nueva Esperanza BENJAMÍN SIERRA, EMILCE GONZALEZ, ROSA FLOREZ, MEDARDO ACOSTA, JAIVY TAPIA, MARIA ENCARNACIÓN CARASCA, PATRICIA DAVID, RUBIELA ACOSTA y dos menores de edad se dirigieron hacia la cabecera municipal del Carmen del Darién para recibir atención médica.
Al llegar al caserío de La Grande hacia las 14:00 horas, fueron llamados por miembros de la Infantería de Marina, quienes les solicitaron documentos del bote de madera, del motor, pase de conducir del motorista, chalecos salvavidas, reclamaron por qué el bote no estaba pitado y carecía de nombre.
Los uniformados manifestaron: “a la gente del Jiguamiandó no le tenemos confianza, es una nueva orden pedir todos los papeles, los dejamos ir por que van con enfermos pero cuando lleguen al Carmen del Darién les van a retener el bote y el motor”.
* El mismo día a las 17:00 horas cuando los campesinos de la comunidad del Jiguamiandó llegaron al casco urbano del Carmen del Darién llevando a los enfermos, un oficial de la policía que se encontraba en la alcaldía llamó por su nombre a BENJAMIN SIERRA y le dijo: . “ tengo información que usted es del servicio de inteligencia de la guerrilla, una persona de la comunidad que se entregó nos lo dijo” .
Agregó el oficial de la Policía: “Usted sabe por qué no hubo verificación de la siembra de Palma del INCODER?. Pues le cuento la comisión de INCODER no entró porque Manuel Denis es guerrillero, la persona que se entregó de su comunidad nos lo dijo, porque allá hay guerrilla” (…) “las comunidades apoyan al Consejo Comunitario Mayor. (…) Si usted apoya al Consejo Comunitario usted es un izquierdista” (…) “ mientras siga siendo la misma gente la del consejo no les van a solucionar nada, los del Consejo los están engañando porque están vendiendo tierras, María Chaverra está vendiendo la tierra, están vendiendo todas las tierras”.
El campesino del Consejo Comunitario expresó: “Usted está diciendo cosas falsas de nuestros Consejos, de Manuel y de María, todo es falso, ustedes hacen montajes, no les gusta que los campesinos seamos autónomos. El gobierno miente porque nos ha dicho que habrá soluciones y hasta ahora nada. El oficial policial respondió: “usted tiene mentalidad izquierdista” (…) “El Consejo los tiene vendados”.
El policía le advirtió a BENJAMIN: “cuídese joven, si compruebo que usted es informante, le va a pasar algo” El Campesino respondió: “Yo no tengo que demostrar nada, soy campesino y seguiré siendo campesino en el proyecto de vida, seguiré bajando al pueblo, yo no tengo por que esconderme”.
* Martes 14 de septiembre, en horas de la tarde, en un punto equidistante entre la Zona Humanitaria de Bella Flor Remacho y Nueva Esperanza, un miembro del Consejo Comunitario y un menor de edad que se dirigían por el río Jiguamiandó aguas arriba en una pequeña embarcación tipo champa, fueron obligados a acercarse por dos paramilitares al margen izquierdo.
Al acercarse el campesino y el menor, aparecieron 20 civiles armados, uniformados y con armas largas de la estrategia paramilitar, quiénes se presentaron como Autodefensas Campesinas. Los armados requisaron la pequeña embarcación, preguntaron por el destino del mercado, cuándo habían salido de la Zona Humanitaria, acerca de la presencia de los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, de las visitas del CICR y de los habitantes de Remacho y de la presencia de la guerrilla.
Los “civiles” armados de la estrategia paramilitar lo invitaron irse al pueblo de Belén de Bajirá o de Carmen del Darién “todo lo tenemos muy bien allá, desde ahí esta el progreso, la prosperidad y esa prosperidad ya viene para el Jiguamiandó. Los campesinos detenidos observaron que los paramilitares están abriendo trochas y marcando linderos y árboles de los bosques secundarios que allí se encuentran.
El campesino integrante del Consejo Comunitario respondió: “con nosotros hay una presencia permanente de nacionales e internacionales, que la guerrilla no está porque las Zonas Humanitarias son lugares exclusivos de la población civil, que ellos los del Proyecto de Vida no se van a ir al pueblo porque la vida de la comunidad y la vida de la humanidad depende de la protección de esos territorios”
Los paramilitares expresaron al campesino: “siga trabajando, esto se va a componer, nosotros estamos trochando las fincas para la siembra de palma y ustedes van a poder trabajar, digan a toda la gente que vamos a estar aquí”, váyase.
El miembro del Consejo Comunitario luego del interrogatorio terminó de arribar a su comunidad distante a 3 minutos del lugar de la retención.
* Miércoles 15 de septiembre pobladores de la Zona Humanitaria Bella Flor Remacho, en el margen derecho río abajo, observaron la presencia de “civiles” armados de la estrategia paramilitar a menos de 10 minutos.
* Miércoles 29 de septiembre, en horas de la noche en el sitio conocido como La Grande, integrantes del Consejo Comunitario que llegaron a este lugar para la compra y venta de productos en horas de lo noche, cuando dormian fueron abordador por unidades militares del Batallón Fluvial, quienes los hicieron levantarse, a uno de ellos lo condujeron a un paraje cercano.
Allí un hombre encapuchado acuso al afrodescendiente de ser un vendedor de madera, los militares que lo acompañaban presionaron al integrante del Consejo Comunitario para que aceptara la falsa aseveración del encapuchado. Luego de interrogarlo, lo dejaron regresar al lugar de dormida.
Los militares desde las 21:30 horas hasta la madrugada del día siguiente rodearon la casa de los pobladores afirmando que eran guerrilleros.
Debido al acoso militar los pobladores se vieron obligados a regresar a primeras horas de la madrugada a las Zonas Humanitarias
• Martes 12 de octubre, hacia las 16:00 horas un grupo de afrodescendientes del Consejo Comunitario del Jiguamiandó que se movilizaba en una embarcacion fue abordado por unidades de la Infantería de Marina, en el sitio conocido como La Grande.
Las unidades se dirigieron al motorista de la embarcación, integrante del Consejo Comunitario RICARDO GUARAONA, a quien luego de solicitarle su documento de identidad, lo interrogaron preguntándole por la guerrilla, “en este momento yo no he visto, como civil no debo estar dando información a actores armados. Yo trabajo en las labores del campo, siembro plátano, yuca”.
Uno de los militares lo acusaron de ser guerrillero: “Usted es un guerrillero… nosotros lo vimos en Dabeiba, en la vía entre Apartadó y Medellín… ahí estabas uniformado, guerrillero HP… allí cogiste a un soldado y lo requisaste bolsillo por bolsillo… trabaje para nosotros, entréguese… denos informes claros de dónde está la guerrilla y le va bien…”
El poblador afirmó, “yo nunca he estado por allá donde usted dice… yo como población civil no puedo hacer lo que usted dice”.
Una hora después de requisas, interrogatorios, intimidaciones, chantajes y falsas acusaciones, dejan seguir la embarcación hacia Murindó.
• Miércoles 13 de octubre, hacia las 7:00 horas, RICARDO salió en la embarcación con dirección al Jiguamiandó. Al pasar por el sitio conocido como La Grande, un militar le gritó: “Usted, blanco, RICARDO GUARAONA… deténgase”.
A este miembro del Consejo Comunitario lo hicieron bajar de la embarcación, y lo trasladan a la cancha de fútbol de La Grande. Allí los militares lo sometieron a un nuevo interrogatorio, diciéndole: “Nosotros sabemos que la guerrilla anda por Nueva Esperanza… nosotros sabemos que usted es un guerrillero y que el día que saliste a Curvaradó cogiste una niña y la amenazaste con matarla… donde dejaste la pistola guerrillero HP…”
RICARDO negando todas las falsas acusaciones, fue luego conducido por el Cabo DIAZ y otro militar hasta la escuela de La Grande. Allí los militares los siguieron presionando: “entréguese… diga que es guerrillero… en La Nodriza tenemos a dos desertores del Jiguamiandó y lo reconocieron a usted, ya nos confesaron que usted es guerrillero. Si se entrega lo sacamos a cualquier ciudad, le damos casa, estudio, no tiene que seguir sembrando plátano y yuca… confiese, denos información y recibe buena platica, qué dice… hágale…”. RICARDO se negó a aceptar las ofertas, pero los militares mantuvieron la presión por muchas más horas.
Hacia las 11:30 horas a La Grande llegaron tres pobladores del Jiguamiandó en búsqueda de un motor para bajar madera que transportaban tres pobladores afrodescendientes del Consejo Comunitario del Jiguamiandó.
Uno de ellos CRISTÓBAL CUADRADO fue abordado por los militares y sometido a un interrogatorio: “¿De dónde viene?”, ¿Cuál es el motivo de su visita? “¿Por allá hay guerrilla?”(…) “Deje de decir mentiras”. Al interrogatorio el afrodescendiente respondió: “yo lo que he visto son paramilitares, ametrallan a la gente, se quedan con las tierras, por allá lo que hace presencia es la AUC”.
El sargento SÁNCHEZ, expresó: “dígale a sus compañeros que tienen que venir a acá a reportarse… necesitamos hablar con ellos”.
Hacia las 12:30 los pobladores del Jiguamiandó ERASMO CUADRADO y LUIS SIERRA, quienes bajaban la madera junto con CRISTÓBAL, fueron obligados a detenerse, les exigieron los documentos de identidad y las billeteras, las que son esculcadas minuciosamente.
Los militares del Batallon Fluvial 20 separaron a ERASMO y a LUIS, a quienes les dijeron: “Se acaba de entregar un guerrillero de los lados de Jiguamiando. Ustedes lo conocen, se llama RICARDO GUARAONA alias El Blanco. Ahí lo tenemos, y se los mostraron a la distancia, ustedes no serán también guerrilleros, quítesen la camisa y las botas.” A pesar que los pobladores les exigieron respeto a sus derechos como poblacion civil y les exigieron el cese de falsas acusaciones a la comunidad los campesinos fueron obligados a quitarse las camisas.
Los militares intimidaron y presionaron a los integrantes del Consejo Comunitario. “Ayer el avión sobrevoló por el Jiguamiandó y vio guerrilla. Denos información precisa de dónde están y les pagamos. Si sino, pues ustedes saben cómo les va… díganos algo concreto… confiesen que ese Richard es un guerrillero, ustedes lo conocen o no?”.
Los pobladores respondieron: “así nosotros conocemos a RICARDO y él no es lo que ustedes dicen, él es un campesino de la comunidad, es población civil… lo único concreto es que somos campesinos”.
Mientras las unidades militares presionaron a ERASMO y LUIS para acusar a RICARDO GUARAONA como guerrillero, les ofrecieron dinero, otros militares continuaron con las mismas técnicas contra RICARDO diciéndoles: “es mejor es que se entregue, dos compañeros suyos nos acaban de decir que usted si es guerrillero, entréguese y le va bien con nosotros…”
Por otra parte, el Cabo DIAZ, presionó a CRISTÓBAL: “usted tiene cara como de guerrillero. Usted conoce al que le dicen El Blanco, ese que se llama Richard, dígame que es guerrillero, y hay recompensa. Usted conoce el camino que va de Murindó a Nueva Esperanza, dígame…”
Hacia las 13:15 horas aproximadamente, dejaron ir a CRISTÓBAL, a ERASMO y a LUIS, quienes antes de marcharse solicitaron a los militares dejar en libertad a RICARDO. Los uniformados respondieron: “el no está detenido sino retenido. Lo vimos en Dabeiba haciendo retenes y robando carros con la guerrilla”.
Horas más tarde, cansados de tanta presión, hacia las 16:00 horas, el Cabo DIAZ se dirigió a RICARDO, expresándole: “se puede ir. La Nodriza se detuvo y desde allí nos confirmaron que usted no debe nada, le vamos a leer unas hojas que tiene que firmar”, un acta en el que se dice que RICARDO había recibido buen trato. Luego de firmarlo lo dejaron en libertad.
• Viernes 15 de octubre, hacia las 15:30, pobladores de la Zona Humanitaria de Bella Flor Remacho mientras se encontraban en el día de trabajo comunitario en la cancha de fútbol, escucharon una explosión fuerte por la quema de monte con la cual se generó una estampida general.
Posteriormente se pudo comprobar por esquirlas encontradas, que se trataba de una granada de mortero dejada por el ejército en desarrollo de sus operaciones militares del primer semestre del año.
Nuestra Constancia Histórica ante la vulneración de los derechos de los afrodescendientes por la implementación de la Política de Seguridad que no ha propiciado garantías para la vida de los afrodescendientes del Jiguamiandó y Curvaradó. Nuevos mecanismos y técnicas de persecución, de hostigamiento se han implementado frente a estas comunidades por parte de las autoridades. La presión psicológica, la instrumentalización de las necesidad de la población, el ofrecimiento de recursos con el cual se puedan sostener las falsas acusaciones y los montajes castrenses o la facilitacion de canales para que los afrodescendientes se vinculen a la siembra de palma aceitera, han deslegitimado la naturaleza de la autoridad.
Nuestra Constancia y Censura Moral frente a los permanentes procedimientos arbitrarios e ilegales utilizados por las autoridades con pretensiones de judicialización, confundiendo los papeles del justiciero y del guerrero. El blanco de las acusaciones son los miembros de los consejos comunitarios de las cuencas del Jiguamiandó y Curvaradó que han afirmado en diversos escenarios gubernamentales, en algunos de los cuales ha participado la Fuerza Pública, su decisión de defender la Vida y el Territorio ante las constantes violaciones a los Derechos Humanos e infracciones al derecho Humanitario.
Nuestra Censura ante la perversión de la estrategia que destina sobre el papel a combatir a las guerrillas ha erigido como blanco a los pobladores que han denunciado el avance de la compra ilegal de las tierras tituladas para la implementación del proyecto agroindustrial de palma aceitera, ellas y ellos son las víctimas de permanentes abusos de autoridad de las fuerzas militares y policiales.
Dejamos en su conocimiento nuestra Constancia y Censura Moral ante los abusos de las Fuerzas Militares y Policiales contra los integrantes de los Consejos Comunitarios a quienes se les acusa de guerrilleros, sin el menor apego a la verdad, sin el recto uso de los medios que dispone la autoridad para el combate a blancos legítimos o la recolección de pruebas.
Creemos que la presión que se mantiene frente a los pobladores es la posibilidad de que se inicien procesos judiciales en contra de los miembros de los Consejos Comunitarios basados en falsos testigos que repiten falsos libretos dentro de un proceso difamatorio y carente de toda coherencia; que los mismos señalamientos proferidos por la autoridad pretenden deslegitimar las iniciativas de la población civil para mantenerse al margen del conflicto y que las amenazas de incursiones de tipo paramilitar se encuentran ambientadas con este tipo de expresiones y de procedimientos de actuación de agentes estatales.
Nuestra Censura Moral ante la evidente omisión de la autoridad, pues se mantienen ejercicios de control y recorte de los Derechos y de las garantías de los afrodescendientes que afirman su derecho a la Vida y al Territorio, avanzan los procesos de apropiación de sus tierras para la ampliación del cultivo agroindustrial de palma aceitera, con la actuación de civiles armados de la estrategia paramilitar, sin que exista un actuacion clara y diafana militar frente a este actor de violencia
Dejamos Constancia del absoluto desconocimiento de las medidas provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por parte del Gobierno Nacional, y nuestro urgente llamado a que desde sus deberes constitucionales actúen a fin de evitar daños irreparables a la vida e integridad personal de las Comunidades afrodescendientes respetando su derecho a ser pobladores civiles en el conflicto armado, a vigilar el comportamiento de la fuerza pública omisivo frente a las estructuras armadas paramilitares que actúan en la región, se actúe a fin de evitar procesos de detención arbitraria e ilegal y se propicie el cese de la siembra ilegal de palma aceitera en el territorio de los afrodescendientes.
Nuestra Constancia para que se adopten las medidas de prevención de tipo civil y las resueltas por la Corte Interamericana a fin de evitar nuevos daños irreparables contra la vida e integridad personal de los afrodescendientes.
Con profunda preocupación,
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz