Familias del Pueblo Nasa damnificadas por deslave
Aproximadamente 100 familias indígenas, organizadas dentro de la Consejería Regional del Pueblo Nasa Kwe’sx Ksxa’w,miembros de la Red de Comunidades Construyendo Paz en el Territorio (CONPAZ), se encuentran damnificadas por la avalancha que se produjo el pasado 31 de marzo en el municipio de Mocoa, Putumayo.
Información preliminar confirma la desaparición de 10 comuneros por la avalancha, entre ellos 4 niños. 72 personas se encuentran albergadas en la Consejería Indígena en Mocoa.
Ayer, 31 de marzo hacia las 11:00 p.m. sobre los ejes de las quebradas Sangoyaco, Mulato, La Taruca y el río Mocoa, se presentó un deslave que afectó 17 barrios dentro del casco urbano del municipio de Mocoa.
Según fuentes oficiales a esta hora se reportan 254 muertos, 400 heridos, 210 desaparecidos y 300 familias damnificadas, así mismo 100 niñas y niños se encuentran en la ESE Hospital José María Hernández, sin que hasta el momento se haya ubicado a sus familiares.
La mayor parte de las víctimas son familias en condición desplazamiento y en condiciones de pobreza, asentadas en los márgenes de las cuencas.
La magnitud de la tragedia colapsó el sistema de salud del Putumayo, situación que se hace más compleja con el desabastecimiento de combustible, la ausencia de fluido eléctrico y el cierre restringido por las únicas vías de penetración hacia el departamento Pitalito – Mocoa y Pasto – Mocoa.
Más allá de ser un desastre natural, la calamidad que hoy enfrenta el departamento de Putumayo, es producto de la falta de previsión del riesgo, planificación y ordenamiento territorial, así mismo, las condiciones de exclusión e inequidad que obliga a los habitantes empobrecidos a ubicar sus viviendas en zonas de alto riesgo.
Los problemas generados por la deforestación en las rondas de los ríos, el mal manejo a los impactos indeterminados en la construcción de la variante San Francisco – Mocoa (VSFM), en particular al aporte de sedimentos de los taludes intervenidos por la Variante a las microcuencas del río Mocoa [1] y el desarrollo de proyectos de explotación minera, han contribuido al aumento de la vulnerabilidad de unas condiciones geológicas y de pendientes de por sí bastante complejas.
De manera urgente habilitar espacios seguros para albergar a las familias damnificadas, iniciar los procesos de reubicación para las familias que aun continúan en alto riesgo y el apoyo con alimentos no perecederos, medicamentos, colchonetas, frazadas, ropa para población de todas las edades, kits para bebés y mujeres gestantes, agua potable y combustible.
Información en desarrollo
Bogotá, D.C., abril 1 de 2017
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz