AGC hostigan a defensores de DDHH
Ayer martes 9 de agosto, en la comunidad de Bocas del Limón, territorio colectivo de Cacarica, los defensores de derechos humanos de nuestra Comisión de Justicia y Paz, vieron limitado su trabajo de documentación ante la presencia de cinco neoparamilitares de las autodenominadas “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, AGC.
Los AGC en medio de su estado de alicoramiento indagaron a integrantes de la comunidad sobre nuestra presencia y el trabajo que se desarrollaba.
El domingo 6 de agosto, en el punto conocido como La Tapa, territorio colectivo de Cacarica, integrantes de las AGC vestidos de civil en desarrollo de sus operaciones de control preguntaron por la presencia de los cuatros defensores de nuestra organización.
La situación para los líderes de la comunidad de CAVIDA y las y los defensores de nuestra organización, es de grave riesgo, debido al evidente control neoparamilitar sobre casi el 80% del territorio colectivo de Cacarica.
Las operaciones neoparamilitares cuentan con la ineficacia y omisión de las Fuerzas Militares que desde noviembre de 2016 han sido incapaces de desestructurar el control territorial que las AGC ejercen ya en 16 comunidades, de 23 comunidades.
En el Punto de La Tapa, lugar estratégico, en tanto que posibilita el control sobre los ríos Perancho, Peranchito y Bocas del Limón, con su presencia las AGC limitan la libre movilidad y controla las dos grandes vías de acceso de bienes de supervivencia de los afrocolombianos e indígenas.
Ni la Audiencia ante la CIDH con solicitudes específicas, ni las reuniones de seguimiento a las medidas cautelares en Colombia, ni la reunión de la Comisión Nacional de Garantías han resultado eficaces para garantizar los derechos de los afrocolombianos.
Hoy el control neoparamilitar, la zozobra comunitaria es absolutamente evidente con un Estado incapaz de proteger los derechos de los afrocolombiabos.
La presencia cínica y permanente de esta estructura neoparamilitar cada vez más incide y limita las actividades cotidianas de las y los habitantes ancestrales del territorio colectivo de Cacarica. Ejerciendo controles en medio de la presencia de las fuerzas regulares del Estado Colombiano sin que signifique reacción alguna.
Bogotá, D.C., agosto 10 de 2017
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz