Operaciones paramilitares de “Águilas Negras” responsables de Asesinatos y desapariciones forzadas

“¡Qué situación! Cuando el agua empieza a desbordarse, de nada sirven montoncitos de barro… ¿Qué hago, entonces? ¿Cerrar los ojos? ¿Huir? Ni cerrar los ojos ni huir: amar.”
Monseñor Gerardo Valencia Cano, 23 de Septiembre de 1971.


RESUMEN

ALEX MAURICIO ASPRILLA BONILLA, joven de 22 años, fue asesinado en la noche del miércoles 8 de agosto por paramilitares en el barrio Alfonso López. Su cuerpo fue sometido a golpizas, torturado y descuartizado en decenas de partes. En bolsas plásticas con piedras en su interior los restos de ALEX fueron arrojados al fondo del mar. Hoy su familia y amigos siguen en su búsqueda, y esperan encontrar sus restos para darle cristiana sepultura. Este es uno de los casos conocidos de exterminio y de persecución contra los jóvenes. Ese mismo día otros tres jóvenes fueron asesinados sin que alguien se hubiese pronunciado.

Días después, el 24 de agosto, INGRID YAHAIRA SINISTERRA, estudiante de 16 años de edad fue asesinada por los paramilitares. Dos niñas más en el barrio Muro Yusti fueron desaparecidas. Los restos de INGRID fueron atados durante toda la noche a un poste de energía. A la mañana siguiente el cuerpo sin vida de INGRID fue arrojado al mar, después de abrirle el vientre y sacarle los órganos internos. Junto a INGRID YAHAIRA.

La militarización de la ciudad de Buenaventura en desarrollo de la política de “Seguridad y Estado Comunitario” ha significado una reingeniería de las operaciones paramilitares que han concebido como blanco predilecto de sus acciones las mujeres y hombres jóvenes. Los barrios populares que se encuentran militarizados son los mismos en que se desata la barbarie paramilitar, que en lo corrido del año arroja la cifra de 25 desapariciones forzadas reconocidas por las propias autoridades locales, aunque sectores sociales afirman que la cifra asciende al centenar de desaparecidos forzadamente.

Mientras los paramilitares actúan abiertamente, a la luz, sin ningún tipo de encubrimiento, mientras la institucionalidad de la fuerza es ciega ante sus criminales actuaciones. Esa ceguera se extiende a los organismos de investigación y de control que no actúan con diligencia, ni siquiera para simular una actuación en derecho. Allí en Buenaventura el Estado es contra Derecho. Los criminales gozan de absoluta impunidad.

En el trasfondo de esta violencia parainstitucional que compromete la responsabilidad estatal se oculta la miseria y la exclusión en que habitan los afrocolombianos, que alcanza a ser el 70% de la población, en el primer puerto de importaciones y exportaciones de Colombia. Parece que la violencia institucional pretende aleccionar, para luego controlar y desarrollar con absoluta tranquilidad un modelo de desarrollo, que niega los mínimos derechos o los derechos fundamentales a los afrocolombianos que tradicionalmente han allí habitado. Sobre Buenaventura como lo expresamos en el Informe 1 se proyecta el complejo industrial portuario, que afectará principalmente a los pobladores de los barrios ubicados en el estero El Aguacate, entre otros La Inmaculada, Santa Fe, Miramar, Punta el Este y Santa Cruz. Y el proyecto de Agua Dulce de ampliación portuaria e industrial, que afectará a los afrodescendientes del Bajo Calima. Ambos con aprobación y licencias ambientales. El otro gran proyecto se trata del Delta del Río Dagua, que afectará a los barrios ubicados hacia el estero de San Antonio, entre otros San Francisco, Palo Seco, Juan XXIII, Bellavista, El Olímpico. La mayoría de estos barrios hoy padecen de las acciones de tipo paramilitar.

Ante el terror que se percibe en cada calle de los barrios populares de Buenaventura, ante el silenciamiento de la población y la imposición de un modelo de desarrollo excluyente, y teñido de sangre y de dolor, urge dejar Constancia al Estado colombiano con:

1. La activación inmediata del sistema de búsqueda de desaparecidos forzados, con un equipo independiente y permanente respecto a la serie de casos que este año se han ejecutado y que se encuentran en el camino de la noche y la niebla. El hallazgo y devolución de los restos de ALEX MAURICIO para su digna sepultura.

2. La desarticulación efectiva de las estructuras paramilitares que se encuentran en la Calle conocida como “Piedras Cantas” ubicada en el barrio El Firme de la Comuna 3, en el barrio Alfonso López, ambos de la Comuna 3 y en la Calle “Pampa Linda” ubicada en el barrio Bella Vista de la Comuna 8. Igualmente a la entrada del municipio de Buenaventura, en los barrios Las Palmas, Matías Mulumba, El Ruiz y en el caserío La Gloria ubicada detrás de Matías Mulumba, La presencia paramilitar también está en los barrios El Triunfo, ubicado por la antigua vía al mar, en la Comuna 11, en El Colón, ubicado en la Comuna 10, El Seis de Enero, ubicado detrás del barrio la Independencia de la misma Comuna, y el barrio Vista Hermosa. En las comunas 8, 9, 10, 11 y 12 hay presencia en casi todos los barrios de estructuras de tipo paramilitar, en muchos casos a pocos metros de guarniciones militares o policiales.

3. El enfrentamiento a las estructuras paramilitares que controlan el abastecimiento de alimentos y el comercio en la plaza principal de Buenaventura, usando el mecanismo del testaferrato, el cobro de vacunas, entre otros. Al igual que en el mercado conocido como “Matías Mulumba”, ubicado en la entrada del municipio de Buenaventura sobre el cual los paramilitares ejercen control permanente de alimentos, con presencia armada durante el día.

4. La anulación de las medidas preventivas bajo el Decreto 092 del 30 de abril de 2007 “Por medio del cual se dictan disposiciones transitorias de prevención y conservación del orden público en el municipio de Buenaventura” con el cual se ha desbordado la ley para retener a menores de edad y jóvenes. Y la expedición de normas específicas que enfrenten las estructuras criminales enquistadas en los barrios populares.

5. La destitución inmediata de las unidades policiales o militares, desde sus altos mandos, que por acción y omisión, comisión por omisión, están posibilitando el exterminio de la población afrocolombiana.

6. El cese inmediato de cualquier proyecto de inversión hasta tanto existan las garantías de participación, de análisis y de discusión de las comunidades negras sobre los mismos y exista un cese real de las operaciones armadas en el puerto.

7. La investigación tendiente a identificar los responsables, los beneficiarios del plan de exterminio sobre la población afrocolombiana como Crímenes de Lesa Humanidad.

Adjuntamos Hechos en detalle y Constancia Histórica y Censura Moral.

Bogotá, D.C. septiembre 4 de 2007
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz