1er Encuentro Nacional por la Verdad. Estrategias de articulación para su defensa como bien público
1er ENCUENTRO NACIONAL POR LA VERDAD.
ESTRATEGIAS DE ARTICULACIÓN PARA SU DEFENSA COMO BIEN PÚBLICO
Bogotá, diciembre 9 y 10 de 2019.
En el marco del Día internacional de los Derechos Humanos y del tercer aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, les estamos invitando a participar del “1er ENCUENTRO NACIONAL POR LA VERDAD, estrategias de articulación para su defensa como bien público”
La Pertinencia del Encuentro.
A tres años de la firma y puesta en marcha del acuerdo de paz y sus diferentes componentes, asistimos a un escenario desolador, donde la falta de voluntad política del Estado colombiano para cumplir con lo pactado, no solo ha puesto en peligro la vida e integridad de los firmantes del acuerdo, sino que ha reconfigurado discursos y practicas guerreristas que sirven de combustible para la exacerbación de la violencia en los territorios, atentando contra las formas de vida de las comunidades y cegando la vida, casi a diario, de liderazgos sociales que trabajan arduamente para materializar la paz.
Este panorama se nos presenta como un capítulo más de larga tradición de incumplimientos, persecución y genocidio que ha caracterizado al Estado colombiano a lo largo de su historia. Pero esta vez con ingredientes adicionales, como el negacionismo, el ocultamiento y el encubrimiento de responsabilidades, con el fin de perpetuar la impunidad estructural. Así, pese a la existencia de los mecanismos que conforman el SIVJRNR, y la declarada centralidad en las víctimas y sus derechos; el actual gobierno nacional ha emprendido una serie de acciones tendientes a limitar su desarrollo, e impedir el cumplimiento del mandato de estas instituciones, así como socavar la autonomía de otras que ya venían funcionando antes del Acuerdo de Paz. Muestra de ello fue la feroz arremetida del partido de gobierno contra la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), con su proyecto de objeciones; el recorte del 30% del presupuesto para el funcionamiento de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad y de los otros dos mecanismos del Sistema, o el nombramiento de Darío Acevedo, profeso negacioncita del conflicto armado y de la responsabilidad estatal en el mismo, como director del Centro Nacional de Memoria Histórica, cuya gestión fue evaluada recientemente por el Congreso de la Republica, llegando a la conclusión de que su objetivo ha sido negar los vínculos del estado con el paramilitarismo e instalar una verdad oficial.
Todas estas acciones, sumadas a medidas internas del Ministerio de Defensa, a la nula voluntad de los comparecientes estatales ante el Sistema para aportar verdad, a la creciente censura emprendida por los Militares contra las acciones de memoria y denuncia del Movimiento de DDHH, y a una agenda legislativa adversa a la verdad, como es el caso de la Ley (1979 de 2019) de Veteranos de la Fuerza Pública, la cual compromete al CNMH a disponer espacios físicos “destinado a exponer las historia de vida de los veteranos”, así como a generar un “acápite en el programa de Derechos Humanos y Memoria Histórica, con el fin de […] preservar y difundir material que honre su Memoria; son indicativos del desarrollo de una política estatal encaminada a imponer una verdad oficial, donde el Estado busca tomar la última palabra frente a lo sucedido en las casi seis décadas de conflicto armado y violencia sociopolítica; despojando no solo a las víctimas, sino al conjunto de la sociedad colombiana de su derecho inalienable a la Verdad y con este a la No Repetición de lo sucedido.
En casi todos los procesos de transición, la construcción de la verdad histórica se configura en un campo de disputa, donde los vencedores, (para nuestro caso el Estado Colombiano) buscan imponer un relato único, parcializado e incuestionable, que glorifique las hazañas de los “héroes de la patria” en el mantenimiento del orden económico e institucional, donde las víctimas y los luchadores sociales terminan demonizados y reducidos a la categoría de subversivos y enemigos de la nación. Es allí donde afloran las luchas por la verdad y la memoria, por la dignificación de los que ya no están y las luchas de los que quedan, por el reconocimiento de las responsabilidades individuales, colectivas e institucionales de la existencia y perpetuación de la criminalidad estatal. Pero más importante aún, por el esclarecimiento y difusión de la verdad amplia y completa, que logre cobijar al conjunto de la sociedad y no solo a víctimas y victimarios. Solo así la verdad superará ese halo revanchismo que le han querido imponer quienes le temen, y se convertirá en un potente motor de cambios estructurales, de aprendizajes colectivos, y de sanción social que impedirá a futuro la repetición de los hechos.
Como organizaciones de víctimas y de DDHH estamos convencidos de la importante labor que está llamada a desempeñar la CEV en la construcción y socialización de la Verdad como bien público de la sociedad colombiana. Donde la centralidad de los sucesos analizados descanse en la voz de las víctimas. En consecuencia, las víctimas de crímenes de Estado esperamos que en el informe final de la Comisión de la Verdad, se incorporen y difundan unos mínimos de verdad sobre la criminalidad estatal y la responsabilidad del Estado Colombiano en la generación, perpetuación y persistencia del conflicto armando y la violencia sociopolítica; con el fin de proyectar recomendaciones en perspectiva de la no Repetición.
Es así como el Movimiento Nacional de Victimas de Crímenes de Estado (MOVICE), la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEU), y el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), reconociendo los riesgos que el actual contexto representa para la materialización del históricamente reclamado Derecho a la Verdad amplia, polifónica y completa; reafirmados en nuestro compromiso con la construcción de la paz con garantías de no repetición, y apelando a la legitimidad que nos asiste como víctimas organizadas e integrantes de organizaciones y colectivos perseguidos y estigmatizados, encontramos urgente y necesario habilitar espacios que nos permitan de manera conjunta y ampliada abrir el debate sobre el derecho a la verdad como bien público, identificar de manera colectiva los avances que hemos logrado desde diferentes escenarios (judicial, investigativo, de memoria) en esta materia, así como tejer estrategias para difundir la verdad sobre la criminalidad estatal e incidir en los diferentes mecanismos del sistema integral, particularmente en la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, hacia la proyección de dicha verdad en su informe final y sus posteriores recomendaciones.
En este sentido las organizaciones que suscribimos esta convocatoria, invitamos al 1er ENCUENTRO NACIONAL POR LA VERDAD a realizarse en la ciudad de Bogotá, los días 9 al 11 de diciembre, donde trabajaremos con los delegados y delegadas de las organizaciones, los siguientes ejes temáticos, los cuales nos permitirán construir estrategias de articulación para defender la paz, especialmente en el componente de la verdad histórica.
Objetivo General:
• Validar desde las víctimas de crímenes de Estado y el movimiento de DDHH, los mínimos de la verdad sobre la responsabilidad estatal en el conflicto armado y la violencia sociopolítica, como forma de enfrentar el negacionismo y consolidar estrategias colectivas para aportar a la difusión de la verdad histórica como bien público y fundamento de las garantías de no repetición.
Objetivo Especifico:
• Promover el debate y la reflexión sobre los mínimos de verdad histórica que debería incorporar a Comisión de Esclarecimiento de la Verdad en su informe final.
• Consolidar las propuestas de acción colectiva para lograr que la verdad sea un bien público y enfrentar las los discursos y políticas negacioncitas
LA VERDAD COMO BIEN PÚBLICO Y COMO DERECHO COLECTIVO.
Ejes temáticos de trabajo.
1: MINIMOS DE VERDAD FRENTE A LA CRIMINALIDAD ESTATAL COMO FUNDAMENTO PARA LAS GARATIAS DE NO REPETICIÓN
• Modelo económico y violencia estatal. Extractivismo, desplazamiento, despojo, y otras formas de acumulación, Ideólogos, Ejecutores y Beneficiarios
• Modelo político y democracia restringida, participación política y social, legislación para la violencia estatal-paraestatal, prácticas de genocidio,
• Doctrinas y mecanismos de represión. Fabricación y eliminación de un Enemigo para la nación.
• Estado principal responsable de la violencia sociopolítica y de la prolongación del conflicto armado.
• El paramilitarismo no es un tercer actor armado sino la estrategia de guerra sucia del estado para eliminar sectores de la poción
1: NEGACIONISMO Y PAPEL DE LA VERDAD EN LAS SOCIEDADES EN TRANSICIÓN
• El papel de la memoria de las víctimas en la construcción de la verdad “Sujetos que narran, sujetos que construyen verdad” (socialización experiencias e iniciativas)
• El papel de la justicia en la construcción de la verdad. Acumulados de las organizaciones de DDHH en Colombia y trabajo del Equipo de Litigio Estratégico.
• El papel de la cultura en la disputa entre el negacionismo y la verdad
3: ESTRATEGIAS DE LA ACCION COLECTIVA PARA ENFRENTAR EL NEGACIONISMO
• Exposición permanente sobre iniciativas de verdad y memoria de las victimas
¿que tenemos y que nos falta? Socialización de experiencias, materiales, proyectos.
• Propuestas de incidencia ante la CEV, seguimiento de recomendaciones anteriores y nuevas propuestas.
• Construcción de plan de trabajo para enfrentar el negacionismo: Estrategia contra la censura, garantías para la construcción de la Verdad, escenarios y canales para la difusión de la Verdad.
Convocatoria- 1er Encuentro Por La Verdad- Final by Anonymous bJcyoM6A on Scribd
Imagen: LA Razón.