Acciones arbitrarias sobre la propiedad en Zona de Biodiversidad Caño Claro.
Ayer, jueves 29 de noviembre, el señor Manuel Enrique Martínez recibió comunicación por parte de Heber Renteria, presidente del Consejo Comunitario del Río Curvaradó, donde se le indica que no puede tener disposición de la tierra que ancestralmente le pertenece, pues pertenecen al Consejo Comunitario.
Desde el miércoles 21 hasta el domingo 25 de noviembre se realizó una tala indiscriminada de bosque. En total se destruyeron 7 héctareas.
El miércoles 21 de noviembre ingresó a la Zona de Biodiversidad Caño Claro, Heber Renteria, junto con aserradores, quienes le manifestaron a Ester María Ramos, propietaria ancestral, que el Consejo Mayor podía definir el uso del territorio. Adicionalmente le indicaron que el territorio no se podía caracterizar como ambientalmente protegido y destruyeron la identificación de la Zona de Biodiversidad.
La señora Ester asegura que Heber llevaba consigo una autorización del empresario Rodrigo Mejía para el corte de madera.
Adicionalmente, el lunes 15 de octubre Heber le había solicitado a Enrique Martínez 15 millones de pesos y 30 hectáreas de tierra para certificarle la sana posición; de lo contrario, le entregaría la tierra al empresario Darío Montoya.
Desde el mes de septiembre del presente año, la familia Martínez ha visto truncado su proceso de retorno al territorio del que fueron despojados, sin que existan acciones disciplinarias en contra del presidente del Consejo Comunitario que toma acciones arbitrarias e inconsultas del territorio, en contravía de la Ley 70 y ha ocasionado daños ambientales irreparables en los territorios.
Bogotá D.C., 30 de noviembre de 2018
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz