392 kilómetros de camino por vivienda digna: la hazaña de Olga Caicedo
Olga Caicedo Chávez lleva más de una semana caminando para evitar que los bancos le quiten su vivienda, ubicada en el municipio de Floridablanca, Santander. Tras 11 días de trayecto, llegó a Bogotá con 392 kilómetros andados y muy pocos recursos. Su objetivo: pedir una revisión más juiciosa de su caso. Ésta es su historia.
Hace 18 años obtuvo un subsidio para vivienda de interés social, en la urbanización Villalcázar de Floridablanca. El alcalde de entonces llevó a Olga y al grupo de beneficiarios a adquirir un crédito con la Caja Agraria, entidad hoy liquidada. Su deuda pasó al Banco Agrario en el año 1999, cuando se expidió la Ley 546, por medio de la cual se creó un sistema especializado para la financiación de vivienda, Olga pensó que su deuda sería reliquidación pero el banco informo que no encontraron tal y siguió el proceso.
El juez de turno debía terminar el proceso pero esto no se logro, hizo caso omiso y siguió adelante. Luego se pasó la deuda a otras entidades liquidadas y, en últimas, su deuda fue comprada por Saray Lizcano Blum, quien hace parte del cartel de remate que en Bucaramanga, según Olga, este hecho fue comprobado por la Asamblea Departamental de Santander.
Hay dos familiares cercanos a Lizcano Blum que compran la cartera y salen a rematar los bienes. “La denuncia es: de dónde sacan estas personas para comprar todos los remates de Santander, esto en complicidad de jueces magistrados y notarios que les facilitan comprar las carteras y les quitan a los deudores el derecho de comprar su propia cartera”, señaló.
El Gobierno creo la figura de los TES* para deudores de hipotecas. Olga le preguntó al Banco Agrario donde quedaron esos TES en su caso.
Para el año 2009, Olga decidió ofertar 18 millones de pesos y en 2010 28 milloones ante el juzgado, sin embargo, los dueños de la cartera no aceptaron su oferta. Ella explicó que esto es más del doble de su deuda original de 7 millones de pesos, de los cuales pagó dos a una de las entidades en liquidación que adquirieron su deuda del Banco Agrario (Covinoc). Da por perdido ese abono y siguen las vueltas en redondo.
Cuando un tercero compró la cartera, por el 20% de la deuda, lo hizo por un precio muy inferior a su deuda. Olga asegura que entre dos y tres millones máximo.
En 2014, remataron su casa. Ella no pudo participar del remate y perdió el inmueble que se vendió en 30 millones de pesos, hoy avaluada en 200 millones de pesos. Fue una vivienda que le entregó el municipio en obra negra y le invirtió sus ganancias de vida a repararla. Asegura que está ubicada en una zona privilegiada. Su caso se repite en toda la Unidad Villalcazar de Floridablanca.
La Corte Suprema de Justicia falló en su contra y el caso está hoy en la Corte Constitucional a la espera de revisión. También está en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, institución que respondió que ese era el primer caso de esa naturaleza en el país, por lo cual, para reconocerla como víctima de desplazamiento forzado intraurbano debía recolectar otros casos similares. Ese fue el estímulo para iniciar su protesta.
Encadenada a la intemperie
La protesta de Olga inició con una acción de rechazo a la pérdida de su vivienda. El 8 de mayo se encadenó en la Plaza Luis Carlos Galán, bajo un cambuche improvisado, para invitar a todas las personas con viviendas rematadas, o víctimas del cartel y de la rama judicial.
Olga afirma que a la fecha a recolectado 70 procesos que ha enviado a la CIDH, y está a la espera del fallo. “Debemos rechazar los falsos positivos de la Rama Judicial, han violado el debido proceso, no han aplicado la ley y nadie dice nada”, señaló.
En Santander, asegura, se rematan cerca de 100 viviendas al mes, lo que quiere decir que al año 1200 familias son desplazadas por el sistema judicial y los bancos. Olga asegura que es una problemática social que poco se denuncia por el temor, o la pena: “Muchas veces la gente se cree la culpable de que le arrebaten la casa, porque este sistema nos enseña a tener temor”, señala.
Luego emprendió el camino a Bogotá, el lunes 5 de septiembre:
“Continúo mi protesta. Soy OLGA CAICEDO CHAVEZ, víctima del sistema financiero UPAC y del cartel del remate de la abogada Saray Lizcano Blum, representante particular y habilidosa cesionaria de la Caja Agraria, banco que no existe. Me impiden reestructurar mi crédito hipotecario. Con falsos positivos judiciales despojan a miles de colombianos de su vivienda como en mi caso, a través del sistema financiero UPAC-UVR, violándome el debido proceso y en contra de la ley de vivienda. No más injusticias de los Despachos y personas que se prestan para no vivir en Paz. Ayúdenme”.
Con ese mensaje, Olga convocó la solidaridad de organizaciones sociales y medios de comunicación. Manifiesta que no ha recibido apoyo institucional, solo gestos de buena voluntad de la gente que se conmueve con su historia. Ha dejado de trabajar por 4 meses, ha dejado a su familia, su sueño de vida se desvaneció.
“Reprocho a Caracol Televisión que me ha discriminado, conocieron mi historia y no la ha contado”, aseguró Olga a Colombia Informa.
Hoy se encuentra a la espera de una respuesta contundente frente a su caso que refleja la realidad de cientos de afectados por la burbuja inmobiliaria, la especulación y la falta de garantías del Estado.
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*El Banco de la República explica en su web que los TES son títulos de deuda pública doméstica, emitidos por el gobierno y administrados por ellos, para aliviar a los morosos de vivienda sin afectar los intereses de los bancos.
Fuente: http://www.colombiainforma.info/392-kilometros-de-camino-por-vivienda-digna-la-hazana-de-olga-caicedo/