Nuestra alma y nuestro territorio no esta en negocios

Nuestra organización esta atravesando una crítica situación, las “Águilas Gaitanistas” retoman el territorio, porque dicen que el Estado les ha incumplido los acuerdos pactados. Entonces reiteran que como sea tienen que retomar el control de las zonas; aparte de que la desmovilización de los paramilitares, que ahora se hacen llamar autodefensas “Gaitanistas” de Colombia, es toda una farsa ellos nunca cesaron sus actividades, siguieron los asesinatos y expropiación de tierra o sus negocios en el territorio del bajo Atrato. La expansión de la palma y el banano baby, que está relacionada con graves violaciones y abusos de los derechos humanos, a significado la destrucción de tejidos sociales y de nuestra cultura, perjudicando nuestros medios de subsistencia.


La organizaciones de derechos humanos han documentado más de 250 casos de asesinatos en la cuenca del Curvaradó, Jiguamiandó y Cacarica. Uno de los casos más recientes es el de Walberto Hoyos el 14 de octubre de 2008, asesinado en una acción paramilitar. Nos dolió mucho su crimen, el logró descubrir mucha información sobre las operaciones paramilitares y Multifruits, y todo lo que se mueve en el bajo Atrato, él era un lider, un defensor de lo justo y fue en vida vilipendiado por los que venden su alma a los negocios. Nosotros como Cavida sentimos muy profundamente

Este asesinato es una prueba más de que el paramilitarismo existe, que su proyecto es no solo militar sino económico y social y para eso se protege con militares de la Brigada 17 y la Brigada 5 y la Policia de Uraba

Y hoy en el Cacarica están intentando comprar el alma de los jóvenes ofreciendo giras internacionales, para que se aecpten los agronegocios, que manejan los testaferros del paramilitarismo, entre los que se encuentran, ex alcaldes del eje bananero, y simultáneamente organizan asociaciones comunitarias y buscan avales para usar recursos de la cooperación internacional que maneja Acción Social. Son cínicos y descarados-

Ahora nos quieren amedrentar, amenazando a nuestros acompañantes de la Comisión de Justicia y Paz, haciéndoles llamadas anónimas para que se salgan de nuestros procesos organizativos y nos dejen solos, además los acusan de quererse robar nuestras tierras, a uno de ellos lo retuvieron por unas horas, diciéndole que le daban poco tiempo para que se salieran de las comunidades y le exigíeran dar los nombres de sus demás compañeros.

Pero esto apenas es el comienzo. Utilizan a personas de mala fe que han sido de las regiones como Adán Quinto ex representante de la cuenca del Cacarica, sancionado por las comunidades del Consejo Mayor de Cacarica por mal manejo de recursos, ay buso de su poder, nunca aceptó las sanciones y se dedicó apoyado en el ejército a denigrar de nuestra organización CAVIDA y mostrar nuestras Zonas Humanitarias como campos de concentración y eso al lado de general Jorge Mora Rangel.

Y otro, Manuel Moya el Curvaradó, entre otros para que testifique en contra de los acompañantes y los hacen pasar como que fueran parte de nuestros procesos, luego los ponen a realizar reuniones en las comunidades, a convencer a las personas de que los defensores de derechos humanos son terratenientes y que por lo tanto hay que sacarlos.

Pero nosotras y nosotros como acompañados y acompañadas, damos fe de que mienten, pues si eso fuera así, Justicia y Paz no hubiera luchado en conjunto con las organizaciones para que nos otorgaran el territorio colectivo, sabiendo que de acuerdo con la ley 70 que ellos conocen perfectamente y pues en el artículo transitorio 55 dice que nuestras tierras son inembargables, inalienable he imprescriptible lo que les quita cualquier derecho a obtener nuestro territorio, amenos de que fueran el Estado, que el mismo hace las leyes y como en Colombia no hay democracia, cuando no le favorecen, las cambia a favor de él y los victimarios criminales que desangran el país.

Desde este Territorio nos unimos a la minga, social y popular en solidaridad con nuestros hermanos indígenas, los corteros de caña, son personas que están luchando por un territorio, por la vida, por una vida digna al igual que nosotros, por nuestros derechos como organizaciones sociales, de Afros, indígenas, sindicatos, que sean respetados. A nosotros todavía nos parece posible porque luchamos . Nos duele en gran manera que ese Estado, en el que hoy muchos creen, sea acogido por lo que no es. No hay democracia de todas y de todos, no hay democracia econímica. Y es para esto que utiliza las tierra de indígenas y comunidades negras sin contar con nosotros. Él quiere América latina, para los Americanos ricos del norte con tal de defender al capitalismo.

¿Que hay de nosotros?. Uribe dijo a los indígenas, públicamente, prefiero que sepan como soy . No voy ha engañarlos como los anteriores presidente descarado ¿no?. Pero aun así no nos creen nos tratan como si nosotros no tengamos derechos. Mientras ellos nos desplazan, nos atropellan y venden nuestras tierras a los latifundios.

Hoy nos juntamos a las voces.

Los invitamos a unirse a una propuesta colectiva, por el respeto a las tierras de las comunidades campesinas, porque nos garanticen el cumplimiento a los derechos humanos.

Si en Colombia se respeta nuestra autonomía como pueblos tribales y étnicos no habrá necesidad de acompañantes, pero mientras esto no se de, el acompañamiento de defensores de derechos humanos es nuestro mecanismo de protección y el estado debe respetarlo.

Por la defensa de la vida y el territorio, de pueblos Afros del pacifico, que dice no a la palma.

En Colombia no cesa el paramilitarismo, la seguridad democrática no han devuelto las tierras; seguridad “democrática” es persecución.

Organización CAVIDA.

Comunidades de Autodeterminación, Vida y Dignidad