No subsidien la deforestación y el robo de tierras para la producción de electricidad a partir de biomasa y aceites vegetales

Hacemos un llamamiento a los gobiernos británico y escocés (1) para que dejen de otorgar subsidios a la electricidad a partir de biomasa y aceites vegetales (agrocombustibles), que significan más robos de tierras, deforestación y expansión de plantaciones industriales de árboles en todo el mundo.



Carta abierta a los gobiernos británico y escocés sobre las energías renovables

Debido a los objetivos establecidos de energías renovables, los gobiernos del Reino Unido y Escocia están ofreciendo generosos subsidios para la producir electricidad mediante la quema de cantidades ilimitadas de madera, mucha de esta importada, así como agrocombustibles. Aunque el gobierno del Reino Unido ha propuesto acabar con los subsidios para la electricidad a partir de agrocombustibles, igualmente se continúan necesitando un mínimo de 110.000 hectáreas de nuevas plantaciones, seguramente de palma aceitera en el Sur global.

Las nuevas plantas energéticas de biomasa y aceites vegetales que se están construyendo en el Reino Unido tienen garantizados subsidios por 25 años.

La escala de los planes de biomasa en el Reino Unido: el gobierno británico desea ver hasta 50 TWh generados a partir de biomasa para 2020. Estos planes requerirían quemar cada año más de 50 y probablemente más de 60 millones de toneladas de madera en las plantas energéticas del Reino Unido. El país produce menos de 10 millones de toneladas anualmente. Esta cifra crecerá, ya que los subsidios ilimitados pretenden atraer más inversiones de empresas. En comparación, la producción total de pellets de madera en la Unión Europea fue de 11 millones de toneladas (2) el año pasado.

En el presente, la mayoría de las importaciones de madera al Reino Unido provienen de Norteamérica, así como de Escandinavia, los países bálticos y Rusia, contribuyendo a más tala y destrucción de bosques y biodiversidad en esas regiones, que tienen como resultado la emisión de grandes cantidades de carbono. Las empresas buscan ávidamente fuentes de madera de plantaciones industriales de árboles en países del sur como Brasil o Ghana. Tanto directa como indirectamente, la nueva gran demanda de madera requiere la expansión de más plantaciones industriales de árboles y así se producen más robos de tierras, más destrucción de bosques y pastos y más agotamiento y contaminación de suelos y aguas. Esto significa una mayor amenaza a los derechos y fuentes de sustento de los pueblos indígenas y pueblos dependientes de los bosques y pequeños campesinos.

Agrocombustibles para la electricidad en el Reino Unido: el Reino Unido propone subsidiar la quema de 400.000 toneladas de aceites vegetales anualmente en las centrales energéticas del país, las cuales si procedieran únicamente de aceite de palma (que es el aceite vegetal que resulta mucho más barato que los demás) requeriría convertir 110.000 hectáreas de tierra en plantaciones. La experiencia en Alemania e Italia muestra que el aceite de palma es con muy alta probabilidad el tipo de agrocombustible que se quemará en las centrales energéticas. Esto significará aún más robo de tierras, abusos de derechos humanos y emisiones de carbono a causa de la deforestación.

Estándares de sostenibilidad para la biomasa y los aceites vegetales: el gobierno del Reino Unido insiste en que puede abastecerse de fuentes ‘sostenibles’ de biomasa y aceites vegetales y así propone introducir los ‘estándares de sostenibilidad’ para la biomasa desde 2013. Para los agrocombustibles, los estándares de la Unión Europea ya aplican a los subsidios de electricidad renovable en el Reino Unido. La sostenibilidad propuesta para los agrocombustibles y la biomasa son inadecuados: sobre todo, no toman en cuenta la naturaleza insostenible de la nueva demanda de madera y aceite vegetal que se está creando, en la cima de una ya insostenible demanda tanto en el Reino Unido como en Europa. Los estándares ignoran todos los impactos indirectos de la biomasa y los agrocombustibles, así como los impactos en comunidades, derechos humanos, derecho a la alimentación, suelos y aguas. Y lo que es más, los requerimientos de ahorrar emisiones de carbono para la biomasa y los aceites vegetales bajo los criterios son un objetivo falso, al asumir equivocadamente la metodología por la que se calculan las emisiones de carbono que la quema de bioenergía es carbono-neutral.

No a los subsidios para la electricidad a partir de biomasa o aceites vegetales: elevando la demanda y el precio global de la madera y los cultivos energéticos como el aceite de palma a través de los subsidios (los denominados Certificados obligatorios de Renovables ROCs), la política del gobierno británico para la biomasa industrial y los aceites vegetales está establecida para incrementar el robo de tierras y la especulación con las plantaciones de árboles, expandir la tala ilegal, acelerar la conversión de bosques nativos biodiversos en monocultivos de árboles, y empeorar el cambio climático. El gobierno debe mostrar que se interesa por la población y el planeta invirtiendo en energías renovables limpias y genuinas que no afecten al sur global de manera adversa.

Hacemos un llamamiento al Reino Unido a eliminar todas las medidas de apoyo a la biomasa y los aceites vegetales y a enfocarse en disminuir la demanda de energía, y haciendo inversiones en energía eficiente y aislamiento doméstico y enfocándose en apoyar tecnologías de energía renovables y sostenibles.

(1) El gobierno británico es responsable de las decisiones relativas a la energía renovable para Inglaterra y Gales. En Escocia, tales decisiones corresponden al gobierno escocés.
(2) http://www.iwoodfuels.com/energy-articles/

[Para firmar la carta, por favor, envíe un email a biofuelwatch@ymail.com con el nombre de su organización y país. Gracias.]