AGC responsables del asesinato de Duberney Gómez
El pasado 31 de mayo en la comunidad de La Nevera, consejo comunitario de Cetino, territorio colectivo de Curvaradó fue asesinado Duberney Gómez Echavarría, hijo del reclamante de tierras Rafael Truaquero, testigos indicaron a nuestra Comisión de Justicia y Paz que los autores materiales del crimen obedecen a miembros de la estructura neoparamilitar de las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
Los testigos indicaron que de los cuatro armados que llegaron hasta la vivienda del reclamante de tierras el pasado jueves, tres de ellos obedecen a los alias de “El Gringo” quien controla la zona de Brisas de Bajirá; “El Patotas” que actúa como campanero en el caserío de Llano Rico y “El Mono”.
“El Patotas” y “El Gringo” se movilizaban en una motocicleta de platino 100, color azul y con placas GZK 96B.
Según las fuentes el AGC conocido en el sector de Llano Rico como “El Patotas” y que responde al nombre de Eder Martínez fue quien indicó donde residía Duberney.
Alias “El Gringo” fue quien ingresó hasta la vivienda del líder reclamante de tierras y sacó a Duberney apuntándolo con el arma, obligándole subir a una motocicleta.
Otras fuentes aseguraron que alias “El Mono” fue el encargado de disparar a la altura de la cabeza.
Pese a las reiteradas solicitudes elevadas a la policía nacional para que practicaran la diligencia de levantamiento de cadáver, nunca hicieron presencia en la escena del crimen. Ante la acción negligente y omisiva de los funcionarios públicos de la estación de policía de Belén de Bajirá, el líder reclamante acompañado de otros familiares trasladó el cuerpo de Duberney hasta la morgue de Mutatá, Antioquia.
Desde el sector de El Cerrado, lugar de los hechos hasta la morgue existe una distancia de 40 Kilómetros. Hacia las 11:00 p.m. el cuerpo de Duberney fue ingresado a la morgue.
El acta de levantamiento del cadáver fue realizada solo hasta el jueves 1 de junio entre la 1:00 y 2:30 p.m. por un funcionario de la SIJIN, mismo funcionario que dejó el cuerpo bajo llaves sin posibilidades de acceso a los miembros del personal médico responsables de realizar la diligencia de necropsia.
Ante la ausencia de respuesta del funcionario y las precarias condiciones de la Morgue, la familia se vio obligada a violentar el lugar para posibilitar el acceso del cuerpo médico.
Un reporte informal de la diligencia indicó que Duberney a demás de los disparos había sido sometido a una severa golpiza que le generó fractura de tráquea e innumerables contusiones a la altura de cabeza.
Los neoparamilitares responsables del asesinato de Duberney continúan movilizándose libremente en medio del control militar que ejerce la base del batallón 54 de selva instalada en el sector de Llano Rico.
Bogotá, D.C., junio 7 de 2017
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz