Mensajes a las Fuerzas Armadas “Defendiendo la Democracia, Maestro”

El acontecer político de los días recién pasados, registra tres hechos que involucran personal de las FFAA y vale la pena intercambiarlos, desde las orillas opuestas donde nos ha colocado la historia.

El primer hecho fue la sentencia a 35 años de cárcel para el general Cabrales, por su responsabilidad en una parte de los desaparecidos del Palacio de Justicia, el 6 de noviembre de 1985. La opinión no olvida, que el mayor del ejército encargado de este operativo, lo justificó ante un periodista, diciendo que estaba “defendiendo la democracia, maestro”.

La justa condena de este general, es otra confirmación de una práctica sistemática de las FFAA de abuso de la fuerza en sus operaciones, violando en materia grave los Derechos Humanos y los derechos de las víctimas. Es muy grave además, que por el Holocausto del Palacio de Justicia, sólo hasta ahora se aplique la ley a uno de sus más altos responsables, debido al encubrimiento que tiene el personal de las FFAA ante la justicia, que deriva en un altísimo grado de impunidad, muy evidente y denunciada, pero sin que aún existan mecanismos para superarla.

El segundo hecho fue la destitución del general comandante de la Inteligencia Militar, a causa de la revelación hecha sobre el seguimiento ilegal, que hacían subordinados suyos, a una larga lista de personalidades, que incluye a funcionarios del Estado encargados de los diálogos de paz; éste no es un caso nuevo, aún está fresco el bochornoso episodio de la llamada oficina Andrómeda, que cumplía el mismo propósito de espionaje ilegal desde las FFAA hacia otras entidades del Estado y la sociedad. Ésta práctica sistemática de espionaje ilegal, sólo aparece cuando es denunciada desde fuera de la institución, porque desde dentro se encubre.

La otra noticia fue la filtración de información secreta, que manejaban los militares sobre el traslado a Cuba de comandantes guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y que entregaron al ex presidente Uribe, quien la divulgó de manera irresponsable y peligrosa, como parte de su plan sistemático de sabotaje al proceso de paz.

Estos dos últimos episodios son muy graves, mucho más al ser realizados por altos oficiales de las FFAA, lo que coloca en entredicho su lealtad y obediencia al comandante en jefe, el presidente Santos, quien conduce de manera personal el actual proceso de paz.

Las violaciones de derechos humanos y el espionaje ilegal, no son una defensa de la democracia ni un aporte a la paz.

Si entendemos la importancia que tiene la paz de Colombia, es determinante contar con unas FFAA que la respalden y por el contrario sus últimas acciones le colocan pronunciadas sombras e interrogantes. Es de sobra conocido que desde la extrema derecha existe una fuerte corriente, que se atraviesa a una Salida Política al Conflicto colombiano y le apuesta a la guerra, pretendiendo canalizar para su proyecto guerrerista a una parte de los militares.

Las mujeres y hombres que con sumo empeño desde las FFAA asumen con altura el patriótico compromiso por la paz, deben estar seguros que las mayorías de colombianas y colombianos los valoramos muy en alto y en esa causa común de todos, es importante tarea no dejar prosperar la corriente guerrerista, acaudillada por el ex presidente Álvaro Uribe y otros.

Compatriota.

Primer Comandante del ELN

Nicolás Rodríguez B.