De la paz light, a la paz integral

Por lo que fue y lo que se ve venir, ya no será paz exprés. Sí una Pax Romana Neoliberal. Es Neoliberal no solo porque mantiene un modelo económico con concesiones limitadas en lo social, el uso y disfrute de la tierra, en lo ambiental y los derechos de las víctimas, y los máximos serán unas gabelas políticas para las guerrillas y algunos actores sociales


El poder que representa Santos no da para las rectificaciones que asienten las bases de la paz con justicia socio ambiental, traicionando sus propias palabras, aquellas enunciadas en su discurso de victoria de la segunda vuelta. LA esencia d Santos no es reformista ni con capacidad de ajuste. Esa es la realidad y no hay que llamarse a engaños, aquí urge la convergencia con una propuesta de nuevo país, en un Pacto Ciudadano por la Paz con Justicia Socio Ambiental. Las bases de una política de paz no se van a cimentar, luego de la eventual dejación de armas de los movimientos guerrilleros, la paz será a la medida neoliberal, y lo neoliberal es light.

Santos asumió el costo de dialogar en medio de las confrontaciones armadas y cuándo estas se producen de lado de las guerrillas con afecciones sobre armados y también sobre civiles o sobre las empresas extractivas, sostiene, que el proceso de paz puede terminar. Claro, está, que cuando se trata de guerrilleros muertos, todo se muestra como un trofeo de pública exhibición y arrogancia guerrera por las fuerzas regulares, y obviamente, si hay civiles afectados, nada se dice.

Las concesiones serán muy limitadas en los acuerdos en materia política. La reforma del Estado no desestructura un Estado controlado por apellidos, por círculos de corrupción, que imposibilita la participación real. Las reformas de Estado no serán de fondo pues los factores de poder mafioso, empresarial siguen definiendo las decisiones políticas. El aparato judicial seguirá preso de ciertas castas políticas y de sectores privados nacionales y multinacionales.

Ni siquiera en lo ético y el derecho de la verdad habrá concesiones. Santos por activa y por pasiva que las víctimas ha sido el centro de su preocupación. La ley de víctimas ha sido poco eficaz, desconoce los derechos de las víctimas a la restitución integral porque los factores de poder real no son tocados.

Los reconocimientos éticos serán tímidos. No puede haber deshonra para los héroes de la patria, es decir, no habrá reconocimiento de una criminalidad de Estado con graves violaciones de derechos humanos, crímenes sistemáticos y crímenes de lesa humanidad, cualitativa y cuantitativamente mayores, que los cometidos por las guerrillas de las FARC, del ELN y del EPL, desde la década del 60.

Esto ya lo demostró con el caso del Palacio de Justicia. Estrechando las manos a los familiares de los desaparecidos sostiene que acatara los fallos judiciales, semanas después, desconociendo una sentencia pide perdón a los militares y al expresidente Belisario Betancour. O como lo ha hecho a través de la estrategia jurídica internacional del Estado con abogados seriamente cuestionados por su manipulación, desconocimiento del derecho y su ausencia de ética como Rafael Nieto Navia. Sí, este es Santos el que quiere hacer la “paz” al lado de las víctimas

Santos no asienta las bases de la paz. Ante la tragedia socio ambiental, animal recientemente expresada en La Guajirá y en la Costa Norte, una de sus Ministras responsabiliza a los pequeños parceleros, a las comunidades locales indígenas, no a los empresarios agroindustriales, que han desertizado para convertir las tierras en grandes pastos para el ganado, y mucho menos a las multinacionales extractoras de gas, de sal y de cobre.

Ante este desconocimiento deliberado y la culpabilización a los habitante rurales para qué sirve hablar de una ley de protección de páramos, de nada, de absolutamente nada. Su ministra de Ambiente, tiene en el escritorio la firma que concederá la intervención de una multinacional en Santurbán. Con esta ley aplaca algunos ánimos, pero mantiene la propuesta extractivista minera Cerrejón, Cerromatoso, Tunjuelito (Bogotá), Cajamarca, Uradá Jiguamiandó con exenciones de impuestos. Ante los efectos de las obras de infraestructura en Córdoba o ante el dilema de explotar o no pozos petroleros en el río La Ceiba que surte de agua a Neiva, no reversa el contrato con la multinacional, simula para aclimatar, pero no para resolver. Ante la crisis del Putumayo Santos se reúne con los empresarios petroleros y deja de lado a las comunidades rurales que exigen mitigación y cese de actividades extractivas por las graves consecuencias sobre aguas, flora, fauna, animales

Así poco que esperar, con otra prueba más, una iniciativa de reglamentación santista de la Consulta Previa , en que palabras más o menos, yo los escucho a ustedes afros e indígenas, pero yo decido. Aquí todo se desconecta y se obvia. Más de 300 mil hectáreas de bosques fueron arrasadas en un solo año. Las disposiciones legales no apuntan ni a la protección de las víctimas del despojo, ni a la protección del derecho al agua, ni a la reforestación, ni a la protección de las fuentes de agua. Para la paz neoliberal invertir en la navegabilidad del río Magdalena, no implica la protección y restauración de sus Ciénegas. Las razones son obvias hay que transportar al mercado mundial, punto. Y ese mismo Santos, antes de asumir su segundo período, él que habla de los páramos, acaba de reducir el 12% del presupuesto para asuntos ambientales. ¡Mucha coherencia

Ese arrasamiento ganadero, palmero, el petrolero y minero es el asunto de fondo del país, el modelo económico, sin que éste se toque no habrá posibilidad de cimentar la paz, pero es claro que no habrá concesión y los retos que siguen son miradas integrales, transversales en las que se debe mover el movimiento social y el movimiento político alternativo Para la paz light es un éxito que haya un 5% de crecimiento económico, que y más de 16 mil 700 millones de dólares en inversiones extranjeras, y que del presupuesto de la nación de 108 mil millones de dólares un gran peso quede en burocracia, y en defensa, y poco importa de verdad, que descendamos dos puestos entre los países con mayor desigualdad y que se desconozca lo que la propia OCDE haya manifestado frente a la ausencia de una política coherente en materia ambiental por el modelo económico.

La paz es un asunto de justicia integral. Comprender esto es un reto para los restos del movimiento social y las nuevas ciudadanías, de las iglesias, de las ONG. De no hacerlo, el dogmatismo tradicional nos impedirá sumar para la afirmación de un nuevo proyecto de país.

La paz de Santos es la paz light, la paz de la simulación, en ella se avanzará en lo nuevo si somos absolutamente creativos, en una nueva estética de transformación y de integración de asuntos, que están interconectados, los derechos de las víctimas, las víctimas del modelo económico, las víctimas animales del maltrato, la protección de bosques, y de aguas, la producción de comida sana,

Desde este 7 de agosto, nos queda la posibilidad de articularnos o seguir en nuestras propias islas No hay más camino.

De la paz light, a la paz integral