Asesinados 2 personas por paramilitares en Jiguamiandó

Ayer, luego de las 7:30 p.m. frente a la Zona Humanitaria de Caño Claro-Andalucía en Curbaradó, fueron llevados dos cuerpos sin vida de jóvenes asesinados por paramilitares en Jiguamiandó.

Sus nombres son Edwar y Eider Agamez Sanchez, integrantes del consejo comunitario de Bella Flor Remacho que habitan en Belén de Bajirá e iban a trabajar en sus mejoras


De acuerdo con testigos, diez paramilitares tomaron a los dos jóvenes en Bella Flor Remacho luego que estos se negaron a transportarlos en su embarcación. Horas después los jóvenes aparecieron con signos de golpes con palos de madera en su cabeza, los que les produjeron su muerte.

Los paramilitares intentaron ahogarlos pero estos se resistieron. Los que alcanzaron a observar la comisión de los crímenes fueron amenazados de muerte.

Horas después integrantes del consejo comunitario los transportaron hasta cercanías de la Zona Humanitaria de Caño Claro- Andalucía por petición de sus familiares.

Los paramilitares sostuvieron que están ahí para enfrentar a la guerrilla, que iban a incursionar a la Zona Humanitaria de Nueva Esperanza en Jiguamiandó y que no se iban a dejar sacar como ocurrió semanas atrás.

En estas últimas tres semanas se han producido dos desapariciones forzadas y estos dos asesinatos por parte de paramilitares, igualmente más de 31 reclamantes de tierras se encuentran amenazados de muerte.

Las operaciones paramilitares se desarrollan con mayor visibilidad y contundencia desde abril pasado en las tierras comunales de afrodescendientes en Curbaradó y Jiguamiandó. Se estima una operación de 500 hombres de los paramilitares que vienen protegiendo la siembra de coca, la ocupación de mala fe para la reactivación de la palma, la siembra de banano y yuca, y la extensión ganadera.

A pesar que esta presencia se ha denunciado por la evidente tolerancia y acciones conjuntas en determinadas situaciones de la brigada 17 y la policía de Urabá, nada se ha hecho para enfrentar esta operación criminal.

En una audiencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el entonces, director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, manifestó que no debería existir preocupación por las operaciones paramilitares pues no ha habían ocurrido asesinatos y desapariciones, desestimando las denuncias de las víctimas y sus acompañantes. Hoy este funcionario se encuentra en un alto cargo en la Fiscalía General de la Nación.

Los paramilitares continúan a sus anchas en los territorios de estas comunidades negras del bajo Atrato, mientras el gobierno nacional no ha logrado generar plenas garantías para la restitución de la propiedad usurpada por paramilitares y empresarios palmeros, bananeros y ganaderos desde 1996.

Bogotá, D.C. agosto 28 de 2011


Comisión Intereclesial de Justicia y Paz