Actuación paramilitar contra pobladores del Cacarica

“Declaran una guerra santa a quién no les llena la boca” Miqueas 3, 5



RESUMEN

Militares del Batallón Voltígeros, Brigada XVII, continúan hostigando, intimidando, amenazando, señalando a los pobladores afrodescendientes del Cacarica, CAVIDA, a los acompañantes nacionales e internacionales, en desarrollo política de seguridad “democrática” en su estrategia de recuperación territorial.

Amenazas y señalamientos contra integrantes de CAVIDA y de Justicia y Paz en presencia de militares de la Brigada XVII (25-11-03 29-11-03 ). En desarrollo de la visita del Obispo Católico THOMAS GUMBLETON, de Detroit, USA, miembro honorario de nuestra Comisión Justicia y Paz, que se realizó por espacio de cuatro días, las unidades militares lo insultaron por su presencia, se burlaron de la solidaridad internacional y del papel de los acompañantes, y del nuevo lugar humanitario de “Esperanza en Dios” en donde se está reconstruyendo el espacio de vida y de protección de la población (12-12-03).

Durante varias ocasiones las unidades militares violaron los lugares de vida de la comunidad debidamente señalados, demarcados (05-12-03) (07-12-03) (12-12-03) (31-12-03) (01-01-04)han acusado a los jóvenes y a integrantes de CAVIDA de ser guerrilleros (01-01-04) (24-01-04), amenazaron e intimidaron a pobladores afrodescendientes adultos acusándolos de ser guerrilleros (20-01-04) (23-01-04), produjeron daños en bienes de supervivencia (20-01-04), intimidaron y amenazaron a los pobladores para entregar un supuesto fusil que le fue extraído a un militar de la Brigada XVII, se acusa a los miembros de CAVIDA como responsables (22-01-04) (24-01-04).

Militares instalaron dos M-60 una enfrente de la Casa Misionera de Justicia y Paz y otras en el Centro de Salud y rodearon todo el lugar humanitario con efectivos armados (22-01-04). En horas de la madrugada los militares ingresaron a la Trilladora Comunitaria revolvieron las conchas de arroz, merodearon por la emisora comunitaria. Militares dispararon contra un joven de CAVIDA porque lo consideran “sospechoso” Durante una hora pobladores del CAVIDA convocaron a los mandos militares que desarrollan el operativo desde el 13 de mayo exigiendo respeto, acatamiento irrestricto de los Derechos Humanos y del Derecho Humanitario. No solo han recibido amenazas, señalamientos, presiones psicológicas, destrucciones de bienes de supervivencia. En el diálogo los militares anunciaron que venía dos nuevos grupos de contra guerrilla hacia “Nueva Vida”, uno de ellos expresó que si era “empapelado” él se vincularía a los paramilitares para hacer lo que tenía que hacer. Los integrantes de CAVIDA exigieron la orden de captura que decía tener para detener a un joven de la comunidad, la que nunca mostró (23-04-01). Un integrante de CAVIDA que guió la visita de la delegación de mujeres de la Red Ecuménica de organizaciones e iglesias cristianas fue acusado por un militar como responsable de las comunicaciones que afectan a la Brigada XVII acantonada en el Cacarica (24-01-04). Uno de los militares expresó que no era cierto que la comunidad tuviera el fusil, pero solicitó a la integrante de CAVIDA, guardar silencio (25-01-04).

Entre tanto, las unidades armadas encubiertas de tipo paramilitar continúan presentes en la base de San José La Balsa dentro del Territorio Colectivo del Cacarica a menos de dos horas y media a pie, a menos de 30 minutos en embarcaciones militares sin que se haya producido ningún tipo de actuación estatal.

DETALLES

º Miércoles 28 de enero, un grupo de aproximadamente 40 hombres con armas largas y cortas, vestidos de camuflado se asentaron en el caserío de La Virginia en horas de la tarde.

Los armados de la estrategia armada encubierta llegaron al parecer de cercanías del río Peranchito zonas altas del caserío de Barranquilla.

º Jueves 29 de enero, a las 5:30 hora local dos campesinos que bajaban por el río Perancho con rastras de madera fueron obligados a detenerse por el grupo de hombres armados. Uno de ellos ABELARDO PALACIOS enfrente de su hijo fue amarrado de las manos, luego lo hicieron caminar durante 10 minutos., lo tiraron al suelo, lo golpearon en el estómago, abofeteado, golpeado con un arma larga. A su hijo le dieron la orden de irse. Posteriormente, ABELARDO fue tirado al suelo, golpeado con culatazos, maltratado verbalmente “usted es un h.p miliciano” (…)”usted es un guerrillero”, golpeado en el estómago, abofeteado. Lo amenazaron de muerte, le pusieron el cañon del fusil en la cabeza, le dijeron: “tiene miedo”. Luego lo levantaron por la fuerza y lo hicieron caminar por espacio de dos horas en dirección hacia el poblado de La Raya. “Vamos a estar aquí, no nos vamos, venga quien venga”(…) “Usted se va, si algo se sabe es por usted. Cuidado con soltar la lengua”

Hacia las 10:30 horas, luego de la golpiza permanente fue dejado en libertad siguiendo su recorrido aguas abajo del río Perancho.

Hacia las 15:30 ABELARDO PALACIOS llegó al lugar humanitario “Nueva Vida”.

De acuerdo con versiones de pobladores de la zona, los paramilitares golpearon a un indígena del Resguardo de Perancho. Los paramilitares continuaron su camino hacia el poblado de La Raya, ubicado a menos de 1:45 horas a pie de la Zona Humanitaria “Nueva Vida”. Los armados anunciaron que irían hacia la base paramilitar de La Balsa.

Dentro de los paramilitares los pobladores reconocieron al señor BERTILIO CORDOBA y uno apodado “CHEMARE”.

Hasta el momento se desconoce la situación de dos afrodescendientes de CAVIDA y un afrodescendiente del Cacarica que se encontraban laborando en el entorno de La Virginia.


LINEAS DE INTERPRETACION

Nuevamente se evidencia la actuación paramilitar en la cuenca del Cacarica a pesar de las versiones que pretenden negar la presencia irregular de esta fuerza en el territorio titulado colectivamente, de los reportes oficiales que indica que no existe ninguna base paramilitar en el caserío La Balsa.

La presencia de las Fuerzas Militares en la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios” desde el 13 de mayo, en desarrollo de la política de seguridad “democrática”, que ha afectado profundamente el tejido social de la comunidad no se ha centrado en actuaciones sobre actores armados, blancos legítimos en el derecho en la guerra.

Ha sido claro que el blanco militar de la actuacion militar ha sido la poblacion civil que se ha visto afectada a través de intimidaciones, señalamientos , uso de menores en contra de la población, ofrecimientos económicos, anuncio de judicializaciones sin el debido proceso

Desde hace 7 años se conoce de la base paramilitar ubicada en el poblado de La Balsa, territorio colectivo del Cacarica,desde donde se han desarrollado, se han planeado actuaciones contra los habitantes mestizos, indìgenas y afrodescendientes del Cacarica.

Nuevos daños irreparables, atentados a la vida y a la integridad personal y colectiva se podrían evitar, si de modo efectivo se hubiera actuado sobre la base paramilitar de La Balsa, el ejercicio de control armado en Riosucio, Carmen del Darién, Turbo y sobre el río Atrato.

En particular, la ausencia de una actuaciòn sobre ese lugar conocido por el Estado colombiano, como La Balsa, genera una responsabilidad, según el derecho Internacional de Comisión por omisión. Se conoce la situación, las estructuras armadas que allí se encuentran, y no se actúa.

Mientras se continúa adelantando el proceso de desmovilización de los paramilitares, persisten las presiones para la entrega de los territorios a proyectos agroindustriales que las comunidades no desean por la imposición armada, por sus efectos sobre la naturaleza y su derecho a la existencia, por la negación del Derecho a la Verdad, a la Justicia y a la Reparación Integral; se continúa una campaña de desprestigio nacional e internacional de la propuesta que la población civil de CAVIDA , de nuestra Comisión de Justicia y Paz, de la propuesta de defensa de la Vida y del Territorio, de sus iniciativas de reconstrucción del Estado de Derecho desde la base de la Verdad, de la Justicia y de la construcción de alternativas a la guerra.

A las comunidades afrodescendientes no se les percibe como sujetos de Derecho sino como objeto de una actuación injerente externa que destruye sus posibilidades de existencia por un ejecicio integral de Derechos, por que se niegan a que las armas, y las imposiciones desde el poder de la corrupción defina su suerte, su destino y su historia. A sus victimarios, a los responsables de las violaciones de derechos humanos e infracciones del derecho humanitario, a aquellos que les han asesinado, desaparecido, torturado se les abren las puertas de la reconciliación sin más porque con ellos, si es posible construir el “progreso”

Ante tal avalancha mediática, ante los imaginarios repetidos sin crítica alguna en lo nacional e internacional, las propuestas de la población civil como la de CAVIDA, las propuestas de la sociedad civil desde los Derechos Humanos que les acompaña, quedan no solo estigmatizadas sino sitiadas en su valor ético y en su legitimidad real.

Bogotá, D.C 29 de enero de 2005

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ