Acción preventiva
Dice el Mayor FLOREZ a CAVIDA:
“Pobrecitos no saben como se va a poner esto de malo…”
Persiste actuación militar en la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios”. Intimidaciones y ofrecimientos de dinero a menores de edad. Cuestionamientos a la presencia internacional y a nuestra Comisión. Unidades paramilitares dentro del operativo oficial.
Desde el martes 13 de mayo hasta hoy mayo 21, continúa el operativo militar en el Cacarica de unidades de la Brigada XVII y del Batallón Fluvial 20 focalizado hasta este momento en los alrededores de la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” en el que se ha corroborado la participación de integrantes de los “civiles” armados de la estrategia paramilitar.
A pesar de los requerimientos planteados en sesiones extraordinarias de la Comisión Mixta de Verificación, CMV, del viernes 16 de mayo y del martes 20 de mayo, de las solicitudes de la comunidad internacional para conocer las razones de las operaciones militares desarrolladas de manera inusual dentro del Territorio Colectivo del Cacarica, no se ha logrado establecer las motivaciones profundas de las actuaciones oficiales de las Fuerzas Militares, muchas de las cuales expresan la erosión de los principios del Estado de Derecho. El uso de la fuerza está ligado a operaciones psicológicas, a formas pretendidamente lógicas, legales y legitimas de actuación, que reflejan la profunda esquizofrenia estatal, la unidad de objetivos de las actuaciones abiertas y las encubiertas.
Cada día que pasa las preguntas son más recurrentes, y el silencio institucional del poder civil más evidente, conforme a la Estrategia de Seguridad Democrática. Hasta el día de hoy, la ausencia de una respuesta precisa se oculta argumentando razones militares. Las razones de Estado hasta el día de hoy no explican por qué la presencia de paramilitares en las operaciones regulares, no dan cuenta de las intimidaciones, de los señalamientos, de las grabaciones de video, del ofrecimiento de dinero para lograr información sobre la comunidad de CAVIDA, de las amenazas, de las advertencias.
Con el tiempo los velos que ocultan el rostro de hierro se van descubriendo. Las pretendidas motivaciones de la Seguridad Democrática se refieren no al combate armado, en las leyes propias de la guerra, sino a la destrucción, a la coptación y al control de la población, por vía de la represión y simultáneamente de la seducción, un excelente pretexto el combate a las FARC EP. Pero otro velo empieza a desprenderse las razones de las operaciones militares en los Territorios Colectivos pretenden controlar a la población para asegurar las inversiones estratégicas en cuencas biodiversas como las del Cacarica.
Nadie ha negado al Estado ejercer el derecho al uso de la Fuerza pero las actuaciones hasta ahora desarrolladas se han dirigido contra la población civil. El uso de la Fuerza no se ha orientado para combatir ni para proteger, por el contrario se ha orientado para aterrorizar, para perseguir a la población de CAVIDA, uno de los pocos procesos comunitarios que se mantiene en el bajo Atrato, luego de la ofensiva militar encubierta de copamiento y de desalojo que se inició en la región en el 2002, mientras se intensifica la compra ilegal de tierras, se copan los consejos comunitarios en desarrollo de la estrategia paraestatal, y se implementan proyectos agroindustriales.
La propuesta de Zonas Humanitarias como ejercicio de distinción de la población civil, ejercicio de la inmunidad viene siendo puesto en cuestión con la operación militar de Seguridad Democrática y de Estado Comunitario. Muchas preguntas nacen del desarrollo de las operaciones militares existentes, de las actuaciones aparentemente legales, sobre las cuales existen profundas preocupaciones, mantos de dudas y de cuestionamientos. Los niños y los jóvenes, en especial, y en general todas y todos los miembros de CAVIDA son el objeto de la persecución, del hostigamiento, de la intimidación
* Martes 13 de mayo, a las 16:00 horas, dentro de las unidades militares de la Brigada XVII y el Batallón Fluvial 20, en el sitio conocido como La Tapa, se constató la presencia de tres hombres, vestidos con uniformes de la fuerza pública que hasta hace poco se conoce estaban vinculados con las estructuras militares encubiertas de tipo paramilitar.
Menores de edad a esa hora observaron dentro de las unidades militares a un hombre, al parecer, a el llamado OBERTH MEJIA, quien participó en la actuación encubierta de tipo paramilitar en las zonas humanitarias de Nueva Vida y Esperanza en Dios en junio del 2001; a un exmiliciano de las FARC-EP apodado “El Brujo”, quién desertó hace menos de un año de este grupo disidente, este armado hizo presencia el 26 de mayo de 2002 en la Zona Humanitaria “Nueva Vida”, exigido y obligado a retirarse de la Zona Humanitaria por parte de la población civil de CAVIDA; un hombre de apellido URANGO, llamado “Todo a Mil”, pues durante la permanencia en Turbo durante la situación de desplazamiento entre 1.997 y 1999, ejercía la labor de vendedor ambulante en el coliseo municipal y los Albergues Humanitarios “Santo Ecce Homo” y “Madre Laura”, al tiempo, que realizaba acciones de vigilancia y control sobre los afrodescendientes a favor de las estructuras armadas encubiertas de tipo paramilitar.
* Miércoles 14, a las 9:00 horas, en el sitio conocido como La Tapa, cuando dos jóvenes de CAVIDA desembarcaban algunos bultos de maíz, el oficial del Batallón Voltígeros FLOREZ les expresó: “Ustedes saben dónde está la guerrilla?, Han visto a la guerrilla?”. A lo que respondieron: “no” Luego, afirmó: “ustedes están buenos para prestar el servicio militar”.
En horas de la tarde en el sitio conocido La Tapa integrantes del operativo militar manifestaron a la Defensoría del Pueblo: “por el momento no vamos a entrar a las Zonas Humanitarias, pero necesitamos que la población nos colabore con información” (…) “La gente tiene que irse acostumbrando a nuestra presencia vamos a estar hasta Diciembre, y de pronto vamos a cantar villancicos” (…) “Estamos aquí por una alerta activada por la Defensoría del Pueblo y en respuesta a la Acción de Tutela hecha por la comunidad en el 2001” –mostrándole toda la documentación de la Tutela-. Agregaron, que controlarían desde La Tapa hasta la frontera con Panamá., “la gente tiene que irse acostumbrando a nuestra presencia, vamos a estar circulando por el río”.
Durante todo el día se presentó movilización de las unidades militares por el camino que conduce de La Tapa a la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios”.
* Jueves 15 de mayo, hacia las 14:00 horas aproximadamente, un grupo de los 140 unidades militares instalaron carpas enfrente de la Zona Humanitaria, grabando con video a los pobladores que se encontraban en la orilla del río. A una menor de edad de CAVIDA, que lavaba en el río, se le acercaron preguntándole: “Aquí hay emisora, hay teléfono, hay tienda?” Como la menor no dio respuesta la intimidaron verbalmente: “Te mocharon la lengua … tranquila que conocemos a tu papá” Los militares pronuncian el nombre del Patriarca NAZARE MARTINEZ, Patriarca de CAVIDA y una de las Autoridades de la Justicia Comunitaria. Al escuchar el nombre de su papá, la menor salió corriendo
* Viernes hacia las 11:00 horas aproximadamente, la Defensoría del Pueblo del Cacarica, se dirigió hacia el Comandante del operativo militar, Mayor FLOREZ, cuando se contabilizan 140 hombres, entre ellos tres encapuchados, expresándole las preocupaciones a ella planteadas por la comunidad acerca del operativo, la movilización de tropa muy cerca de la Zona Humanitaria, y por el grupo que acampa enfrente de la Zona Humanitaria.
El mayor FLOREZ expresó: “que me lo diga la gente, yo estoy listo a irme. Ya me hice experto en lo judicial, necesito un Acta Firmada por la comunidad. Con el Acta yo hablo con mi superior y me voy. Yo hablaría con la comunidad y la Defensoría del Pueblo y la ACNUR. Que estén como intermediaria (…) Si vienen los de las ong y Brigadas Internacionales de Paz, que se queden callados. El militar FLOREZ, refiriéndose a PBI, expresó: “esos dicen que son observadores y tienen una posición” Y agregó nuevamente, “ Si la gente quiere que nos vayamos, nos vamos pero nos tiene que dejar firmada un acta en la que expresen que se hacen responsables de todo lo que pase aquí, después que nos vayamos. Yo hablé con CARLOS FRANCO quien me dijo que no había territorios vedados para las Fuerzas militares y que podía adelantar todas las acciones que considerara necesarias Entonces de aquí, nos vamos a pasar a Nueva Vida”.
• Sábado 17 de mayo, hacia las 13:00 horas, las unidades militares rodearon la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios” por la entrada principal, la emisora comunitaria y donde se encuentra La Trilladora. En desarrollo de esta acción militar hicieron tomas de video de los pobladores que alcanzaban a ser divisados, mientras el Mayor FLOREZ expresó: “No he pasado la Malla, estoy en todo mi derecho de estar aquí”. Minutos después volvieron a cruzar el río hasta el lugar del campamento.
Hacia las 17:00 horas miembros de la Defensoría del Pueblo, Peace Brigades International, PBI y de la Oficina de la Alta Comisionada para los Refugiados en el Mundo, ACNUR, dialogaron con unidades militares de la Brigada XVII, expresándoles que la comunidad de CAVIDA esperaría la reunión de la Comisión Mixta de Verificación, CMV, del martes, en respuesta a la propuesta del Mayor FLOREZ de reunirse toda la comunidad con él.
* Domingo 18 de mayo, hacia las 18:00 horas un afrodescendiente que salió en horas de la tarde de la Malla de la Vida, que identifica la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” buscando alimentos en el caño de El Limón, distante a 10 minutos del lugar humanitario, fue advertido por los militares: “No se puede andar por acá, más allá de las seis de la tarde. No respondemos por lo que pueda pasar, si fueran los que vienen por un día, ellos si habían procedido, ellos no advierten, cumplen lo que dicen “ – refiriéndose a los paramilitares
* Lunes 19 de mayo, 14:00 a un menor de edad de CAVIDA, de 11 años de edad, quien venía de regreso a la Zona Humanitaria con yuca para la alimentación de la familia, le ofrecieron 15 mil pesos (U.S $ 5.50), si entregaba información sobre los Coordinadores de CAVIDA, el comportamiento de la comunidad, el manejo de todas las situaciones que se desarrollan al interior de la Zona Humanitaria.
* Martes 20 de mayo, hacia las 14:00 horas, un integrante de CAVIDA que salió de la Malla de la Vida buscando productos de pan coger fue abordado por 6 militares, entre ellos el Mayor FLOREZ. Este oficial interrogó al afrodescendiente: “ quién los desplazó?” A lo que respondió el integrante de CAVIDA: “una operación militar”. El oficial agregó: “Ustedes para que se dejan acompañar de las ONG, ellos se quedan con toda la plata” (…) “Es mejor que ustedes se queden solos, todo lo que está alrededor es muy bueno. No he visto ningún cultivo ilícito. Nosotros venimos a protegerlos, a cuidarlos. Las ONG se quedan con todo lo que es de ustedes”
Minutos después, el Mayor FLOREZ, al mando del operativo militar, a dos jóvenes de CAVIDA que regresaban a la Zona Humanitaria, con algunos productos de pan coger para poder alimentarse, los llamó y les expresó: “Me duele que el gobierno esté dando tanto dinero y Justicia y Paz se quede con los recursos económicos que son de ustedes. Por qué no se vinculan a trabajar con nosotros, les ofrecemos 500 mil pesos (U.S $ 180)” (…) “Pobrecitos no saben como se va a poner esto de malo, esto se va a poner bien feo”
* Miércoles 21 de mayo, a las 8:00 horas aproximadamente, un poblador del Cacarica que se dirigía hacia su trabajo de aserrío se acercó a un miembro de la Brigada XVII para expresarle que iba a trabajar, junto con su familia, en un punto determinado de modo que no se fuera actuar contra la integridad de quiénes allí iban a estar. El militar FLOREZ expresó: “Nosotros vamos a estar aquí. Vamos a canalizar desde La Tapa hasta Barranquilla. Van a entrar 10 mil hombres” (…) “La bendita comunidad no se quiso reunir con nosotros, pero nosotros sabemos que ellos, si se reúnen con la guerrilla. Se va a llegar el día en que ellos tendrán que reunirse con nosotros. Ahora si llegó el progreso, vienen proyectos muy buenos”.
En esta breve reseña de las actuaciones militares, conocidas por el poder civil del gobierno central, y frente a las cuales no se ha actuado es más se ha avalado, se desentraña nuevamente el carácter de las actuaciones militares, sus técnicas psicológicas, de desestructuración de la cotidianidad, de acabamiento de la actividad productiva comunitaria, de destrucción de las posibilidades de sobrevivencia alimentaria de CAVIDA.
Muchas preguntas frente a un operativo militar que genera profundas secuelas en la vida de la población afrodescendiente:
Por qué el movimiento operacional y los centenares de unidades militares desplegadas se han centrado en acciones de control, con formas de intimidación, sobre la población civil que forma parte de las Comunidades Autodeterminación, Vida, Dignidad del Cacarica, CAVIDA, un grupo humano perfectamente identificable y ubicado en zonas específicas de habitación perfectamente delimitadas con una Malla ?
Por qué en los Informes Oficiales recientemente presentados por las Fuerzas Militares niegan la existencia de una base armada de tipo paramilitar en el caserío de La Balsa, mientras los testimonios de testigos campesinos, autoridades de distintos nivel, pobladores de la región que se han visto afectados y obligados a asumir las condiciones de la estrategia paramilitar e informes de otras instituciones niegan la veracidad de esos informes militares ?
Por qué la operación militar no se ha desplegado sobre el caserío de La Balsa, distante a escasas 2 horas a pie y a 30 minutos en embarcación de tipo piraña desde La Tapa, punto de acceso a las Zonas Humanitarias ?
Por qué la operación militar no se ha desplegado al retén paramilitar que se encuentra en Tumaradó sobre el río Atrato ?
Por qué el pretexto de la presencia militar fronteriza, si todas las operaciones se han centrado en las Zonas Humanitarias?
Por qué en la operación militar regular /oficial/ participan miembros de los grupos irregulares, entre ellos, alguno que participó en la actuación de tipo paramilitar, de junio del 2001, en ese momento, a los Asentamientos “Nueva Vida y Esperanza en Dios” ?
Por qué las afirmaciones de oficiales del ejército que participan en las operaciones militares ponen en cuestión la misión, el papel y la filosofía de organismos humanitarios observadores internacionales ?
Por qué dejan en cuestión a través de sus afirmaciones la labor de nuestra Comisión como organismo de Derechos Humanos ?
Por qué hasta el día de hoy, a pesar de requerimientos oficiales y de la comunidad internacional, se desconocen las razones del operativo militar, en la medida en que se han centrado las acciones sobre la población civil ?
Por qué las afirmaciones de los colombianos que participaron como miembros de la Policía Panameña, quienes manifestaron su conocimiento de lo que hasta el 2001 se llamaron los Asentamientos “Nueva Vida”` y “Esperanza en Dios” coincidiendo con la operación paramilitar del 2001, y los interrogatorios a los que sometieron a los 109 deportados son similares a las afirmaciones e interrogatorios de las unidades armadas encubiertas colombianas, a las de las unidades militares regulares ?
Por qué encapuchados vestidos de camuflado dentro del operativo militar?
Por qué las operaciones militares no se han orientado a ejercer control sobre los aprovechamientos forestales que desarrolla la Empresa Maderas del Darién, de modo ilegal, desconociendo la normatividad de ley 70, amparados por `”civiles” armados vestidos de camuflado de la estrategia paramilitar ?
Por qué las operaciones militares se desarrollan en el entorno de la Zonas Humanitarias de CAVIDA, justo en la época de siembras, en las que se asegura la alimentación tradicional del arroz, del maíz y del plátano por un año? Cuál es la intencionalidad en la que confluye también la estrategia de control de tipo paramilitar en Tumaradó, donde no es posible la circulación de bienes y de personas, sin la autorización y el aval paramilitar? Se han perdido terrenos preparados para las siembras, quién resarcirá los nuevos daños al proceso de CAVIDA?
Hacemos un llamado a la Comunidad Internacional para que se comuniquen con urgencia, al Gobierno Nacional requiriendo al Vicepresidente de la República FRANCISCO SANTOS y a CARLOS FRANCO, director de la Oficina de Derechos Humanos y Derecho Humanitario:
Den a conocer las razones de fondo del operativo militar. Si este persiste se desarrolle con el respeto debido a la población civil, se pregunte por qué el mismo no se desarrolla contra objetivos militares legítimos como la base paramilitar de La Balsa y Tumaradó, qué acciones administrativas se van a tomar frente a las amenazas, a las intmidaciones y las afirmaciones realizadas en el operativo militar contra la población de CAVIDA, Peace Brigades International, y nuestra Comisión. Si se trata de una operación militar preparatoria a una acción judicial se realice con el respeto a los derechos, a las garantías judiciales y al debido proceso, respetando la Malla de la Vida y la Zona Humanitaria.
Cra 8 A Nro 7 – 57
Fax 571 4442120
Se requiera al Procurador General de la Nación, EDGARDO MAYA VILLAZON la presencia inmediata en las Zonas Humanitarias de Delegados de la Procuraduría General de la Nación de orden central.
Cra 5 Nro 15 – 80
Fax 571 3330011 Extensión 11501
571 3330011 Extensión 11519
Bogotá DC, mayo 21 del 2003
COMISIÓN INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ
INFORME EJECUTIVO 24
CACARICA-CAVIDA
En medio de la Operación Militar de la Brigada XVII, que se prolongará por largo tiempo, se propuso a CAVIDA:
PROSTITUCION E INCORPORACION A SOLDADOS CAMPESINOS
Persiste actuación militar enfrente de la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios”, y una avanzada en sus alrededores en fincas familiares de los afrodescendientes. Aún la mayoría de las fincas se encuentran abandonadas, ha disminuido la actividad pesquera, aprovechamientos de los frutos de la tierra de campesinos y del hermanamiento internacional por parte de 50 militares. Ofrecimientos de dinero a menores de edad y vinculación a la propuesta de soldados campesinos.
Desde el martes 13 de mayo hasta hoy mayo 27, continúa el operativo militar, que se prolongará por mucho tiempo en el Cacarica, con la participación de unidades de la Brigada XVII y del Batallón Fluvial 20. Hasta el día de hoy se presentó una avanzada de 50 unidades militares en dirección a la Zona Humanitaria “Nueva Vida”.
A pesar de los reiterados requerimientos planteados en sesiones extraordinarias de la Comisión Mixta de Verificación, CMV, el gobierno colombiano aún no da respuesta a las preguntas que existen respecto a la operación militar implementada en la que se vienen desarrollando operaciones psicológicas contra la población, intimidaciones, ofrecimientos de prebendas contra el Proyecto de Vida de CAVIDA.
° Martes 13 de mayo, hacia las 16:00 llegó a la Zona Humanitaria, la menor de edad YESENIA BERRIO MENA guiada por un indígena de la cuenca del río Salaquí. Sus familiares se vieron obligados a separarse por el desarrollo de la Operación Policial de la Guardia Panameña que se desarrolló entre el 18 y el 21 de abril en la población de Punusa en Panamá.
° Martes 20 de mayo, a las 14:25 aproximadamente, el Mayor FLOREZ, al mando del operativo militar, a dos jóvenes de CAVIDA, les ofreció dinero, estudio en Turbo y una motosierra, todo … “si cortan el alambrado –refiriéndose a la Malla de Vida- de esa Zona Humanitaria”
° Viernes 23 de mayo, hacia las 9:00 horas, 50 unidades militares se trasladaron del frente de la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios”, en dirección hacia la Zona Humanitaria “Nueva Vida”. Minutos más tarde, algunos niños fueron interrogados por los militares acerca de la distancia en camino hacia el otro lugar humanitario. A uno de los jóvenes de CAVIDA le dijeron: “muchacho, a usted le hace falta dinero, traiga unas mujeres de Esperanza en Dios, a ellas y a usted le pagamos, es que estamos con muchas ganas” Agregaron luego: “Ustedes están mal, vincúlese a nuestras filas, entre como soldado campesino allá se gana dinero”. Ante la negativa del joven, quién expresó verbalmente, “yo no vendo, mi proceso de CAVIDA”, los militares expresaron su disgusto.
Hacia las 11:00 horas las 50 unidades militares se ubicaron en la propiedad de un Patriarca de CAVIDA, en donde se encuentra un cultivo de arroz y de frutales de propiedad compartida de la familia propietaria del terreno, de CAVIDA, y de organizaciones campesinas e indígenas del Cauca, del Meta, de Santander; la Comunidad de las Abejas de México, el CIPO de México, Comunidades Afrodescendientes del Ecuador, Movimiento Sin Tierra del Brasil, quiénes participaron en el Segundo Encuentro Internacional en el Cacarica.
° Martes 27 de mayo, hacia las 9:00 horas, luego de haber conocido la noche anterior de la vivienda en la vivienda y en los lugares de trabajo familiar y comunitario, de las unidades militares, y del consumo de los frutales de propiedad colectiva nacional e internacional, una comisión conformada por integrantes de la ACNUR, de la Defensoría del Pueblo acompañaron a integrantes de CAVIDA, se dirigieron a las unidades militares reclamando el derecho al no uso de la propiedad ni el usufructo de los bienes de pan coger allí existentes. Los militares allí presentes, al mando del Mayor FLOREZ accedieron a retirarse del lugar de la población civil. Además del uso de la infraestructura de la vivienda familiar, los 50 militares, con la ocupación del lugar, afectaron arroz familiar y colectivo de organismos y organizaciones nacionales e internacionales y las cosechas de frutales como mangos y borojó.
El operativo militar continúa deslegitimándose por las técnicas, procedimientos abusos en el uso de la fuerza, manifestación de la erosión del Estado de Derecho. El tipo de procedimientos adoptados, asumidos y desarrollados para pretender controlar la población, tales como el abuso de las propiedades familiares y comunitarias, el ofrecimiento de recursos económicos a niños y jóvenes para su involucramiento en el conflicto armado como soldados campesinos, el ofrecimiento de recursos para la prostitución de niñas y-o mujeres, sigue siendo una nueva agresión que niega el proyecto de vida y los principios de CAVIDA .
Con el paso del tiempo, desde la “Operación Génesis”, hace seis años, nada se ha enderezado, lo turbio, la distorsión de la fuerza es cada vez más cínica y desprovista de cualquier principio ético y del honor de los guerreros. Se cualifican los modos de control y de represión, los velos que ocultan la verdad, lo que hay detrás, se continúan descubriendo.
Las pretendidas motivaciones de la Seguridad Democrática no se refieren al combate armado, en las leyes propias de la guerra, a los enemigos militares sino a la destrucción, a la coptación y al control de la población; un mecanismo adecuado, de aparentes menos costos políticos para implementar proyectos de inversión. Ahí están los anuncios en los operativos regulares, expresados más tímidamente, que los que se manifiestan mediáticamente a través de las estructuras clandestinas, anunciando el control del territorio, y el inicio de la etapa de proyectos agroindustriales y de inversión.
Insistimos, nadie ha negado al Estado ejercer el derecho al uso de la Fuerza. Las actuaciones hasta ahora desarrolladas no se han orientado a combatir ni a proteger a la población. La propuesta de Zonas Humanitarias como ejercicio de distinción de la población civil, ejercicio de la inmunidad, quiere ser destruido pretendiendo usar a la misma población de CAVIDA. No existen combates ni confrontaciones con las estructuras militares encubiertas de tipo paramilitar, ellas se campean a dos horas de donde se encuentras las unidades regulares. Por el contrario, las coincidencias en los anuncios del progreso son evidentes e inocultables
Pero evidentemente no es posible acudir al aparato de justicia, no sólo porque en seis años no ha hecho lo que era posible hacer, como tomar pruebas técnicas de los bombardeos y las quemas de casas; no solo porque continúa justificando su inoperancia en que las familias de CAVIDA no prestan colaboración ni declaran, soportando el peso de la prueba en los testimonios de la comunidad para después descalificarlos como insuficientes; no solo porque no han podido responder con claridad por qué no compulsaron copias de las declaraciones rendidas en 1.997, qué se hicieron, en dónde se extraviaron; no solo porque nunca han entregado un informe sobre las investigaciones adelantadas por la Operación “Génesis” ni por los más de 85 crímenes cometidos; si no porque en una Comisión de Fiscales, ellos mismos, operaron como guerreros y como justicieros, ellos mismos operaron con similares técnicas a las hoy desarrolladas por las operaciones militares de la Brigada XVII. ¿Qué es posible esperar entonces de la justicia?
Hoy continúan vigentes las preguntas sobre el desarrollo de las operaciones militares, que no se han respondido:
¿Por qué el movimiento operacional y los centenares de unidades militares desplegadas se han centrado en acciones de control, con formas de intimidación, sobre la población civil que forma parte de las Comunidades Autodeterminación, Vida, Dignidad del Cacarica, CAVIDA, un grupo humano perfectamente identificable y ubicado en zonas específicas de habitación perfectamente delimitadas con una Malla?
¿Por qué en los Informes Oficiales recientemente presentados por las Fuerzas Militares niegan la existencia de una base armada de tipo paramilitar en el caserío de La Balsa, mientras los testimonios de campesinos, autoridades de distintos nivel, pobladores de la región que se han visto afectados y obligados a asumir las condiciones de la estrategia paramilitar e informes de otras instituciones niegan la veracidad de esos informes militares?
¿Por qué la operación militar no se ha desplegado sobre el caserío de La Balsa, distante a escasas 2 horas a pie y a 30 minutos en embarcación de tipo piraña desde La Tapa, punto de acceso a las Zonas Humanitarias?
¿Por qué la operación militar no se ha desplegado al retén paramilitar que se encuentra en Tumaradó sobre el río Atrato?
¿Por qué el pretexto de la presencia militar fronteriza, si todas las operaciones se han centrado en las Zonas Humanitarias?
¿Por qué en la operación militar regular /oficial/ participan miembros de los grupos irregulares, entre ellos, alguno que participó en la actuación de tipo paramilitar, de junio del 2001, en ese momento, a los Asentamientos “Nueva Vida y Esperanza en Dios”?
¿Por qué las afirmaciones de oficiales del ejército que participan en las operaciones militares ponen en cuestión la misión, el papel y la filosofía de organismos humanitarios observadores internacionales?
¿Por qué dejan en cuestión a través de sus afirmaciones la labor de nuestra Comisión como organismo de Derechos Humanos?
¿Por qué hasta el día de hoy, a pesar de requerimientos oficiales y de la comunidad internacional, se desconocen las razones del operativo militar, en la medida en que se han centrado las acciones sobre la población civil?
¿Por qué las afirmaciones de los colombianos que participaron como miembros de la Policía Panameña, quienes manifestaron su conocimiento de lo que hasta el 2001 se llamaron los Asentamientos “Nueva Vida”` y “Esperanza en Dios” coincidiendo con la operación paramilitar del 2001, y los interrogatorios a los que sometieron a los 109 deportados son similares a las afirmaciones e interrogatorios de las unidades armadas encubiertas colombianas, a las de las unidades militares regulares? Por qué hubo encapuchados vestidos de camuflado dentro del operativo militar?
¿Por qué las operaciones militares no se han orientado a ejercer control sobre los aprovechamientos forestales que desarrolla la Empresa Maderas del Darién, de modo ilegal, desconociendo la normatividad de ley 70, amparados por `”civiles” armados vestidos de camuflado de la estrategia paramilitar?
¿Por qué las operaciones militares se desarrollan en el entorno de la Zonas Humanitarias de CAVIDA, justo en la época de siembras, en las que se asegura la alimentación tradicional del arroz, del maíz y del plátano por un año?
¿Cuál es la intencionalidad en la que confluye también la estrategia de control de tipo paramilitar en Tumaradó, donde no es posible la circulación de bienes y de personas, sin la autorización y el aval paramilitar? Se han perdido terrenos preparados para las siembras, ¿quién resarcirá los nuevos daños al proceso de CAVIDA?
Al tiempo que la presencia militar afecta la cotidianidad de la población impidiendo las siembras y la recolección de cosechas, ofrecen alimentos que en medio de la crisis humanitaria, generada por su cercanía a los lugares de la población y por el bloqueo de tipo paramilitar en Turbo, Riosucio y Tumaradó, ¿por qué no desarrollan sus acciones militares en los lugares de control de actuación paramilitar?.
Bogotá, DC, 27 de mayo de 2003.
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ
INFORME EJECUTIVO 25
CAVIDA CACARICA
Segundo Encargado de Derechos Humanos de la Brigada XVII, cuestiona la labor de Peace Brigades International, anuncia que deben salir del Cacarica
VENIMOS A CAPTURAR A MIEMBROS DE JUSTICIA Y PAZ Y DE CAVIDA
En desarrollo del operativo militar bajo la responsabilidad de la Brigada XVII se continúan manifestando expresiones que dejan en cuestión los mecanismos y los métodos utilizados que desdicen de los principios del Estado de Derecho, la ausencia de garantías y del debido proceso, quedan serias preguntas sobre los procesos pedagógicos de derechos humanos adelantados en la unidad castrense y muestran a un lector desprevenido el desconocimiento en la práctica de las Directivas Presidenciales referentes a la presencia humanitaria internacional, a las organizaciones que afirman sus derechos y a los organismos de Derechos Humanos.
En el caso del Cacarica, como desde hace 6 seis años, a raíz de la operación militar “Génesis” que generó el desplazamiento en el fondo lo que está en cuestión es el papel de las Fuerzas Militares. En el mismo desplazamiento por el desarrollo de operaciones armadas que al mando del General RITO ALEJO DEL RIO, combinaron operaciones regulares e irregulares con “civiles” armados paramilitares, que definieron como blancos militares a los pobladores civiles, por lo que saquearon casas, quemaron viviendas y asesinaron a MARINO LOPEZ.
El desarrollo de la operación militar iniciado desde el 13 de mayo muestra la ausencia de una voluntad política de actuación diferente, de aceptación de las recomendaciones de los organismos de Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en relación con la depuración de las Fuerzas Militares, el combate a los paramilitares, las garantías para el ejercicio de la defensa de los derechos humanos, el debido proceso, y una actuación conforme a la normatividad del derecho Internacional de los derechos Humanos y el derecho Internacional Humanitario.
° Lunes 19 de mayo, hacia las 16:45 horas aproximadamente en horas de la tarde un grupo de aproximadamente 50 hombres del Batallón Voltígeros adscrito a la Brigada XVII llegaron al caserío de Bijao, en donde se encontraban algunos miembros de CAVIDA, recuperando siembras.
Algunos de los militares expresaron: “el caserío ha cambiado algo, cuando vinimos en el año 97, había mucha más gente, ahora no hay tanta”. Otros militares que realizaron el recorrido por todo el poblado, casa por casa, expresaron: “aquí fue donde llegamos hace años, esto está un poco descuidado”.
° Martes 20 de mayo, en horas de la tarde, un oficial, sargento GARCIA, el segundo encargado de Derechos Humanos, quién se presentó como encargado de Derechos Humanos convocó a los campesinos afrodescendientes allí presentes a una reunión. Los pobladores temerosos atendieron a los militares. El oficial GARCIA expresó: “esas Zonas Humanitarias son una cochera, son unas marraneras, allá les prohiben de todo” (…) “ Nosotros no vamos a permitir ningún traslado de las Zonas Humanitarias, como lo están diciendo, eso no va a pasar, no le vamos a permitir que se trasladen de la Zona Humanitaria, eso a ustedes les tiene que quedar claro.(…) La gente dice que no sale a trabajar por nuestra culpa, y eso es mentira. Ustedes en cambio si nos han acogido. Ese proceso de CAVIDA lo conozco a fondo, nosotros sabemos porque estamos aquí, y ya van a saber que va a pasar” (…) “Vamos a ir al caserío de Bogotá, y al de Barranquilla” (…) “es necesario canalizar el río, nosotros lo necesitamos habilitado y ustedes también”
Ante las afirmaciones contra el proceso de CAVIDA varios de los afrodescendientes, en medio del temor, se negaron a aceptarlas, y expresaron: “nosotros somos de CAVIDA, lo que ustedes dicen de las zonas Humanitarias no es cierto”
Durante el miércoles 21 y hasta el viernes 30 de mayo, el operativo militar permaneció en el poblado de Bijao, a pesar de la solicitud de la directiva del Consejo Menor de retirarse del lugar, pues se convertían en blanco militar, el ejército se negó a abandonar el lugar.
En medio de su tránsito constante por el caserío, los militares invitaron a los pocos pobladores allí presentes a tomarse fotografías, buscaron insistentemente lograr un registro fotográfico de los miembros de la directiva del Consejo, ofrecieron dulces y comidas, al tiempo que buscaban información sobre los coordinadores de CAVIDA, de los acompañantes nacionales e internacionales a nuestra Comisión Justicia y Paz y a Peace Brigades International, PBI.
Hablaron de corrupción de los Coordinadores y de los Acompañantes nacionales e internacionales, “ellos se quedan con el dinero de la comunidad, nosotros lo sabemos muy bien, y ustedes siguen muy pobres”.
° Jueves 29 de mayo, entre las 12:00 y las 15:00 horas, oficiales del operativo militar se reunieron en el caserío de Bijao con dos pobladores provenientes de la zona del Cirilo y de La Balsa donde se desarrolla un estricto control militar encubierto de tipo paramilitar, entre ellos, ADAN QUINTO, sancionado por favorecer las actuaciones ilegales de la empresa Maderas del Darién.
En la reunión a la que invitaron a dos miembros de CAVIDA, que se encontraban cerca del lugar recuperando sus siembras de pan coger, y quiénes se negaron a asistir, los militares abordaron los problemas de los “Coordinadores de CAVIDA, Justicia y Paz y PBI”.
° Viernes 30, en horas de la tarde, unidades militares de la Brigada XVII estuvieron recorriendo el poblado de Bijao, en una casa ubicada a las afueras del caserío, el oficial del ejército el Teniente GARCIA, encargado de Derechos Humanos, expresó a varios pobladores que se encontraban allí: “ Tengo una oficina en la Brigada XVII, en Carepa. Todo lo que hemos hecho y lo que hemos visto, lo tenemos grabado. Hemos dejado en el video la labor de Peace Brigades International, PBI, los vimos cerrando la puerta de la Zona Humanitaria, ese no es su papel, ellos no están aquí en al país para eso. Nosotros vinimos a capturar a gente de Justicia y Paz y coordinadores de CAVIDA, vamos a capturar a mucha gente, y los de PBI se tendrán que ir, no son de aquí” (…) Agregó el militar: “ Aquí se va armar la revoltura, todos tienen que ir a sus fincas, esos procesos los necesitamos, pero cada uno en su lugar, en su finca, no en esas Zonas Humanitarias, que son marraneras, todos a trabajar en sus parcelas, como ustedes. Ellos, todos los que no estén en lo mismo, se tienen que ir de aquí. Todos tienen que salir a trabajar de su cuenta como ustedes” (…) “Yo conozco mucho del proceso del Cacarica. De los 900 millones que el gobierno nacional entregó para la construcción de 418 viviendas, de eso, solamente invirtieron 450 millones, qué se hicieron los demás, CAVIDA recibe mucha plata, mucho dinero y hay nueve huevones de la Coordinación que se quedan con la plata. (…) Nosotros necesitamos abrir y destaponar el río. Nosotros podemos ayudar, si ustedes quieren. De todos modos vamos a llamar a la Empresa Maderas del Darién, nosotros necesitamos el río abierto (…) “
° Domingo 1 de junio, a las 9:00 horas integrantes de las estructuras armadas encubiertas de tipo paramilitar hicieron presencia en el canal del Cirilo, a menos de 40 minutos a pie de la Zona Humanitaria “Nueva Vida”.
Las expresiones verbales de los oficiales encargados de la operación militar que se desarrolla en el Cacarica expresan una actitud, una voluntad y una intencionalidad no solo de deslegitimación, no solo de tergiversación, no solo de confusión sino de control y de nuevos modos de represión a través de montajes, de falsas pruebas e imputaciones carentes de veracidad del proceso de CAVIDA y del acompañamiento nacional e internacional tendientes a destruir la propuesta de las comunidades de Autodeterminación, Vida, Dignidad del Cacarica.
Es evidente que la propuesta de CAVIDA, de defensa de la Vida y el Territorio, basada en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derechos Humanitario, en la Ley 70 de Comunidades Negras y los Derechos de los Pueblos, se encuentran en contravía de la Política de “Seguridad Democrática” y de “Estado Comunitario”. La propuesta de CAVIDA a través de las Zonas Humanitarias es un ejercicio territorial basado en el principio de distinción, pero al mismo tiempo del derecho a la existencia con el mantenimiento de las prácticas tradicionales de siembras de pan coger, de negación al desalojo y a la implementación de proyectos agroindustriales
No causan sorpresas las afirmaciones del oficial, segundo encargado de Derechos Humanos de la Brigada XVII, el sargento GARCIA o las expresadas por el Mayor FLOREZ en los días anteriores, pues como está ocurriendo en otras partes del país, se ha desatado una casería de brujas, en que se expiden ordenes de captura, se llama a indagatorias, como en el caso de Monseñor JOSE LUIS SERNA por que en desarrollo de acciones humanitarias, se le comprende como aliado de la guerrilla, vinculado en actividades ilegales; si eso sucede con Obispos, que más podría suceder, con organizaciones comunitarias y personas que no son significativas en la sociedad. En todos los casos, la sustentación de dichas acusaciones son falsos testigos o ex milicianos o desertores de la guerrilla o miembros de redes de informantes, quiénes como consecuencia de sus versiones inventadas, reciben mayores beneficios.
Aquí, cuando se trata de acusar sin fórmula de juicio a organizaciones comunitarias que afirman integralmente sus derechos a la Vida o al Territorio o a organismos de derechos humanos, lo simples testimonios construidos con base en prebendas económicas e intereses de particulares de empresas o en tesis ideológicas afines a lo militar, permiten librar órdenes de captura, mientras que cuando los testimonios los brindan las víctimas o los testigos de violaciones de derechos humanos, se argumenta que ellos son insuficientes, requieren de otro tipo de pruebas que deben entregar las víctimas y se desestima su valor probatorio.
No causa sorpresa el papel subordinado de la justicia a las actuaciones militares, como tampoco el hecho de que la Impunidad, en que después de seis años ha quedado la operación “Génesis”, este posibilitando que en el operativo militar, como se deduce de los comentarios militares, estén participando unidades militares que en el año 1.997 estuvieron en Bijao Cacarica.
Aquí, cuando se trata de ejercer el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación integral, cuando se exige explicación por las razones por las que no hay avances en las investigaciones que comprometen la responsabilidad del Estado de modo directo en el desplazamiento, no hay ningún tipo de avances, pero tampoco decisiones administrativas que depuren las acciones de las Fuerzas Militares.
No causa sorpresa, que los procesos pedagógicos en Derechos Humanos que reciben las unidades militares no produzcan efectos reales en materia de respeto a la vida, a la integridad física, a la honra, en el combate a las estructuras armadas encubiertas que han crecido al amparo de la regularidad estatal, pues evidentemente el problema es la filosofía y la política de comprensión del enemigo interno extendida a la población, a la cual se le debe controlar o reprimir. Por eso, no es sorprendente pero si grave el que el papel humanitario de la comunidad internacional quede en el ojo del huracán.
En junio de 2001 el operativo militar irregular que se presentó como “AUC” hizo expresiones similares a las pronunciadas por el capitán GARCIA en relación con la propuesta de CAVIDA, señalándola como lugares que solo traían miseria, al tiempo que convocaron a todos los miembros de CAVIDA a sembrar palma y coca, a buscar el progreso saliendo cada uno a sus fincas, a dejar la vida comunitaria
Hoy nuevas preguntas nacen en desarrollo de la operación militar:
Por qué no ha habido una respuesta efectiva del Estado Colombiano con una presencia inmediata en las Zonas Humanitarias de “Nueva Vida” y “Esperanza en Dios” con organismos de control que verifiquen de modo inmediato la actuación de la Brigada XVII . Han pasado 20 días, y no existe respuesta ?
Por qué el desacato tan evidente de unidades militares de la Brigada XVII a las directivas presidenciales de respeto a la presencia humanitaria internacional?
La eficiencia de la Fuerza Pública y su presencia en el Territorio Nacional genera en sí mismo seguridad, cuando su lógica de operación no solo deriva en afecciones psicológicas y abusos frente a la población sino que además insiste en comprender a la población civil como objeto de sus actuaciones. ?
Hoy siguen vigentes las preguntas, que desde el 13 de mayo, siguen esperando respuesta:
Por qué el movimiento operacional y los centenares de unidades militares desplegadas se han centrado en acciones de control, con formas de intimidación, sobre la población civil que forma parte de las Comunidades Autodeterminación, Vida, Dignidad del Cacarica, CAVIDA, un grupo humano perfectamente identificable y ubicado en zonas específicas de habitación perfectamente delimitadas con una Malla?
Por qué en los Informes Oficiales recientemente presentados por las Fuerzas Militares niegan la existencia de una base armada de tipo paramilitar en el caserío de La Balsa, mientras los testimonios de testigos campesinos, autoridades de distintos nivel, pobladores de la región que se han visto afectados y obligados a asumir las condiciones de la estrategia paramilitar e informes de otras instituciones niegan la veracidad de esos informes militares?
Por qué la operación militar no se ha desplegado sobre el caserío de La Balsa, distante a escasas 2 horas a pie y a 30 minutos en embarcación de tipo piraña desde La Tapa, punto de acceso a las Zonas Humanitarias?
Por qué la operación militar no se ha desplegado al retén paramilitar que se encuentra en Tumaradó sobre el río Atrato?
Por qué el pretexto de la presencia militar fronteriza, si todas las operaciones se han centrado en las Zonas Humanitarias?
Por qué en la operación militar regular /oficial/ participan miembros de los grupos irregulares, entre ellos, alguno que participó en la actuación de tipo paramilitar, de junio del 2001, en ese momento, a los Asentamientos “Nueva Vida y Esperanza en Dios”?
Por qué las afirmaciones de oficiales del ejército que participan en las operaciones militares ponen en cuestión la misión, el papel y la filosofía de organismos humanitarios observadores internacionales?
Por qué dejan en cuestión a través de sus afirmaciones la labor de nuestra Comisión como organismo de Derechos Humanos?
Por qué hasta el día de hoy, a pesar de requerimientos oficiales y de la comunidad internacional, se desconocen las razones del operativo militar, en la medida en que se han centrado las acciones sobre la población civil?
Por qué las afirmaciones de los colombianos que participaron como miembros de la Policía Panameña, quienes manifestaron su conocimiento de lo que hasta el 2001 se llamaron los Asentamientos “Nueva Vida”` y “Esperanza en Dios” coincidiendo con la operación paramilitar del 2001, y los interrogatorios a los que sometieron a los 109 deportados son similares a las afirmaciones e interrogatorios de las unidades armadas encubiertas colombianas, a las de las unidades militares regulares? Por qué hubo encapuchados vestidos de camuflado dentro del operativo militar?
Por qué las operaciones militares no se han orientado a ejercer control sobre los aprovechamientos forestales que desarrolla la Empresa Maderas del Darién, de modo ilegal, desconociendo la normatividad de ley 70, amparados por `”civiles” armados vestidos de camuflado de la estrategia paramilitar?
Por qué las operaciones militares se desarrollaron inicialmente n en el entorno de la Zonas Humanitarias de CAVIDA, justo en la época de siembras, en las que se asegura la alimentación tradicional del arroz, del maíz y del plátano por un año?
Cuál es la intencionalidad en la que confluye también la estrategia de control de tipo paramilitar en Tumaradó, donde no es posible la circulación de bienes y de personas, sin la autorización y el aval paramilitar? Se han perdido terrenos preparados para las siembras, quién resarcirá los nuevos daños al proceso de CAVIDA?
Bogotá, D.C 3 de junio de 2003
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y P
INFORME EJECUTIVO 26
CACARICA – PANAMA
Se anuncia Incursión Armada de tipo paramilitar – Persiste Operación Militar contra CAVIDA
HOSTIGAMIENTOS, INTIMIDACIONES, SEÑALAMIENTOS
Desde el 13 de mayo se inicio un operativo militar en la Cuenca del Cacarica, bajo Atrato, departamento del Chocó, por parte de unidades militares del Batallón Voltígeros de la Brigada XVII. En desarrollo de la actuación militar se han presentado actuaciones que han ilegitimado la actuación estatal. En ella han participado paramilitares, las unidades oficiales han proferido amenazas de muerte contra los integrantes de CAVIDA, entre ellos menores de edad, han hecho graves señalamientos a los Coordinadores de la organización afrodescendiente, a los miembros de la comunidad internacional y nuestra Comisión Justicia y Paz. Las unidades militares han usado indebidamente propiedades de la población civil, han anunciado que van a capturar a miembros de CAVIDA y de JUSTICIA Y PAZ en un proceso de judicialización reflejando la absoluta ausencia de independencia del aparato de justicia del militar, han desarrollado técnicas de operación psicológicas de intimidación.
Hoy un mes después de iniciada la actuación militar se continúa percibiendo que las actuaciones psicológicas de intimidación y de señalamientos configuran una persecución. Su sistematicidad indica que se está ambientando una operación contra las comunidades, que controladas socialmente – a través de la amenaza de judicialización de coordinadores de CAVIDA e integrantes de Justicia y Paz, de la violación de derechos humanos con daños irreparables, de la implementación de “cooperativas” y testaferratos – hacer posible abrir la expansión de la siembra de Palma Aceitera y de Coca, y la explotación de las machas de árboles de cativo, sin ningún costo legal, ni ético ni político, produciendo un nuevo desalojo y una nueva modalidad de colonización
Cada vez más las informaciones recaudadas en el municipio de Riosucio, las afirmaciones expresadas por los funcionarios de la Alcaldía, la actitud de las Fuerzas Militares en desarrollo de sus operaciones armadas, la ausencia de una confrontación militar y desmantelamiento de las estructuras armadas encubiertas de tipo paramilitar, ubicadas a menos de dos horas del lugar, de los operativos regulares, la dilación en las actuaciones preventivas de parte del Gobierno central y la negativa adoptar medidas administrativas, muestran a todas luces el desarrollo de una estrategia de control que sobre la filosofía de la “Seguridad Democrática” y “Estado Comunitario”, está justificando los abusos, la negación del derecho a la libre asociación, a la supervivencia y existencia como comunidad en un Territorio Colectivo con la finalidad de imponer un modo de desarrollo económico y social
° Martes mayo 27 en horas de la mañana un integrante de las estructuras militares encubiertas de tipo paramilitar que operan en el casco urbano del municipio de Riosucio en el Chocó, informó a algunos pobladores que, durante las próximas semanas se produciría una incursión armada a las Zonas Humanitarias del Cacarica. La operación militar tendría como objetivo controlar las actuaciones de CAVIDA, neutralizar la actuación de Justicia y Paz, evitar las presiones que se han desarrollado por la seguridad brindada a la empresa Maderas del Darién dentro del Territorio Colectivo, amparados y apoyados por los paramilitares con la base paramilitar que se encuentra en La Balsa, a menos de dos horas de las Zonas Humanitarias.
De acuerdo con la fuente, al parecer el llamado Comandante MARIO, expresó a las unidades paramilitares que es necesario controlar el proceso de CAVIDA, “ es preciso hacer algo con los de Justicia y Paz, y ojalá en el momento de la operación, ellos se encuentren allí”. Agregó el testigo que la planeación de la operación armada no tendría mayores dificultades, pues todo está controlado hacia la frontera con Panamá.
° La empresa Maderas del Darién ha iniciado una recolección de firmas en el casco urbano del municipio de Riosucio en las que quiénes suscriben el documento manifiestan que las denuncias de Justicia y Paz son falsas, pues no es cierto que se estén desarrollando aprovechamientos forestales de modo ilegal.
° Jueves 5 de mayo, en el periódico municipal “SELVA HUMEDA”, mes de mayo, edición Nro. 1, “Publicación Institucional”, contiene un artículo titulado: “Secretaria de Gobierno denuncia: CAMPO DE CONCENTRACION EN CACARICA”
Con extrema preocupación ven las autoridades de Riosucio el tema de las comunidades de paz en Cacarica. El Secretario de Gobierno, Benjamín Palacio, aseguró que la problemática se presenta en límites con Cacarica, donde la ONG Justicia y Paz tiene a la comunidad en lugares muy
parecidos a guetos que a una verdadera comunidad de paz. Según el funcionario la gente vive encerrada con alambres y no tiene comunicación con el mundo exterior. Añadió que son personas que han sido malogradas en su cultura, en su idiosincrasia y que hasta las autoridades civiles
tienen que pedir permiso para poder ingresar a ellas.
“Quisiéramos que el Estado, a través de la fuerza pública, hiciera presencia porque tenemos conocimiento que en esos asentamientos hay guerrilleros infiltrados”, dijo.
Aseguro que dirigentes de la región han sido amenazados por denunciar dichos atropellos, que de 400 viviendas que se tenían proyectadas construir solo se hicieron 40 y que el resto del dinero no aparece. Incluso, aseguro que una lancha, cuyo costo fue de 17 millones de pesos,
fue varada y aparece en tierra para que los habitantes de las comunidades no salgan a denunciar las anomalías que se presentan”.
° Viernes 6 de mayo, en el casco urbano del municipio de Riosucio, se realizó la presentación de los primeros soldados campesinos del municipio y las políticas de Frontera con Panamá, por parte de la Ministra de Defensa MARTHA LUCIA RAMÍREZ, la Ministra de Relaciones Exteriores CAROLINA BARCO y con la presencia del Comandantes de las Fuerzas Militares del Estado Mayor Conjunto. En desarrollo de dicha actividad funcionarios de la Alcaldía de Riosucio expresaron que en el Cacarica era necesario intervenir, pues allá se encuentra un campo de concentración, y se refirieron en términos similares a los contenidos en la comunicación escrita en el periódico “Selva Húmeda, sobre el proceso de CAVIDA y nuestra Comisión Justicia y Paz.
° Jueves 12 de mayo, entre las 15:20 horas y las 16:15 se produjo el sobrevuelo de dos helicópteros militares. Uno de ellos aterrizó e uno 500 metros de la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” , mientras el otro sobrevolaba las Zonas Humanitarias “Nueva Vida” y “Esperanza en Dios”.
En “Nueva Vida” desde el helicóptero militar arrojaron papeles en los alrededores de la Malla de Vida, que delimita la propiedad privada de carácter colectivo de CAVIDA, y algunos que cayeron en el interior de la Zona Humanitaria.
En los papeles dice textualmente en una de sus caras:
“Mientras ellos se enriquecen y gozan de comodidades, usted arriesga su vida y pasa necesidades. ¿qué está esperando? ¡Vuélese!”.
A la derecha aparece un dibujo de unos hombres de uniforme, uno dice a los demás: “La misión de ellos es dar la vida para protegernos, ja ja ja…”
En la parte posterior dice: “Sus jefes no se preocupan por su vida. No luche más por ellos. Solamente esta ayudando a llenar sus bolsillos. ¿Qué está esperando?¡Vuélese! ”
A la izquierda un dibujo de un campesino y detrás de él varios cadáveres. El campesino dice: ” … Están muriendo por que causa? ”
Hacia las 16:30 horas, 2 jóvenes de CAVIDA, que regresaban de trabajos en las siembras de pan coger, fueron abordados por militares que les expresaron: “ ustedes deberían entrar al servicio militar (…) Debiéramos dejarlos aquí amarrados esta noche, aguantando zancudos (…) “De hoy a mañana entramos en esa Zona Humanitaria, estamos esperando que venga el Mayor”. Luego de requisar los costales de yuca, les dijeron “sigan, nos vemos pronto”
* Viernes 13 de junio, dos militares saltaron la Malla de Vida que delimita la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios” caminaron unos treinta metros al interior de la Zona Humanitaria, se regresaron y volvieron a saltarla
Nuestra Comisión Justicia y Paz, conoció del desarrollo de una operación del Gobierno Panameño en el río Tuira, en donde se encuentran más de 200 colombianos, entre ellos, algunos pobladores del Cacarica, quienes desde el 2000 debido a las operaciones militares contra CAVIDA buscaron refugio en el vecino país.
Todo los miembros de la comunidad internacional, humanitaria y solidaria, las religiosas y religiosos de la iglesia católica, los pastores y miembros de iglesias presbiteriana, metodista, menonita, los humanistas que han estado presente en el Cacarica durante este año, viviendo, compartiendo por semanas y por meses en las Zonas Humanitarias, hoy comprenden la capacidad de invención, la capacidad de engañar, la capacidad de mentir del poder Local, del poder Regional y del poder Nacional.
La verdad oficial se derrumba ante la verdad de las víctimas que como sujetos de derechos afirman su derecho a la Verdad, al Justicia, a la Reparación Integral. Por supuesto, es una verdad moral porque la capacidad de la mentira que destruye social, mediáticamente y hace carreras en los círculos de decisiones humanitarias se hace verosímil. Se cree la verdad del poder como la verdad real
Los afrodescendientes del Cacarica, como sujetos de derechos territoriales han construido propuestas alternativas de defensa del Territorio y de la Vida. Criticados y cuestionados por los poderes armados, abiertos y encubiertos, más de 85 asesinados y o desaparecidos, puestos en la lápida de sus victimarios por los poderes civiles que operan en la lógica militar.
Hoy los alcances de una propuesta de población civil en Defensa de la Vida y del Territorio construida por las comunidades del Cacarica continúa siendo sometida a una ambientación negativa que está justificando la muerte, el exterminio, la judicialización del justo … Hoy es insoportable en el modelo de políticas públicas de Derechos Humanos, proponer el respeto al principio del Derecho de Distinción que contempla el Derecho Internacional. Hoy la exigencia de una Fuerza Pública que se ajuste en los marcos de actuación del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, es ser parte del bando enemigo. Hoy afirmar la verdad, exigir justicia y reparación integral es ser guerrillero, por eso, con pasmosa simplicidad se acusa de estar infiltrado de guerrilla a las zonas humanitarias, se acusa a los acompañantes nacionales y a la comunidad internacional.
Hoy detrás de tan perversas técnicas de ejercicio del poder, se oculta la podredumbre de la corrupción, de la desviación de los intereses del servicio público para el poder privado. Hoy la defensa del Derecho a existir, sin que el territorio sea saqueado por empresas privadas, sin que se impongan autoridades que no representan a las comunidades que usan de los métodos del testaferrato, la compra de dignidad por necesidades materiales, el uso de la fuerza para sustentar un modo de sociedad y de aprovechamiento de los recursos naturales, se consolida y sigue su curso.
Hoy se evidencia que los instrumentos legales, que el Derecho, que alguna vez, pretendió limitar el uso de la fuerza, y proteger a los ciudadanos, que la Participación Descentralizada, que se concibió como profundización de la democracia es una formalidad, es una entelequia, es una quimera pues los Derechos realmente consagrados son los de la fuerza.
Ni los derechos ambientales, ni los derechos a la vida y a la Integridad personal, ni los Derechos a afirmar alternativas no violentas en Defensa de la Vida y del Territorio pareciera que no tienen hoy posibilidad de existir.
Hoy lo que se vive es otro momento en el Cacarica, la cualificación de una estrategia criminal que pasó de lo simplemente militar a copar los ámbitos propios de lo civil para intentar asegurar los proyectos agroindustriales, las propuestas de Palma Aceitera y de Coca, la explotación industrial de los últimas reservas de cativo en el bajo Atrato. Hoy el Proyecto de Vida de la Comunidad fundamentado en la experiencia de torturados, de asesinados y desaparecidos, de los bloqueos económicos, en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en el Derecho Humanitario, en los Derechos de los Pueblos, en la ley 70 pretende ser exterminado o cooptado. Las actuaciones combinan objetivos indiscriminados y diferenciados. Se ataca a la totalidad de CAVIDA, pero al mismo tiempo se ataca a los Coordinadores. Se ataca a los acompañantes nacionales pero también a los internacionales. Se ataca a los defensores de Derechos Humanos pero también a quiénes desde la institucionalidad ejercen su deber.
Todo lo que hoy sucede se fortalece, se anima, se impulsa en la Impunidad en que han quedado los señalamientos, las falsas acusaciones, el desplazamiento de febrero de 1.997 a través de la operación militar de la Brigada XVII, la “Operación Génesis”; la impunidad en que han quedado las torturas, los desaparecidos y los asesinados; la impunidad en que han quedado los aprovechamientos ilegales de empresas madereras como Maderas del Darién, que abren paso a la Palma y a la Coca; en la complicidad expresada en el Gobierno Nacional de no asumir decisiones administrativas frente a lo militar y lo ambiental. Hoy las Zonas Humanitarias están siendo cercadas psicológica, moral, militar – la Brigada XVII a “Esperanza en Dios”, los armados encubiertos de tipo paramilitar a “Nueva Vida”, política y socialmente. Hoy el Proyecto de Vida está enfrente de un Proyecto de Muerte con mucho dinero, con mucha fuerza, con mucha presión, con mucho apoyo.
Detrás de esta guerra de mentiras, de esta guerra psicológica se pretende acabar una de las pocas experiencias de retorno que han logrado sobrevivir en el bajo Atrato., quieren el alma, el corazón, las palabras de CAVIDA, a su lado, el lado del poder, perverso y corrupto.
Bogotá, D.C. junio 14 del 2003
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ
INFORME EJECUTIVO 27
Cavida – Cacarica
Intimidaciones, Uso de bienes civiles, mecanismos de control
PERSISTE OPERACIÓN MILITAR PSICOLOGICA CONTRA CAVIDA
Dentro de pocos días se cumplirán tres meses de la operación militar de la Brigada XVII desplegada dentro del Territorio Colectivo del Cacarica centrado fundamentalmente en la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” en la región del bajo Atrato chocoano.
A pesar de todas las acciones de solidaridad, de la presencia de la Comisión Mixta de Verificación, de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la presencia permanente de la Defensoría del Pueblo, del acompañamiento de misioneros de iglesias cristianas, de observadores internacionales, de la solicitud de respeto a la población y a los bienes de las comunidades, los señalamientos, las acusaciones sin fundamento, los hostigamientos persisten.
Evidentemente se ha desplegado una operación militar de control social que utiliza medios de presión psicológica, unida al manejo de opinión pública regional por parte de autoridades civiles frente a las Comunidades de Autodeterminación, Vida y Dignidad del Cacarica, CAVIDA, al acompañamiento a nuestra Comisión Justicia y Paz, y en algunos casos frente a la presencia internacional.
Nuevas actuaciones de la Fuerzas Militares y de las autoridades civiles del municipio de Riosucio expresan el carácter compulsivo, sistemático y enfermizo de destrucción del proceso colectivo de Afirmación Integral de los Derechos de CAVIDA.
° Junio, en el periódico regional El Heraldo de Urabá, edición 278, en la primera página aparece el artículo con el antetítulo “Visita Ministerial conoció desenlace”, el título ” De Violencia en el Atrato”, y el sumario “ En el chocó se viven las huellas de la otra Colombia” “ Justicia y Paz, un guetto para Administración de Riosucio” .
En el desarrollo de la noticia, en la página 8, aparece el intertítulo “República Independiente”, que dice: “ En sectores como el Cacarica parece como si se viviera en otra “ república independiente”, debido al guetto impuesto por la ONG Justicia y Paz. Denunció el alcalde de Riosucio Ricardo Azael Victoria. “ Ya no aguanto más. Me tienen mamado” , le dijo Victoria a la ministra de Defensa, debido a que ningún funcionario de su administración puede entrar allí a desarrollar proyectos productivos, si no es por orden de esa organización . “Les he mandado maestros me los han rechazado; les he enviado personal de planeación para optimizar y proporcionar bienestar y nadie puede estar. Es grave lo que está pasando en el Cacarica”. Informó”.
Estas expresiones se hicieron delante de la ministra de Defensa Marta Lucía Ramírez, el general Carlos Alberto Ospina y el Fiscal General de la Nación , durante la visita que realizaron al municipio de Riosucio.
° Domingo 13 de julio hacia las 11:00 horas, entre 50 a 70 unidades militares, hicieron presencia frente a la zona humanitaria de “Esperanza en Dios”. Uno de los soldados expresó a los habitantes que se encontraban de pesca que “necesitaban un casco (embarcación fluvial de madera) y un motor para transportar la remesa, pero que sea particular, que no fuera de esa comunidad, esa comunidad no nos quiere… Allá no pedimos agua porque seguro nos la cobran…” uno de los habitantes les dijo que no es que les tuvieran rabia sino que no se podían involucrar con armados y que si ellos no colocaron tanto control para la entrada de los alimentos de la gente no tendrían necesidad de cobrar.
Las unidades militares en la orilla del río se dirigieron a niños y niñas, que se encontraban al lado del río lavando o bañándose, “aquí hay dinero para que nos compren dulces en la comunidad” A las mujeres les decían: “laven la ropa que nosotros les pagamos, hasta $5.000 (U.S.$ 2.05) por una toalla de baño”.
Un grupo de 20 militares que se dirigieron hacia el sitio conocido como “La Tapa”, a unos 40 minutos de la Zona Humanitaria, al encontrarse a un integrante de CAVIDA que llevaba unos plátanos y unas yucas de su cosecha, le solicitaron, inicialmente que se los entregara, luego que se los vendiera. El afrodescendiente les expresó “no es posible porque es para la alimentación de la familia”. Los militares decidieron dejarlo continuar su camino, minutos después ingresaron a la parcela del miembro de CAVIDA, y de allí sustrajeron varios racimos de plátano.
° Lunes 14 de julio en horas de la mañana, a menos de 10 minutos de la Malla de la Vida, de la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios” un significativo número de militares por tercera ocasión se ubico en una propiedad de CAVIDA, en la que se encuentra una siembra comunitaria de propiedad de comunidades del Cauca, El Valle, el Movimiento Sin Tierra del Brasil, CRIPDES de El Salvador, entre otros.
Los militares armaron algunas de sus carpas sobre los semilleros de plátano que quedaron totalmente destruidos, tomaron la casa de la finca como lugar de alojamiento de tropa y sustrajeron alimentación de varios frutales.
° Miércoles 16 de julio, desde la 10:00 horas, unidades militares que se encontraban ubicados frente a la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” colocaron música de rap invitando a bailar a los niños y niñas, al tiempo que los invitaban a recibir dinero para comprarles dulces o cigarrillos.
Mientras una mujer se encontraba a la orilla de la Malla de la Vida, una militar le pregunta por los acompañantes de Justicia y Paz, “dónde están esos de Justicia y Paz” (…) “no los conoces, no se haga, como que no sabe… diga pues, qué es lo que hacen”
Otro militar desde la orilla aborda a una de las mujeres que se encuentra lavando en el río preguntando por una integrante de Peace Brigades International, PBI: “¿cómo se llama la gringa esa? ( haciendo referencia a una ciudadana internacional de Brigadas Internacionales de Paz). La mujer le contesta que no sabe. El soldado agrega: “como no vas a saber si vives con ella… esa gringa es una pinche creída torcida la muy mojigata”.
° Jueves 17 de julio, hacia las 11:00 horas aproximadamente, la Defensoría del Pueblo del Cacarica, luego de recibir las quejas de la comunidad acerca del comportamiento de las unidades militares y de verificar algunos de los daños ocasionados durante los últimos 20 días, en desarrollo de sus actuaciones constitucionales y de sus funciones de observación y de protección, dialogó con el Teniente LEONARDO LAGOS OCHOA, quien se encuentra al mando de la operación militar desde hace un mes.
La Defensoría del Pueblo expresó las preocupaciones de CAVIDA respecto a: la permanente promoción e invitación a que los jóvenes afrodescendientes sean parte de los soldados campesinos; la inacción de la tropa frente a la presencia de una base paramilitar en el sitio conocido como La Balsa, ubicada a menos de dos horas y media de las Zonas Humanitarias; el procedimiento de patrullajes y de control que se realiza sobre la población cuando estos se encuentran en actividades individuales o colectivas; el persistente daño y uso de bienes civiles de los miembros de CAVIDA para su alimentación y alojamiento y la afección que está generando al proceso la presencia permanente en el entorno de la Zona Humanitaria.
El teniente LAGOS manifestó ante las preocupaciones de CAVIDA presentadas a través de la Defensoría del Pueblo que: “tengo orden de mi General de no combatir a ningún actor ilegal sea paramilitares o guerrilla, la orden es de realizar labores de reconocimiento del área” (…) “tengo conocimiento de las Medidas Cautelares de la CIDH y me mantengo atento a que se cumplan”(…). “a veces es muy difícil saber que hace cada uno de ellos porque salen a patrullar o a prestar guardia y no estoy observando lo que hacen, me comprometo a hablar con la tropa al respecto”(…) “frente a los daños se realizarán las respectivas indemnizaciones pero cada afectado debe firmar un documento donde conste lo que recibió”.
° Viernes 18 de julio hacia las 9:00 horas, luego que las unidades militares se trasladaron en dirección a Bijao, se evidenció el destrozo de algunos semilleros de plátano y arroz de propiedad de CAVIDA.
°Sábado 19 de julio , mientras un padre y sus dos hijas regresaban del trabajo hacia la zona humanitaria “ Esperanza en Dios” son abordados por un soldado, quien solicita conocer el nombre de uno de los afrodescendientes, al negarse a darlo, el militar expresó : Ustedes como no gustan de soldados” (…) “ es lo más normal pues no les parece que les han hecho mucho daño a la comunidad” , el militarlo grita para hacerlo callar y lo intimida.
° Lunes 21 de julio en el artículo titulado, “Plan de Seguridad, Soberanía y desarrollo Social en Fronteras”, del periódico Selva Húmeda, edición de julio 2003, se encuentra un apartado subtitulado: “Graves denuncias”, en el que el alcalde de Riosucio RICARDO AZAEL VICTORIA declaró, según este medio:
El alcalde denunció el taponamiento con árboles de las vías fluviales por parte de la guerrilla de las FARC para impedir el ingreso de alimentos y la presencia de las Fuerzas Militares. “Tenemos cerca de 12 kilómetros taponados en Salaquí, lo cual dificulta el transporte de arroz, chontaduro, borojó, plátano y otros productos propios de la región”.
Aseguró que lo mismo ocurre en Cacarica, zona con presencia de la ONG Justicia y Paz. “Me tienen mamado – dijo – No aguanto más. Esa gente se cree una república independiente porque ningún funcionario de mi administración puede entrar allá. He mandado maestros y los han rechazado, he mandado personal de planeación para optimizar y proporcionar bienestar, pero nadie entra sino es por orden de la ONG. Considero que es una situación grave en la que debe intervenir el Estado con urgencia”, concluyó.”
° Martes 22 de julio, nuestra comisión tuvo conocimiento del Acta sin número, de la reunión celebrada en la sede de la Alcaldía de Riosucio Chocó el 2 de julio, en la que participaron el alcalde municipal de Riosucio, el Fiscal 15 seccional, el juez promiscuo municipal, el Comandante de Policía de Riosucio, el Teniente de la Armada Nacional, un teniente y un Sargento del Ejército Nacional, y el Secretario de Gobierno municipal con delegados del gobierno y del Estado central, la ACNUR como miembros de la Comisión Mixta de Verificación.
De acuerdo con dicha Acta, y en contradicción con lo dialogado y acordado en el seno de las sesiones de la Comisión Mixta de Verificación, el Secretario de Gobierno del Municipio, dejó por escrito que:
“En la reunión se trató el tema de las relaciones entre la administración municipal y CAVIDA , quedando el compromiso de que al finalizar este mes o al inicio del próximo se realice una reunión en las zonas humanitarias con la participación directa del equipo de gobierno de la Alcaldía municipal, la Comisión Mixta de Verificación y comandantes de las fuerzas militares y de policía de la zona”.
° Martes 29 de julio, unidades militares acamparon nuevamente en la finca de un miembro de CAVIDA, donde habían estado en días anteriores, distante de la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios” a unos 5 minutos aproximadamente. En la casa de la finca se observó la presencia de un hombre armado, vestido de civil, quien dijo a las personas que lo vieron que no fueran a decir nada que él estaba allí vigilando, agregó: “nosotros sabemos que esa comunidad no nos quiere, pero ya todo no lo están informando”. Un militar más adelante expresó: “Ya tenemos todo controlado, lo único que no falta es “Esperanza en Dios”, pero pronto van a estar con nosotros, ya va haber progreso, la comunidad la veremos participando con nosotros en la propuesta, todos van estar”.
En la misma propiedad un militar tomó en presencia de su poseedora y sin autorización un racimo de plátano de la finca. Al reclamarle, el soldado expresó a la matriarca “nosotros pagamos lo que cogemos, si no lo pagamos ahora, después se indemniza. Eso no es como ustedes dicen que les estamos robando”. Agregó el uniformado ¿ cuánto vale el racimo de plátano?”. Nada esta en venta, ustedes han dañado fincas y eso es verdad. Hacen daños a lo qué es para el sostenimiento de la familia y la comunidad, de qué nos sirve a nosotros la plata acá, a nosotros nos sirve es el plátano, la yuca, lo que cultivamos”. El soldado se llevó consigo el racimo de plátano.
° Jueves 31 de julio , mientras varios jóvenes integrantes de CAVIDA iban hacia el trabajo en sus cosechas observaron a pocos metros de las unidades militares a un hombre vestido de civil con arma larga, camiseta blanca que intentó ocultarse de los afrodescendientes. Al ser descubierto les increpó manifestando: “ cállense, no digan nada”.
El teniente LAGOS, ante la inquietud por el tipo de presencia de hombres vestidos de civil dentro de la operación militar expresó a la Defensoría del Pueblo del Cacarica, “existen razones para estar vestido de civil y armado”
Desde el 13 de mayo, la operación militar de la Brigada XVII desarrollada en el marco de la llamada Política de Seguridad “Democrática” a través de las compañías “ Cuervos”, “Escorpión”, “Cobra” ha pretendiendo involucrar a la población dentro del modelo de actuación estatal vulnerando el principio de distinción. Las amenazas de muerte, la estigmatización, la intimidación, el saqueo de bienes, la judicialización anunciada, el copamiento social del en torno de las Zonas Humanitarias, los reiterados ofrecimientos de dinero para señalar, la invitación a la vinculación a los soldados campesinos o a la red de informantes, las acusaciones infundadas sobre corrupción y robos, se proponen desestructurar internamente a CAVIDA, socavar la relación con Justicia y Paz y hacer vulnerable la presencia de observadores internacionales.
Simultáneamente desde el poder local de carácter civil en ese mismo modelo de Seguridad “Democrática” se llama a que las Fuerzas Militares ingresen a las Zonas Humanitarias y detengan los “guerrilleros” que allí están, tomen parte activa en la toma de decisiones de las responsabilidades sociales del Estado Civil ambientando públicamente a través de medios de información una actuación militar y-o judicial contra CAVIDA y nuestra Comisión Justicia y Paz.
En el trasfondo como lo han expresados los militares, las autoridades civiles municipales y regionales, lo que se quiere es crear las condiciones para el “progreso”, se pretenden brindar las garantías de seguridad para que en el 2010 se inicien las construcciones de vías férreas, la canalización que posibilite la siembra de palma aceitera, la comercialización y la organización política “, así lo expresan los propios militares.
Adicionalmente, en el actual contexto de desmovilización y de reconciliación pragmática, como lo publica el diario El Tiempo respecto a la desmovilización de los paramilitares, “así las cosas, el Urabá hoy dominado por las autodefensas se convertirá en un área de concentración de tropas y al futuro, en un polo de desarrollo de cultivos de palma de aceite, que incluso tienen prerrogativas estatales en cuestión de impuestos” , /julio 17 del 2003, pag 1-2),
Las operaciones militares están dejando profunda huellas en el proceso de CAVIDA. Ya no se mata con hambre, ya no se mata con balas, se quiere matar el alma. Ya no hay distinción de los poderes, de las funciones y de las responsabilidades. Las lógicas militares se han impuesto, se han cualificado para reprimir y para controlar, con la apariencia del respeto a la vida y a la integridad personal, negando la posibilidad, eso sí, de la libertad de expresión, de pensamiento y de asociación. Quieren el alma
La inacción militar frente a las estructuras armadas encubiertas de tipo paramilitar que se encuentran en La Balsa, caserío ubicado a menos de dos horas y media a pie de las Zonas Humanitarias; la presencia paramilitar poco disimulada en casco urbano del municipio de Riosucio reiteran la unidad de acción, la complicidad, la comisión por omisión.
Con el proceso de desmovilización de las unidades de “civiles” armados dentro de la estrategia militar encubierta todo quedará sepultado, en la absoluta impunidad, y desde el olvido de los muertos, de los desaparecidos, de los desplazados y de la negación de los derechos a quiénes han construido propuestas alternativas serán aplastados, todo para consolidar “el progreso” excluyente, el “progreso” compulsivo que arrasa con vidas humanas y con la riqueza biodiversa del planeta.
Es evidente que la operación militar que se inicio el 13 de mayo de este año, tanto como la Operación “Génesis” de 1.997, nunca pretendió confrontar a la guerrilla de las FARC EP, su objetivo ha sido la población, ha sido en este tiempo el proceso de CAVIDA. Si la Operación “Génesis” hubiese sido investigada, sus responsables castigados, lo que hoy sucede no se estaría repitiendo.
Durante este año, nuestra Comisión a través de cinco Constancias y Censuras Morales ha dejado en conocimiento del Estado colombiano la vulnerabilidad en que se encuentran las familias de CAVIDA, la actuación ilegal e ilegítima de las Fuerzas Militares, que nunca ha orientado ni orientará sus operaciones contra la base paramilitar ubicada a pocos kilómetros de las Zonas Humanitarias, donde sus habitantes han sido sometidas a una persecución diaria con el propósito de control y destruir su propuesta como población civil.
Tal vez, desde ahí se comprende porque se mantienen los seguimientos y los hostigamientos a miembros de nuestra Comisión de Justicia y Paz en Bogotá, con motos y carros, en los últimos 20 días. Ellos, operando con apariencia clandestina, con mucho cinismo, hacen alarde de su poder. Desde motos han dejado divisar sus armas cortas, comparten una pequeña sonrisa y se alejan. Otros sin embargo, desde sus camionetas siguen los pasos de miembros de nuestra Comisión, luego de dejarse ver, se alejan.
Bogotá , D.C. agosto 5 del 2003
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
INFORME EJECUTIVO 28
Cacarica – Chocó
PERSISTE AGRESION MILITAR A CAVIDA
Se acerca el día de la judicialización.
“Jesús dijo a los jefes de los sacerdotes, de la policía del Templo y los judíos: “Soy un bandido para que hayan salido armados de espadas y palos. Yo estaba día a día en el Templo y no me detuvieron, pero ahora que dominan las tinieblas, les toca su turno” Lucas 22, 52-53
“El pueblo respondió: No quiera Dios que lo abandonemos para servir a otros dioses. Pues él nos hizo salir de la esclavitud, he hizo los grandes milagros vivido, él nos protegió durante todo el camino y en todo lo que pasamos” Josué 24, 16-17
El imaginario mediático a nivel nacional desde Bogotá en los que se señala a nuestra Comisión Justicia y Paz como brazo político de las FARC EP, a las organizaciones humanitarias internacionales como Peace Brigades International, PBI, Médicos del Mundo Francia, y la Oficina de la Alta Comisionada para los derechos Humanos de la ACNUR como cómplices de las actuaciones guerrilleras; avanza al lado de procesos penales por violación de derechos humanos, terrorismo y corrupción en los que se implica a las Comunidades de Autodeterminación, Vida, Dignidad del Cacarica, CAVIDA y a nuestra Comisión Justicia y Paz.
Por eso las operaciones aéreas del día de hoy, el ingreso a la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” visualizan el desarrollo de una operación psicológica de intimidación pero también de preparación de 12 órdenes de captura, según advierten los militares. Desde el 13 de mayo hasta el día de hoy la operación militar de la Brigada XVII ha estado orientada contra la población que desde 1.999 en un proceso libre decidió asumir los principios de distinción frente a los actores de la guerra, afirmar su derecho a la verdad, a la justicia y reparación integral.
Hoy esos mecanismos de protección como la malla, para definir públicamente su principio de distinción bajo los artilugios militares, quieren convertirlo en un campo de concentración. Hoy la destrucción moral, la perversidad de los mecanismos y de los métodos usados contra la población civil nos hablan del terror del poder contra los débiles.
Hoy 25 de agosto a las 12:45 horas militares invitan a un joven de CAVIDA , que ingresaba a la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios” a trabajar con ellos, anunciándole que van a detener a 12 milicianos que se encuentran en los sitios de la población civil.
A las 13:00 y por un lapso de 15 minutos un helicóptero de las fuerzas militares sobrevoló a baja altura, a menos de tres metros de tierra, dando 8 vueltas a la zona humanitaria de “Esperanza en Dios” filmando y fotografiando.
Hacia las 13:30 horas un militar ingresó a la zona humanitaria hasta el lugar en donde se encontraba un grupo de jóvenes solicitándoles bebidas para consumir, a lo que estos respondieron: “está en un lugar humanitario, por favor retírese”.
A las 15:00 horas grupos de 3 y 4 militares adelantaron rondas por la Zona Humanitaria de “Esperanza en Dios” tomando fotografías de la parte interna del lugar, se detuvieron a tomar fotografías de la casa misionera de Justicia y Paz.
El Proyecto de Vida ha sido sometido a una agresión sistemática por parte del Estado, se pretende destruir moralmente, minar las posibilidades de propuestas alternas a la seguridad “democrática” la arremetida contra la población civil que ha dado muestras de su deslinderamiento de los actores en confrontación. Todo ocurre cuando la mayoría de las comunidades del Bajo Atrato se encuentran desplazadas nuevamente de sus territorios. Todo ocurre mientras se consolidan proyectos agroindustriales como el de la Palma Aceitera, se incrementa la explotación ilegal de los recursos forestales, se compran y venden tierras de los territorios colectivos de las comunidades, se ofrecen recursos para destruir la Malla de la Vida que delimita la Zona Humanitaria, para comprar testimonios …..
Hoy ese Proyecto de Vida es una construcción alternativa en medio de los modelos de guerra del Estado y de la guerrilla, es una alternativa de participación y de afirmación de los Derechos a la Vida y al Territorio. Los costos en vidas humanas han sido muy costoso, más de 85 asesinados y desaparecidos forzosos, torturados, accesos carnales … allí en medio de la hermosa selva, los afrodescendientes están siendo llevados como corderos al matadero.
No se les va a asesinar, a descuartizar como en 1.996 ni a bombardear como en el año 1997, no se les va a continuar bloqueando económicamente como desde 1999, no se les va a desaparecer ni a torturar… se les está matando lentamente, se les está destrozando el alma. Cuando ellos exigen justicia a ellos se les judicializa mientras que las estructuras criminales que han actuado con complicidad, aquiescencia del Estado van siendo recibidos bajo formas de desmovilización en el perdón y el olvido. Cuando ellos moralmente han constituido una propuesta como población civil se les militariza, esa es la respuesta del Estado.
Hoy las esperanzas de estas propuestas se esfuman, el peso del fuerte está matando a los débiles. Hoy la verdad es la mentira, la justicia es la injusticia, lo burdo es lo bello, lo mezquino es lo sublime.
Bogotá, D.C agosto 25 del 2003
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y P
INFORME EJECUTIVO 29
URGENTE URGENTE
DESPLAZADAS FORZADAMENTE FAMILIAS DEL CACARICA
Operaciones militares generan condiciones de inviabilidad para la vida de la población.
¡Ay de aquellos que maquinan injusticias, y preparan el mal en sus lechos!: Los llevan a cabo en cuanto despunta la mañana, porque tienen la fuerza en sus manos. Codician campos y los roban, casas y las usurpan; hacen violencia al hombre y a toda su familia.
“¡No profeticéis, dicen ellos, no profeticéis tales cosas: el oprobio no nos alcanzará!”
Más ellos están contra mi pueblo, dice Dios, como enemigos los habéis levantado; públicamente arrancáis el manto a los que caminan confiados, y los tratáis como enemigos de guerra.
A las mujeres de mi pueblo expulsáis de las casas de sus alegrías; y quitáis para siempre a sus hijos el honor que yo les he dado.
Levantaos, pues, marchad, no es éste un lugar de reposo.
Palabra de Dios en el profeta Miqueas
Durante los últimos 20 días, 15 familias de la Cuenca del Cacarica se han desplazado forzadamente de la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios”. Hoy, 12 de septiembre, a eso de las 6:30 de la mañana 60 adultos, 9 patriarcas y matriarcas y 90 niños iniciaron su desplazamiento forzoso de la Zona Humanitaria “Esperanza en Dios”.
Hoy ante un casi total estado de vulnerabilidad de la población civil frente a las operaciones militares que en los últimos 15 días han estado desarrollándose con sobrevuelos, con los anuncios de que dentro se encuentran caletas de armas, con las falsas aseveraciones que en los alrededores se encuentran campos minados, con las calumnias expresadas mediáticamente que allí existe un campo de concentración de las FARC, ante las preguntas permanentes por los nombres de los Coordinadores de CAVIDA, los acompañantes de Justicia y Paz, los afrodescendientes se vieron obligados a desplazarse de su lugar humanitario.
Durante este último período desde la rueda de prensa convocada por el General JORGE ENRIQUE MORA RANGEL, el pasado 21 de agosto y las actuaciones de las unidades militares de la Brigada XVII en las Zona Humanitaria “Esperanza en Dios”, en las que se expresa una profunda animadversión frente a la decisión de los pobladores de ejercer el principio de distinción que contempla el Derecho Internacional Humanitario, se anuncia que se esperaran las órdenes de captura contra varios de sus habitantes, pertenecientes a las Comunidades Autodeterminación, Vida, Dignidad del Cacarica, CAVIDA y de integrantes de Justicia y Paz, y se insiste en afirmar falsamente que allí se encuentran caletas de armas y que el entorno está minado, la mayoría de la comunidad se ha visto obligada a desplazarse.
En los últimos 21 días, la Defensoría del Pueblo verificó casa por casa, así como, todas las locaciones comunitarias, el entorno de la Zona Humanitaria para desvirtuar la existencia de armas, de caletas o de minas quiebrapatas. Pero desde hace cerca de una semana la Defensoría del Pueblo no se encuentra en lugar.
CAVIDA conoció que ante la necesidad de un respaldo institucional gubernamental de la Vice Presidencia de la República la presencia no armada del Estado carece de un soporte fundamental.
Desde el 13 de mayo, las operaciones de la Brigada XVII han combinado acciones de control social con las amenazas, las persecuciones, los señalamientos, las intimidaciones, la destrucción de productos de pan coger, centrados sobre niñas y jóvenes.
Hoy, después de dos años y siete meses de haber concluido el retorno a los asentamientos “Nueva Vida” y “Esperanza en Dios”, desde junio de 2001, llamadas Zonas Humanitarias con Mallas de la Vida, recurso simbólico para mostrar su distinción como población civil en un territorio específico y al que solo ingresan sus asociados, que asumen un proyecto de vida en defensa de la Vida y del Territorio .
Han quedado abandonados bienes esenciales de sobrevivencia, cosechas, la emisora comunitaria, las casas de visitas, animales, casa culturales y de mujeres, ollas e implementos de uso doméstico.
Las operaciones militares no se han desplegado desde el 13 de mayo contra la guerrilla de las FARC EP, no se conoce de combates o enfrentamientos, nunca ocurrió sobre la base paramilitar de La Balsa ubicado a menos de dos horas y media de la Zona Humanitaria, la que al parecer ha sido desmontada temporalmente.
Las comunidades de CAVIDA nunca han negado al Estado ejercer el derecho de la fuerza y el uso legítimo de la misma, pero sus modos de actuación con la población han pretendido desestructurar el derecho a la asociación, el ejercicio del principio de distinción.
La comunidad de CAVIDA no quiere convertirse en escudo humano ante la eventualidad de una confrontación militar, debido a la cercanía de las unidades militares en sus casas, lugares de trabajo familiar y comunitarios. Presencia que desde el 13 de mayo altera el normal desarrollo de la vida de la comunidad y pone en grave riesgo a la población civil de CAVIDA.
La judicialización anunciada contra CAVIDA, la existente contra Justicia y Paz con el radicado 170, la ambientación mediática a través de graves afirmaciones contra el proceso colectivo de CAVIDA y el ejercicio legítimo de la defensa de los derechos humanos a través del acompañamiento a una propuesta basada en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, la ley 70 de comunidades afrodescendientes en defensa de la Vida y del Territorio ha sido profundamente cuestionada y puesta en alto riesgo.
Hoy ante el desplazamiento forzoso que se ha generado por el desarrollo de la políticas de “Seguridad Democrática” urge la presencia humanitaria de organismos internacionales humanitarios de derechos humanos en el área psicosocial, que avalúen junto con las familias de CAVIDA los efectos de las operaciones militares, den a conocer sus resultado al alto gobierno y a la comunidad internacional.
Urge la presencia de funcionarios de Vicepresidencia de la República en el terreno y la convocatoria extraordinaria de los demás integrantes de la Comisión Mixta de Verificación para que verifiquen la situación de las zonas humanitarias y definan las actuaciones urgentes que deben desarrollarse para dar pleno cumplimiento a los Principios Rectores Deng, y a las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Urge la presencia permanente en la Zona Humanitaria “Nueva Vida” de la Defensoría Nacional del Pueblo, como organismo de control velador del respeto por los derechos humanos.
“¿Hasta cuándo, Señor, te pediré socorro sin que tú me hagas caso, y te denunciaré que hay violencia sin que tú me libres? ¿Por qué me obligas a ver la injusticia y te quedas mirando la opresión? Sólo observo robos y atropello y no hay más que reyertas y altercados. La Ley, prácticamente, ya no existe, nadie se comporta como es debido.
Como los malvados tienen atemorizados a los buenos, el derecho aparece más torcido que nunca.(…) ¡Ay de aquel que amontona sin parar las cosas que son de otros y se llena de prendas empeñadas! Porque tú, opresor, les has robado a un sinnúmero de pueblos, asesinado a su gente, arrasado el territorio, sus ciudades y habitantes, todos los demás países te despojarán a ti. Ay del que construye una ciudad en base a sangre y funda un pueblo con medios injustos.”
LECTURA TOMADA DE LAS PROFESÍAS DE HABACUQ
Bogotá, D.C, 12 de septiembre de 2003
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ