Asesinato de afrocolombiano

Habitantes del territorio de Cacarica denunciaron la continuidad de operaciones paramilitares en las que asesinaron al pescador conocido como “Chemita”, crimen ocurrido en cercanía del punto conocido como Tumaradó sobre el río Atrato.

El crimen de “Chemita” ha colocado al descubierto las operaciones de control en Travesía, Tumaradó, Leoncito, Bocas de Atrato, en el puerto de Turbo y el municipio de Río Sucio en medio de la presencia de la Brigada 15 y la policía de Urabá.

En Tumaradó, territorio colectivo de Cacarica, celebre desde hace 12 años por operaciones de tipo paramilitar, durante este año han refinado el control sobre la movilización de carga y de pasajeros que se transportan en las embarcaciones tipo chalupa. Los afrocolombianos, mestizos e indígenas se ven obligados a parar en un retén ilegal y pagar el cobro de un impuesto (200 mil pesos) por el ingreso de bienes de supervivencia a Cacarica o la salida de recursos maderables, excedentes de pan coger – maíz, arroz- que se dirigen hacia el municipio de Turbo.

Estas operaciones paramilitares se desarrollan en medio de la inacción institucional para enfrentar de raíz los nefastos efectos de la desmovilización de estructuras paramilitares en el territorio Colectivo de Cacarica, la reingeniería paramilitar que se continúa desarrollando a través de empresas fachadas que pretenden usufructuar y desarrollar agronegocios con vicios profundos de ilegalidad y cuando se asoman iniciativas como las de bonos de oxígenos.

Bogota, D.C. septiembre 4 de 2009

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ