Cinco datos para invalidar la voz de los Uribistas y votar Sí en el plebiscito

“¿Cómo pretender que los señalados con estos datos quieran acabar la guerra si la mejor manera de esperar impunidad y evadir a la justicia es a su sombra?”


La seguridad: Sin guerra con las Farc, la protección de Álvaro Uribe tendrá que disminuir drásticamente. Su seguridad le cuesta al país mas de 18.000 millones de pesos anuales, equivalentes al 2% para una sola persona del total, que costará la reinserción de no menos de 10.000 insurgentes, la matricula media de 25.000 estudiantes a una universidad pública o la pensión de 20.000 soldados lisiados. A 2013 tenia 357 personas de seguridad, 14 camionetas blindadas, más 35 vehículos, 20 motos de alto cilindraje, dos cuatrimotos, 37 fusiles de largo alcance, 177 pistolas semiautomáticas, 45 chalecos antibalas, 93 radios de comunicación y 58 teléfonos. ¿Cómo pretender que pueda vivir sin la guerra?

Campesinos: Los programas de soldados campesinos, zonas de rehabilitación y red de informantes, evidenciaron que los jóvenes campesinos fueron cazados por la seguridad democrática, como si se tratara de animales u objetos útiles para extender la guerra. Se les consideró inhumanos y se les trató como animales. A unos se les forzó a ir a la guerra, a otros se les asesinó y con falsedades fueron presentados como terroristas para obtener estadísticas. El resultado, miles de falsos positivos, crimen execrable, abominable, de lesa humanidad. En paz nadie podrá volver a ser tratado como animal para ser asesinado, ni como instrumento para asesinar a sus hermanos.

Riqueza: Mientras un millón de jóvenes se quedaba sin el sueño de ir a la universidad, Tomas y Jerónimo, se graduaron, vieron la guerra por televisión y se jactaron de exportar las pulseras de los indios. En solo cinco años de vida profesional y aduciendo que llevan el emprendimiento en la sangre, en solo una de sus varias docenas de empresas de su propiedad pasaron de tener ganancias de 44 millones en 2010 a recibir 6.611 millones en 2011 y alcanzar activos por 60.000 millones. ¿Cómo querer abandonar la guerra si mientras los de su edad mueren o matan ellos aumentan sus fortunas?

Condenados y Delincuentes. La lista de condenados y acusados por delitos cometidos a la sombra del régimen del terror no tiene comparación con nada en la historia política de toda américa: presos los exdirectores del DAS Jorge Noguera y María del Pilar Hurtado, por paramilitarismo y chuzadas ilegales. Bernardo Moreno, secretario de Presidencia responsable de las ‘chuzadas’. Andrés Felipe Arias, ministro prófugo por Agro Ingreso Seguro (AIS), Sabas Pretelt de la Vega y Diego Palacio, ministros por la Yidis Política referida a la fraudulenta reelección. Mario Uribe, senador y primo por parapolítica. Los Generales Mauricio Santoyo, edecán de Uribe por apoyo a paramilitares y Flavio Buitrago, su jefe de seguridad, en juicio. Edmundo del Castillo, asesor jurídico de Presidencia. César Mauricio Velásquez, secretario de prensa. Luis Guillermo Giraldo, ministro promotor de la segunda reelección presidencial. Ciro Ramírez promotor de la primera reelección. Luis Carlos Restrepo, comisionado de paz, por falsa desmovilización, prófugo. Óscar Iván Zuluaga, con causa penal por saboteo al proceso de paz con el hacker. Luis Alfonso Hoyos, asesor espiritual de la campaña presidencial de Zuluaga. En complemento en este régimen todos los presidentes del Congreso asociados al régimen respondieron a asuntos judiciales y hay varios en prisión.

Otros del clan de Guerra: María Fernanda Cabal, fue presidenta de la Fundación Colombia Ganadera, socia y esposa de Félix Lafaurie señalado de malos manejos en el fondo ganadero liquidado; cuando murió García Márquez, en referencia a Fidel Castro dijo: “Pronto estarán juntos en el infierno y también dijo que los generales vendieron al ejército”. Paloma Valencia, nieta del presidente que introdujo las jornadas cívico militares, el estado de sitio y ordenó la aniquilación de las nacientes Farc, dijo que había que dividir el Cauca uno para los mestizos y otro para los indios y amenazó al oso de anteojos de los páramos y días después uno (yogui) apareció descuartizado. José Obdulio Gaviria, primo de Pablo Escobar Gaviria, señalado de haber sido su asesor, dijo que en Colombia no hay desplazados sino migrantes. Alejandro Ordóñez, retirado del cargo de procurador por su reelección fraudulenta, fanático de la ultraderecha religiosa de tradición, familia y propiedad .

Pregunta: ¿Cómo pretender que los señalados con estos datos quieran acabar la guerra si la mejor manera de esperar impunidad y evadir a la justicia es a su sombra?.

Conclusión: Solo con estos datos síntesis, bastaría para invalidar las voces incendiarias del régimen Uribe, que quiere perpetuar el odio, la muerte, la desigualdad, la criminalidad, la guerra. Detrás del No al plebiscito hay más que una división en las élites o una las disputa de poder entre familias del poder. Hay intereses, negocios y delincuencia buscando impunidad. Hay una suma de falsedades, una trama de maldad que agita pasiones, divide, mete odio, hace temer por futuros inciertos, evoca venganza y crea confusión y miedo. El régimen Uribe nunca ha buscado acabar la guerra si no ampliarla, extenderla, convertirla en el único referente del país de muerte que no somos. En síntesis, no hay un solo argumento racional valido que soporte el no, allí hay mentira, falsedad.

Epilogo: Que nadie falte al SI. Votar SI ratifica la defensa de la vida que siempre será mejor que la muerte, que el dolor, que el odio y que el desprecio por la condición de humanos.