9 de noviembre de 1989, 20 años después: entrevista al filósofo Miguel Candel sobre el muro de Berlín “No son pocos, aunque seguramente no mayoría, quienes hoy añoran aquellos tiempos de la antigua RDA”
Filósofo de una pieza, profesor expulsado de la Universidad el año de la muerte del dictador golpista, catedrático de griego, traductor de Aristóteles, Marx, Gramsci y Searle, ensayista lúcido, autor de dos magníficos libros injustamente olvidados (El nacimiento de la eternidad, Idea Bokks, Barcelona, 2002, y Metafísica de cercanías, Montesinos, Barcelona), actual profesor en la Facultad de Filosofía de la UB, Miguel Candel es, en opinión de alguien que se considera amigo y discípulo suyo, uno de los más grandes luchadores y pensadores que ha generado el movimiento comunista catalán en estos últimos cuarenta años.
Salvador López Arnal
Rebelión
Finalizada segunda guerra mundial, derrotada la Alemania nazi por las fuerzas aliadas, con la destacada participación del Ejército Rojo y la resistencia comunista, ¿cómo se organizó la estructura política de Alemania bajo la ocupación?
No soy historiador y no conozco los detalles, pero sabemos que el país fue dividido en cuatro zonas de ocupación, controladas respectivamente por la URSS, los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia. La capital, Berlín, fue sometida a una división semejante. No existía gobierno alemán, sino únicamente una administración militar cuatripartita formada por los aliados vencedores. Recuerdo una película de la época, titulada en castellano Cuatro en un jeep, en referencia a unas patrullas mixtas formadas por cuatro soldados, uno de cada país ocupante, que circulaban por Berlín; la película, si no recuerdo mal, apuntaba ya a la guerra fría, contraponiendo la “libertad” de que supuestamente gozaban los soldados occidentales con el régimen dictatorial al que estaba sometido su camarada soviético.
En referencia a la resistencia interna comunista, aunque parece que la represión nazi consiguió reducirla a la mínima expresión, existió, pero su papel ha sido minimizado o ignorado por la historiografía occidental.
Poco tiempo después, Alemania quedaba dividida en dos Estados, la RFA y la RDA. ¿Por qué? ¿Cómo surgió la división?
Fue fruto de la guerra fría. Occidente decidió establecer una punta de lanza frente al bloque socialista y apadrinó la constitución de la República Federal de Alemania (RFA) en las zonas de ocupación occidentales. En respuesta, y sólo en respuesta a eso, que era una violación de los acuerdos de Yalta y Potsdam, la URSS apadrinó la creación de la República Democrática Alemana (RDA) en su propia zona de ocupación. La inclusión de Berlín occidental en la RFA motivó el bloqueo terrestre de la capital alemana por los soviéticos, a lo que los aliados occidentales respondieron con el célebre “puente aéreo” que abasteció a Berlín occidental por aire durante unas semanas de gran tensión en que el conflicto armado abierto se mascaba en el ambiente. Se sabe que Occidente esperaba (de hecho, deseaba) que los soviéticos derribaran algún avión del puente aéreo para servirse de ello como pretexto para desencadenar un ataque militar sobre la zona soviética que podría haber desembocado en un ataque nuclear contra la Unión Soviética misma.
Hay que decir, de pasada, que la idea de dividir Alemania en zonas de ocupación (y, por supuesto, la de dividirla luego en dos estados) no partió de los soviéticos, sino de Occidente. Stalin había propuesto, inútilmente, en Yalta que Alemania se mantuviera unida aunque, eso sí, totalmente desmilitarizada, como un estado tampón entre Europa occidental y Europa oriental.
El muro fue construido posteriormente. ¿Por qué se planificó su construcción? ¿Qué se quería conseguir con su levantamiento?
No fue una solución políticamente muy hábil, que digamos, pero respondía a la necesidad de poner freno, entre otras cosas, a la sangría constante de cuadros profesionales que sufría la RDA como efecto de la política de captación sistemática realizada por la RFA. La RDA formaba, por ejemplo, con cargo a su erario, médicos de gran preparación profesional que luego pasaban a engrosar los cuadros médicos de la RFA sin que ésta hubiera tenido que invertir un céntimo en su formación. El argumento oficial de la RDA de que era una medida defensiva para evitar una agresión occidental no es más que un pretexto, bastante ridículo en la era de la aviación y de las armas balísticas. Incluso en caso de ataque terrestre, el muro de poco hubiera servido contra una columna blindada y unos cuantos bulldozers…
Durante sus años de existencia, ¿fueron muchos los ciudadanos alemanes represaliados y perseguidos, incluso muertos, al intentar saltar el muro? ¿Por qué los ciudadanos alemanes no podían pasar libremente a la otra Alemania?
No conozco cifras, pero tengo entendido que las víctimas mortales en la RDA no fueron muy numerosas. Represaliados, en general, sí parece evidente que los hubo en gran número. El hecho de no poder salir del país ya era, en sí mismo, una forma de represión, que obedecía básicamente al fenómeno que menciono en respuesta a la pregunta anterior. En lugar de la prohibición indiscriminada se podría haber optado por una fórmula que sí se adoptó más tarde en algunos países del bloque socialista: condicionar el permiso de salida de las personas con estudios superiores o profesionales especializados al depósito de una fianza por el importe aproximado de la formación recibida.
Durante sus más de 40 años de existencia, ¿cómo valoras la organización política de la RDA? ¿Era ese estado oscuro, opresor, policial que se nos ha contado, que se nos cuenta con insistencia nada inocente e ideológicamente muy marcada?
Me da la impresión, por lo que he leído y lo que vi en mi visita a la RDA en 1983, que la verdad se encuentra a medio camino entre los cuentos de terror occidentales y los cuentos de hadas orientales. Lo cierto es que no son pocos, aunque seguramente no mayoría, quienes hoy añoran aquellos tiempos en el territorio de la antigua RDA. Creo que la película Goodbye, Lenin da una imagen bastante fiel de aquella realidad, con todas sus luces y sus sombras.
¿Cómo se produjo la caída del muro? ¿Había un fuerte apoyo popular para su destrucción?
Yo diría que sí. Pero no hay que olvidar que las protestas que iniciaron el proceso tenían un carácter más bien de crítica dentro del sistema (invocando la “perestroika” gorbachoviana, por ejemplo) y que luego, gracias, probablemente, a las “ayuditas” del otro lado, se convirtieron en una revuelta contra el sistema. Pero la destrucción del muro fue en realidad fruto de una decisión bastante alocada tomada por el gobierno de la RDA de aquel momento con la esperanza de apaciguar los ánimos y sin prever que Helmut Köhl, el canciller de la RFA, jugaría con tanta habilidad la carta de la reunificación. Ahora bien, lo que propició realmente el consenso en torno a la reunificación no fue la caída del muro en sí, sino la “compra” de las conciencias de los ciudadanos de la RDA con la famosa medida del cambio de marcos orientales por marcos occidentales a razón de uno por uno (con la consiguiente inflación, que está en la raíz de todas las dificultades económicas que viene arrastrando desde entonces la RFA unificada).
¿Por qué las autoridades alemanas de la RDA no resistieron más y no hicieron casi nada para evitar la digamos unificación, con clara dominación occidental, de los dos estados?
Porque eran mucho menos perversas y mucho más estúpidas de lo que se decía en Occidente. Aunque tampoco hay que olvidar la real perversión de aquellos que ya no creían en los ideales que decían defender y que vieron una ocasión de oro (nunca mejor dicho) para medrar vendiéndose al enemigo.
En tu opinión, ¿la caída del Muro de Berlín significa la derrota del comunismo? ¿Surge con su caída, como también se afirma y se ha afirmado con insistencia, el reino de la Libertad?
Significa, indudablemente, la derrota de una forma degenerada de socialismo autoritario que no es deseable que vuelva jamás. Pero también la muerte prematura de unas esperanzas de reforma democrática del socialismo que latían en aquellas sociedades y que la torpeza, tanto de la vieja guardia como de los aperturistas à la Gorbachov, frustraron para mucho tiempo.
¿Sabes qué opiniones tiene actualmente la ciudadanía alemana del Este sobre ese período de su Historia reciente?
No conozco encuestas al respecto, pero hay indicios de que la visión retrospectiva que albergan amplias capas no es tan negativa como se nos quiere hacer creer. El comportamiento electoral de los Länder orientales es uno de esos indicios.
¿Por qué crees que hubo tantas críticas al levantamiento del muro en Berlín y, en cambio, apenas las hay sobre el muro levantado por el Estado racista de Israel?
Respondo con otra pregunta: ¿quiénes controlan los medios de comunicación de alcance planetario y de qué color son los gobiernos de más de medio mundo?
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/