Incremento de presencia armada de armados ilegales en Calima y San Juan
Desde el pasado jueves 9 de marzo y hasta el día de hoy, pobladores del bajo Calima y San Juan han observado el ingreso y la movilidad de hombres con armas largas, vestidos de negro, articulados a las estructuras armadas de tipo paramilitar de los Urabeños, y de operaciones locales bajo el nombre de los “Rafaeles”.
El jueves 9 de marzo, en horas de la tarde pobladores del Bajo San Juan de tres embarcaciones con alrededor de 70 hombres con armas largas en su interior fortaleciendo sus operaciones armadas y de control social Isla de Mono, García Gómez, Cabecera, Carrá, y el Cuéllar, otros paramilitares estarían ingresando por la vía de carretera desde el Bajo Calima aprovechando la cercanía de la vía con el río San Juan.
Indígenas observaron en el abandonado caserío de la comunidad Woaunaan de Chamapurro desde el 2014 por operaciones armadas de tipo paramilitar como lugar de asentamiento de nuevas unidades de operación de tipo paramilitar que interactúan con las bases armadas ilegales asentadas en Buenaventura.
Ese mismo jueves y sábado a diversas horas sobre el Resguardo Humanitario y Biodiverso Santa Rosa de Guayacán, corregimiento de Bajo Calima, Distrito de Buenaventura, se observaron personas vestidas con prendas negras y algunos de ellos con armas.
Es de anotar, que las familias Woaunaan retornaron a su territorio el pasado 25 de febrero luego de haber sido desplazados por la incursión de estructuras armadas al territorio, y de la retención y tortura de José Cley Chamapurro.
El pasado lunes 13 de marzo entre las 8:30 a.m. y 9:30 am en el territorio Humanitario y Biodiverso de la comunidad Unión Agua Clara, Resguardo Burujon Unión San Bernardo, se observaron cuerpos sin vida en 2 costales de color negro que eran arrastrados por la corriente del río San Juan.
Hoy viernes 17 de marzo en horas de la mañana en el lugar del Cuéllar más de 50 hombres armados y vestidos de negro fueron observados en el lugar. Al mismo tiempo en horas de la tarde se observó la movilidad sobre el puerto de acceso al Calima, las unidades.
La intimidación y temor de comunidades negras e indígenas a denunciar estas operaciones ilegales es evidente. A pesar del despliegue armado de unidades regulares, las estructuras de los autodenominados “Urabeños” y las estructuras criminales que les son subordinadas asentadas en los cascos de Calima, Litoral del San Juan y Buenaventura, siguen operando sin ser enfrentadas ni desmontadas por la fuerza pública ni una investigación eficaz.
Bogotá, D.C. marzo 17 de 2017
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz