Amenaza indiscriminada a habitantes de ZH Nueva Esperanza en Dios
A eso de las 7:45 a.m. ingresaron provenientes de la comunidad de Bijao Cacarica, cerca de ocho paramilitares portando armas largas y cortas, bolsos negros, chalecos negros, radio de comunicación y algunos de ellos con la cara cubierta.
Ocho paramilitares ingresaron a la Zona Humanitaria por el sector de la cancha, y un número indeterminado se quedó en los alrededores.
Los armados registraron cada una de las casas del lugar humanitario, incluso la casa de nuestra Comisión de Justicia y Paz, buscando a un grupo de personas, que según ellos se encontraban en el lugar y que se encuentran en una lista de personas para asesinar.
Los neoparamilitares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia expresaron que “si no los encontraban, la familia sería asesinada” (…) “Si no están hoy aquí, mañana los encontramos”. Con los radios de comunicación, los neoparamilitares reportaron permanentemente a un mando.
A eso de las 10:15 a.m. se retiraron del lugar humanitario, saliendo por el sector de la cancha de fútbol por donde habían ingresado.
Hacia las 5:00 pm. llegó a la Zona Humanitaria una tropa del ejército, casi ocho horas después, de la información entregada al gobierno nacional.
Líderes comunitarios exigieron la presencia perimetral de las Fuerzas Militares, ante la solicitud los regulares no dieron ninguna respuesta.
A eso de las 7:12 p.m. se reiteró al gobierno nacional la necesidad de la presencia perimetral exigida por las comunidades ante la amenaza de muerte a varias familias, sin saber a quiénes de la Zona Humanitaria lo tienen como blanco militar.
El tono agresivo y la persistente amenaza de muerte generalizada impactó a la comunidad en su conjunto, niños y jóvenes, que quieren ser reclutados, muchos que se han negado a ser parte de esas filas.
Un alto mando militar expresó el jueves pasado, que era poco probable que un grupo armado tan numeroso pasara desapercibido, sugiriendo que los testimonios de la población sobre la presencia de 200 hombres armados de las AGC en el territorio colectivo de Cacarica era poco sensatos. Hoy en la noche, a las 7:21 p.m. el gobierno manifestó que los militares reconocen que si hay presencia de un grupo armado ilegal, sin embargo, se excusan de tener una presencia permanente perimetral en la Zona Humanitaria, aunque sostuvieron que estarán pendientes
Desde hace 13 días se informó sobre esta agresión paramilitar y solo hasta hoy hay presencia de fuerzas militares adscritas al batallón 54 de Selva, el asentamiento de las AGC continúa en el entorno de Bijao Cacarica, a una hora de la Zona Humanitaria. Allí los armados se han mantenido con ingresos permanentes a los lugares de habitación de la comunidad negra, entregando comida a la población, embriagándose y diseñado los proyectos productivos que anunciaron, en ese lugar habitan integrantes de CAVIDA.
El ingreso de los neoparamilitares a la Zona Humanitaria fue anunciado hace menos de 8 días, sin que se hubiera presentado reacción alguna del gobierno y Estado de Colombia.
La población del territorio colectivo de Cacarica continúa a merced de los neoparamilitares de las AGC sin respuesta eficaz del gobierno ni de institución alguna del Estado, tienen absoluto control en nueve comunidades de estos predios comunitarios.
Bogotá, D.C. febrero 12 de 2017
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz