17 Campesinos asesinados

SANTO DOMINGO – ARAUCA 13 de diciembre de 1.998

Jaime Castro Bello, 4 años;
Katherine Cárdenas Tilano, 7 años;
Luis Carlos Neite Méndez, 5 años;
Egna Margarita Bello Tilano, 5 años;
Oscar Esneider Vanegas Tulibila, 10 años;
Geovani Fernández Becerra, 16 años;
Nancy Ávila Castillo; 20 años
Luis Enrique Parada Ropero; 21 años
Arnulfo Arciniegas Velandia; 23 años
Carmen Antonio Díaz Cobo; 23 años
Levis Hernando Martínez Carreño; 25 años
Pablo Suárez Daza; 26 años
Edilma Leal Pacheco; 27 años
Leonardo Alfonso Calderón; 27 años
María Yolanda Rangel; 35 años
Teresa Mojica Hernández de Galvis; 42 años
Salomón Neite; 58 años
25 campesinos heridos.


Memoria y Justicia

El Domingo 13 de diciembre de 1998, fueron asesinados 17 campesinos, entre ellos seis menores de edad, y resultaron heridos cerca de 25 personas más, 9 de ellas niños por unidades de combate conocida como “Palenquero” de la Fuerza Aérea Colombiana FAC, quienes apoyaban al Batallón de Contraguerrilla 36 en la operación “Rayo 2”, con la participación de la compañía estadounidense Air Scan -contratada por la multinacional petrolera Occidental Petroleum Company Oxy y Ecopetrol supuestamente para la vigilancia del oleoducto Caño Limón Coveñas, cuyos pilotos indicaron a los de la Fuerza Aérea Colombiana los lugares en que debían disparar la bombas que acabaron con la vida de los campesinos.

La FAC justificó el bombardeo a un operativo contrainsurgente contra la guerrilla de las FARC EP, con la cual mantenían enfrentamientos desde el día anterior, pero según las investigaciones realizadas “No existió necesidad militar ni justificación legal para el bombardeo. Mientras que hubo combates entre las Fuerzas Armadas de Colombia y la guerrilla en las inmediaciones del caserío el día de los hechos y el día anterior, ni los combates ni los combatientes entraron en el caserío en ninguno de los dos días, antes del bombardeo que mató e hirió a los civiles…. Las circunstancias del bombardeo -entre otras, la presencia de otros helicópteros de la Fuerza Aérea Colombiana y la clara visibilidad- indican que es poco probable que el bombardeo hubiera sido planeado y ejecutado exclusivamente por la tripulación de un solo helicóptero y, por el contrario, que es más probable que el bombardeo fue ordenado, o por lo menos conocido con antelación o simultáneamente por altos oficiales de las Fuerzas Armadas de Colombia… Hay indicaciones que los eventos en Santo Domingo fueron filmados, al menos en parte, por un avión, o de la Fuerza Aérea Colombiana o de una empresa privada en colaboración con la Fuerza Aérea Colombiana… Después del bombardeo, miembros de la Fuerza Aérea intentaron impedir que los sobrevivientes alcanzaran asistencia médica… Luego del bombardeo, miembros de las Fuerzas Armadas de Colombia saquearon el caserío de Santo Domingo… Luego del bombardeo, oficiales militares colombianos intentaron encubrir los hechos y la responsabilidad de la Fuerza Aérea Colombiana, por lo tanto obstruyendo la justicia e intentando culpar a la guerrilla, entre otros medios, diseminando versiones falsas y fabricadas de los hechos.

Una mujer sobreviviente de los hechos del 13 de diciembre de 1998, dio su testimonio, del cual se citan a continuación algunos apartes:

“La mujer fue herida en Santo Domingo en la mañana del 13 de diciembre de 1998, por algo que cayó de los helicópteros. Su espalda fue fracturada por la metralla y todavía tiene metralla en su brazo. En ningún momento ella fue herida a bala.

El sábado 12 de diciembre la gente de Santo Domingo hizo un bazar para recoger dinero para la escuela del pueblo. Ellos planearon continuar el bazar el domingo pero no fue posible. El sábado en la noche y temprano en la mañana del domingo, los helicópteros estuvieron volando sobre el poblado, ametrallando el área cercana. Aterrorizados, ella y cerca de 20 amigos intentaron salir del pueblo rápido antes de las 6 de la mañana. Ellos caminaron unos pocos cientos de metros, pero se devolvieron porque estaban preocupados por lo que estaba pasando a su alrededor.

Desde las 7 de la mañana hasta aproximadamente las 9:30 a 10:30, ella y sus amigos iban sobre la carretera de Santo Domingo, de manera que desde los helicópteros podía verse que ellos eran civiles. En un sitio cuando ella iba por la carretera, miró hacia los helicópteros y vio cosas como rollos de papel blanco que salían de los helicópteros. Ella le dijo a los amigos “Miren, los helicópteros están tirando papeles para nosotros”. Entonces ella oyó una explosión, todo se volvió oscuro y ella no podía ver nada.

Ella trató de correr pero no pudo: su brazo no respondió. Todos estaban gritando durante 15 o 20 minutos mientras que alguien llegó con un camión. Cerca de 17 que estaban heridos y algunos muertos fueron recogidos y puestos en la parte de atrás de un camión destapado, que los llevó hasta Tame. Mientras salían de Santo Domingo, algunos helicópteros iban cerca del camión, uno disparaba al lado de este.

Al ser interrogada por la defensa, ella dejó establecido que por lo menos 5 helicópteros estaban volando y disparando alrededor de Santo Domingo el 12 de diciembre. Los combates del 12 y 13 de diciembre fueron todos alrededor de Santo Domingo. Cuando ella trató de dejar el pueblo después de las 6 de la mañana del domingo, los combates y los disparos estaban cesando. El domingo hubo aproximadamente 7 helicópteros cerca del pueblo. Ella vio solo un helicóptero arrojando cosas que parecían papel. Los helicópteros vistos incluyen al que se estaba moviendo. Cuando ella iba en la parte de atrás del camión, saliendo de Santo Domingo, ninguno fue herido por los disparos del helicóptero. El helicóptero siguió al camión algunos metros.

Respondiendo a las preguntas del Tribunal, ella declaró que quienes estaban en el helicóptero tenían que darse cuenta que la gente en el pueblo fue blanco de una o más bombas, porque ellos estaban tan bajo que se podía ver a los que estaban dentro del helicóptero muy claramente. También pudo haber sido obvio que se dieran cuenta que quienes iban en la parte de atrás del camión estaban heridos. No había guerrillas viviendo en Santo Domingo antes de diciembre 13. Ella cree que eran soldados quienes iban en los helicópteros, porque en Colombia son ellos y no los guerrilleros los que tienen helicópteros. Ella dijo a un investigador del gobierno, en Saravena, que había sido herida por algo que fue lanzado de un helicóptero militar, pero no ha sido contactada otra vez”.

Una investigación posterior del FBI determinó la presencia en el lugar de los hechos de remanentes de una bomba tipo ‘cluster’ o racimo, de fabricación norteamericana, usada frecuentemente por la FAC. La FAC, ante los hechos expuestos, habría modificado sus primeras declaraciones admitiendo el uso de la bomba, pero no sobre la población sino a varios kilómetros de distancia.
El campesino Angel Trifilo Riveros, sobreviviente y testigo de la masacre, fue asesinado el 24 de enero de 2002 presuntamente por acción de grupos paramilitares en colaboración con miembros del Ejército.

Bogotá, D.C., 13 de diciembre de 2004

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz