Discurso de Justicia y Paz al recibir el reconocimiento de WOLA

Muchas gracias, amigas y amigos de WOLA, su reconocimiento a nuestra Comisión de Justicia y Paz, es a una historia de 27 años al lado de las víctimas, aquellas que se afirman, que afrontan el miedo y los efectos del terror, buscando verdad, justicia, reparación integral para la reconstrucción de sus vidas y de un proyecto de país democrático.


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Por Danilo Rueda
Washington, 28 de octubre de 2015

Discurso Completo

Gracias Congresista Barbara Lee por sus palabras. Su trabajo a favor de la paz es una inspiración para nosotros.

Aquí está en medio de nosotros Cecilia Naranjo nuestra cofundadora, una expresión de la terquedad, de la alegría, de lo inagotable de la vida cuando los sueños existen. Ella es la expresión del origen de nuestra organización, representa una y cada una de las mujeres que han sido y son parte, y las que han pasado en nuestra historia, como Zenaida y Stella.

Hoy es una noche de gala a la compasión y a la solidaridad. En Colombia se ha matado con balas, con torturas, con asesinatos selectivos, con masacres y con más de 45 mil desaparecidos forzados, más, de los registrados en las dictaduras del Cono Sur.

En Colombia también se ha matado con mentiras, haciendo creíble lo falso y con el despojo de tierras a más de 5 millones de desplazados internos. Así se han protegido a políticos y empresarios con negocios politicos y económicos, poder y riquezas mal habidas. La mayoría de los responsables gozan del poder y de la libertad.

En Colombia, segundo país en el mundo en biodiversidad, se mata destruyendo bosques, páramos, aguas, animales, bajo un modelo de desarrollo que se se promociona verde, pero que con sus operaciones fomenta el envenenamiento de las fuentes de vida; lo bello se va convirtiendo en aridez verde.

Para Justicia y Paz todas esas víctimas han sido el motivo de nuestra existencia en el campo jurídico, el psicosocial, ambiental, comunicativo, pedagógico.

Estamos convencidos que para cimentar una democracia no se necesita la fuerza desbordada y sin límite. El poder es legítimo por la felicidad lograda a través del bien común y de la preservación de las fuentes de vida para sus ciudadanos.

El reconocimiento de WOLA es un homenaje más allá de nosotros, a las víctimas. A puertas de terminar el conflicto armado, las víctimas son fundamentales en el camino hacia la paz. A través de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, se abre la posibilidad de que tanto dolor, se convierta en fertilidad. Pero más allá, hoy promovemos un modelo de justicia único, en el cual el victimario restaure su dignidad en las comunidades que han sido víctimas de sus operaciones armadas. Es el derecho reparativo que està inspirando un sentido nuevo de la justicia. Proponemos por ejemplo que un general sentenciado, en vez de permanecer en la cárcel, vaya, escuche y conviva con sus victimas, pasando meses trabajando con ellos y se sume a la escuelas y la Universidad de la paz, en un modelo de reparación desde el derecho a la educación y la libertad. Solo así se enmienda el tejido social. El acuerdo reciente en La Habana entre el gobierno y la guerrilla de las FARC EP es una aliciente en la búsqueda de los desparecidos, en el derecho a saber qué pasó, e inhumar sus restos.

La paz en Colombia es aporte a la paz de la humanidad. La paz significa la recuperación de la alegría, del gozo, en un proyecto de nación y de país mundo, donde todas y todos podamos vivir en dignidad.

El camino hacia la paz lo estamos iniciando, deberá vincularse la otra guerrilla, el ELN e iniciar la mesa de conversaciones, más temprano que tarde con el gobierno.

Hoy todo esto parece posible. Hoy es para nosotros una noche de gozo, recordando el secuestro de 5 compañeros, los 5 intentos de desaparición forzada, los múltiples montajes judiciales, 3 atentados, un allanamiento ilegal, las difamaciones de actores privados y estatales de gran poder que ha intentado deslegitimar nuestra labor, pero sobre todo, hoy recordamos el asesinato de dos de nuestros mentores y amigos, Eduardo Umaña Mendoza y Josué Giraldo, y por supuesto, el exilio de varios de los 50 integrantes de nuestra organización.

Hoy es una noche de esa memoria colectiva que traspasa las fronteras.
Ahora, junto a ustedes, nos embarcamos en la gran apuesta de ser coartifices, de la eventual construcción de la paz territorial; paz, que para creyentes o no, es fruto de la justicia socio ambiental e igualdad de género. La portadora de la felicidad de todas y de todos en un planeta bellamente amado y protegido.

Hoy eso somos, una organización de una bella locura, y en esa locura nos hemos encontrado con WOLA. Gracias por creer en las propuestas de las víctimas que se afirman como sujetos de derecho, como CONPAZ, entre otras organizaciones de víctimas.

Gracias por estar con nosotros en esa noble causa de las luchas contra el olvido y la impunidad, por estar a nuestro lado, al lado de las historias negadas por el poder, y gracias por estar hoy con nuestra bella locura.

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz