Declaración sobre resultados de las elecciones parlamentarias

Los resultados de las elecciones parlamentarias del pasado 9 de Marzo, han puesto en evidencia la profundidad de la crisis del REGIMEN POLITICO, en tanto el 57% de los ciudadanos con derecho al voto, se abstuvieron de participar ( 18 millones de compatriotas) y de los que participaron, un 23% lo hizo entre blancos, anulados y no marcados ( 3,3 millones de ciudadanos), configurando un total de 21,3 millones de colombianos que RECHAZARON A LA CLASE POLITICA,


… de colombianos que no creen en las “instituciones” corroídas por la trampa, el ventajismo oficial, la corrupción administrativa promovida por el ejecutivo ( ejemplo de ello son los cupos indicativos y la utilización del presupuesto público para causas particulares). Ciudadanos que contemplan impotentes la financiación descarada de las mafias regionales a sus “voceros” políticos para que continúen en el parlamento. Lo que ocurrió el 9 de Marzo lo confirma. La Fundación Paz y Reconciliación ha reconocido que 66 de los parlamentarios elegidos se encuentran vinculados con el paramilitarismo.

Un congreso elegido sólo por el 20 % del censo electoral y cuyas dos terceras partes lo conforman parlamentarios reincidentes es un CONGRESO ILEGITIMO, del cual no podemos esperar nada en el futuro inmediato. Se trata de un Congreso que carece de legitimidad política para legislar sobre la paz y que seguirá legislando como hasta ahora lo ha venido haciendo para negar los derechos de la mayoría de la población.

Quienes impulsamos el voto en blanco pudimos presenciar como en la recta final de la campaña todos los partidos ( de derecha, de centro y de izquierda) se unificaron en contra de nuestra propuesta. Lo propio ocurrió con los formadores de opinión quienes hicieron grandes esfuerzos por disuadir a los electores de hacer uso del DERECHO LEGITIMO a votar en blanco; la jerarquía eclesiástica predicó igualmente en contra de esta opción legal y constitucional. La Registraduría le hizo trampa al voto en blanco al colocar tres casillas para este voto protesta y no una en cada tarjetón, al no publicitar la opción del voto en blanco, al negar la posibilidad de que se hiciera pedagogía a la población sobre la forma como debía ejercitar este derecho y al impedir la presencia de testigos electorales. El Registrador de manera dolosa se burló de la ciudadanía y el día siguiente de las elecciones reconoció públicamente y con cinismo que por lo menos la mitad de los votos nulos eran votos en blanco.

A pesar de ello el VOTO EN BLANCO logró una victoria en la elección del PARLAMENTO ANDINO, superando la votación de todos los partidos políticos que presentaron candidatos lo que obligará a repetir las elecciones con nuevos candidatos. Entre voto en blanco, votos nulos y no marcados, los inconformes con el parlamento andino depositaron más de 7 millones de votos; cifra muy superior a la de todos los partidos de la unidad nacional y 3 veces mayor a la del partido uribista. A su vez, los 3.3 millones de inconformes que rechazaron los candidatos de Senado y Cámara repetirán esta votación en las próximas elecciones presidenciales en contra de una reelección amañada, y personificada en la dupla aristocrática de Santos y Vargas Lleras. Esta inmensa cantidad de votantes serán tan solo una parte de la inmensa mayoría de colombianos que se sumarán al torrente de millones de inconformes que votarán en blanco para derrotar el intento reeleccionista del actual Presidente.

Ningún candidato (a) hasta ahora se ha comprometido con las reivindicaciones de los movimientos sociales, con las resistencias por la defensa de los territorios invadidos por empresas transnacionales, con las demandas de la MANE, con las urgencias de la MIA y LAS DIGNIDADES AGROPECUARIAS, expresadas en el paro nacional agrario de agosto/2013, con los requerimientos de la MINGA INDIGENA, con las peticiones de los afro descendientes, con los postulados del CONGRESO DE LOS PUEBLOS y mucho menos con los anhelos de justicia social enarbolados por los pobladores del Catatumbo y por los trabajadores de la salud, entre otras expresiones de la sociedad civil que adelantan LA RESISTENCIA contra el modelo económico que las élites le han impuesto a nuestro pueblo, el cual sólo arroja como resultado después de un cuarto de siglo de vigencia, que los ricos son más ricos y los pobres más pobres, aumentando la desigualdad, la pobreza, la inequidad, la exclusión y la informalidad para la mayoría de nuestros compatriotas.

Por las razones antes expuestas nosotros invitamos a los ciudadanos colombianos a transformar LA PROTESTA SOCIAL en PROTESTA POLITICA, votando en blanco en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 25 de Mayo de 2014, generando así un HECHO POLITICO que abra las puertas a cambios sustanciales, de la sociedad colombiana y del régimen político colombiano, como la Asamblea Nacional Constituyente por la paz con justicia social.

Proponemos a todas las vertientes del movimiento social, a los partidos políticos de orientación democrática que se oponen a la reelección, a las centrales sindicales, a las ONG que actúan en defensa de los Derechos Humanos, a la academia, la coordinación de acciones, esfuerzos de divulgación como talleres y seminarios, que posibiliten el avanzar en la información, la propaganda y la pedagogía ciudadana necesarias para que la campaña por el voto en blanco en las elecciones presidenciales se convierta en un tsunami político que barra en las urnas la opción reeleccionista.

Los promotores del voto en blanco, nos reservamos el derecho a iniciar acciones políticas y judiciales nacionales o internacionales contra quienes calumnian o desconocen los derechos de los colombianos a votar en blanco.

COMITÉ DE IMPUSO AL VOTO EN BLANCO

COLOMBIA VOTA EN BLANCO

COMITES DE VOTO EN BLANCO

Bogotá, D.C. Marzo 12 de 2014