Paramilitares amenazan con incursión armada en bajo Calima

Comunidades negras e indígenas que habitan en el territorio de Calima y los defensores de derechos humanos de nuestra organización serían blanco de un ataque de estructuras neoparamilitares de los llamados “Urabeños”.

El plan se conoció el fin de semana gracias a una información recibida en la sede de Bogotá. Entre los paramilitares que operarían se encuentra el llamado el “Zurdo” responsable de las muertes sucedidas en los caserío de Coco y Palestina en agosto de 2010 y del desplazamiento forzado de la comunidad indígena Nonam. Esta misma estructura está ligada a las amenazas de muerte contra líderes comunitarios, un sacerdote y los defensores de nuestra Comisión de Justicia y Paz en junio de 2010.

“Los urabeños” pretenden lograr el control social territorial en el bajo Calima y el San Juan con un eventual nuevo desplazamiento y el silenciamiento de la población para sus proyectos económicos y de terceros.

La incursión se realizaría por las denuncias y las formas de ocupación tradicional del territorio que ha ido develando mecanismos contra derecho para obras de infraestructura y agronegocios de coca y de cocaína, entre otros.

En barrios de Buenaventura como Matia Mulumba donde habitan familiares de los Nonam y de las comunidades negras de Calima el control de los paramilitares Urabeños es permanente, estos ordenan limitaciones y restricciones a la movilidad de sus habitantes desde las 4: 00 p.m. hasta las 6:00 am. En el barrio Matia y algunos de Bajamar los paramilitares se mueven con armas largas y cortas, algunos vestidos totalmente de negro y otros de civil. En medio de sus movimientos se les ha visto en medio de la presencia policial y militar.

De acuerdo con testigos los paramilitares manifestaron que luego que logren acabar con los del grupo armado de exparamilitares de “La Empresa” o “Los Rastrojos” ingresarían en el bajo Calima y el San Juan para acabar con esas comunidades y los que les acompañan.

Bogotá. D.C. noviembre 5 de 2012

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz